Pacto Migratorio: El anuncio de Interior que dejó en una compleja posición...

Pacto Migratorio: El anuncio de Interior que dejó en una compleja posición a Ampuero

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La mañana del lunes, mientras se conmemoraban 70 años de la declaración de los Derechos Humanos con una ceremonia que tenía considerada su presencia, Roberto Ampuero no estaba. En cambio, el ministro de Relaciones Exteriores había pasado por La Moneda, donde se reunió con la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez.

Cerca del mediodía, Ampuero se paró delante de un cuadro de Andrés Bello, al lado de una bandera de Chile y detrás de una tarima. Habían pasado 24 horas desde que el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, informara que Chile no suscribiría al Pacto Migratorio de la ONU.

«Cuando Chile firma un documento y da su palabra, es su palabra la que deja ahí empeñada», aseguró el ministro. «Por eso el país, el Gobierno, el canciller, toman las medidas para que no se vea afectada la soberanía del país». Emitió sus palabras en un ambiente político expectante por escuchar su versión: la aparición inicial de Interior no había pasado inadvertida. «Salvo que el subsecretario Ubilla haya asumido como vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, yo creo que está claro que la decisión no se tomó en la Cancillería», aseguró el senador y ex canciller, José Miguel Insulza.

Tras terminar la lectura de su declaración, el ministro respondió preguntas. Una de ellas apuntó a las críticas que había recibido. «Todas las opiniones con respecto a un pacto migratorio son respetables, son legítimas y son escuchadas, pero aquí no hay que equivocarse: quien dicta y ejecuta la política exterior de Chile es el Presidente de la República», aseguró.

La «descoordinación»

Lejos del ojo de los políticos, en la academia también llamó la atención la cartera desde la cual salió el anuncio de la resolución. «La manera en que Chile decide no firmar el pacto y lo comunica deja en evidencia una descoordinación al interior del Gobierno, que genera un impacto comunicacional negativo», explica a Emol el analista internacional, Guillermo Holzmann.

Se trató, a su juicio, de una falta de comunicación evidente, que se habría expresado incluso en el hecho de que el embajador chileno no estuviera informado de la decisión del Gobierno, y en que un comité parlamentario asistiera al encuentro. «Lo correcto hubiese sido que RR.EE. hubiese dado a conocer esa noticia y no Interior, porque se trataba de un proceso en el cual Chile había participado con una actuación importante, en un proceso que venía desde 2016», comenta. «Si el Presidente ha estimado que sea el Ministerio del Interior quien dé a conocer la noticia, y no cancillería, claramente para quien lo mire desde afuera va a resultar extraño» .

La decisión se explica, para él, con el hecho de que «la figura del canciller depende de la decisión presidencial». «Si él ha estimado que sea el Ministerio del Interior quien dé a conocer la noticia, y no cancillería, claramente para quien lo mire desde afuera va a resultar extraño, porque se trata de elementos que son de la política exterior de un país», agrega.

También menciona otro ejemplo, que tampoco fue tarea de Ampuero dar a conocer: la decisión de Chile de no suscribir al Tratado de Escazú, un acuerdo que facilitaba el acceso a la justicia ambiental, entre otras características. A fines de septiembre, fue responsabilidad de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, emitir la noticia.

«Todo hace pensar que la política exterior de Chile respecto a las temáticas que debe enfrentar no está claramente establecido, y que proviene de las definiciones y análisis de lo que el Estado ha realizado en el concierto internacional en los últimos años», comenta Holzmann. «¿Dónde estaba el canciller?»

Hoy el canciller asistirá a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. La citación fue efectuada por el presidente de la instancia, Ricardo Lagos Weber, quien lamentó que la decisión de no adherir al pacto no se conversara con los parlamentarios. «Entiendo que la política exterior la dirige el Presidente de la República, pero lo mínimo es conversar, al menos, las diferencias con la Comisión de Relaciones Exteriores de ambas cámaras», afirmó el senador. Quien también tiene expectativas sobre la visita del canciller es el senador Insulza. «Me sorprende que una decisión que es estrictamente de política exterior la dé el subsecretario del Interior. No sé dónde estaba en canciller, vamos a preguntarle eso», dijo el parlamentario.

Ante ese punto, los expertos disienten. «Los temas migratorios son intermésticos, es decir, tenemos la confluencia del área externa o internacional con la dimensión doméstica o nacional. Es un tema que no solamente es competencia de cancillería, sino también de Interior», explica el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile, Gilberto Aranda. «Lo usual o lo esperable era que hubiese acuerdo y diálogo anterior entre el canciller y el ministro del Interior», comenta. Esa es una de las dimensiones que se desconoce.

Sin embargo, Aranda elabora una tesis: «Aquí los sectores más liberales del Gobierno han sido de alguna manera eclipsados por aquellos que detentan un discurso más nacionalista y que ven en la migración una amenaza». Para el senador Francisco Chahuán (RN), analizar la situación desde el punto de vista de lo sectores que integran el Gobierno es «demasiado rebuscado». Como sea, este lunes Evópoli, el partido al cual el canciller es cercano, pidió al Gobierno antecedentes por la decisión y su presidente, Hernán Larraín Matte, admitió que «faltó mayor anticipación» y que resolución fue «en algún grado intempestiva».

 

Emol/Agencias

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