El Papa Francisco experimentó hoy una indisposición pasajera, aparentemente un problema de presión arterial, pero «se encuentra bien», según los médicos.
El malestar habría surgido temprano en la mañana, poco antes de que el Pontífice se dirigiera a oficiar misa en el santuario de Caacupé, a 54 kilómetros de Asunción.
El médico paraguayo del Papa, Carlos Morínigo, dijo esta noche al diario «ABC» de Asunción que el religioso «está bien, tuvo solo un malestar pero ya está superado».
El profesional explicó que se trató aparentemente de un cuadro de presión baja «que puede ser también un poco la emoción» y lo apretado de la agenda que lo tiene de reunión en reunión desde que llegó, el viernes por la tarde, y después de pasar por Ecuador y Bolivia.
«Afortunadamente no fue algo grave. Ya se repuso, estuvo alegre, sonriente y mañana, que es la última jornada maratónica, vamos a estar bien» insistió el médico paraguayo.
El Papa Francisco cerró esta noche el segundo día de visita a Paraguay y descansará en la sede de la nunciatura, para retomar la agenda mañana, a primera hora, con una visita al Bañado Norte, una de las zonas más empobrecidas y vulnerables de Asunción.
A media mañana oficiará una nueva misa, que se prevé multitudinaria, en el Parque Ñu Guasú, a unos 13 kilómetros del centro de la capital, y por la tarde se reunirá con obispos, con jóvenes y orará frente a Ycuá Bolaños, un supermercado que se incendió el 1 de agosto del 2004 y provocó 456 muertes.
