El parlamento italiano aprobó ayer la solicitud del gobierno de aumentar la deuda pública en 20.000 millones de euros (US$ 21.000 millones). El dinero será destinado para la “recapitalización de precaución” del Monte dei Paschi –y otros bancos en problemas- en caso que este no logre recaudar 5.000 millones necesarios para limpiar su hoja de balance.
Monte dei Paschi -que la semana pasada lanzó la segunda oferta de cambio de deuda por acciones que terminó ayer para los accionistas minoritarios y hoy se acaba para instituciones- logró recaudar el martes apenas 500 millones de euros, según las fuentes de Bloomberg. En la oferta anterior, el banco logró intercambiar 1.020 millones de euros. “Los reportes son bastante desalentadores, parece que la intervención del gobierno está cada día más cerca. Esto castigará a los tenedores de bonos junior y de acciones, lo que es la mayor preocupación”, señaló ayer en su reporte Par Magnusson, estratega de Swedbank, ya que estos tendrán que asumir pérdidas bajo las reglas de carga compartida de la UE.
El gobierno, a su vez, aseguró que el impacto sobre los ahorristas ”será absolutamente mínimo o inexistente”. El gabinete puede aprobar el rescate en una reunión mañana.
BANCO ENVÍA SOS
Mientras tanto, el banco anunció ayer que la liquidez neta que le queda -10.600 millones al 16 de diciembre- alcanzaría para cuatro meses, contrastando con la evaluación anterior de once meses. Tras la noticia, las acciones del banco se desplomaron ayer 19%, llegando a su mínimo histórico de 15 euros desde que el banco salió a la bolsa en 1999, y recuperando parte de la caída durante el día.
CONSECUENCIAS ESTATALES
Para el gobierno, el rescate estatal significa no poder lograr la meta de reducción de la deuda pública –a 132,6% del PIB planificada para 2017-, que, según analistas, aumentará a 134% para 2017. La tarea será todavía más desafiante cuando el BCE decida no seguir con su programa de alivio cuantitativo, que actualmente ayuda a disminuir el costo de financiamiento de la deuda italiana. Además, la agencia canadiense DBRS anunció ayer que el 13 de enero evaluará si bajar el rating “A” a largo plazo de la deuda italiana –a base de cual el BCE define el descuento a los bonos del gobierno usados por prestamistas como garantía para operaciones de refinanciamiento.
Mientras tanto, el monto aprobado puede no ser suficiente para rescatar la banca italiana que necesita por lo menos 52.000 millones de euros para limpiar su hoja de balance. Así, según Paola Sabbione, analista de Deutsche Bank, el paquete tiene que ser de por lo menos de 30.000 millones de euros, asumiendo que UniCredit y otros bancos en problemas -como Veneto, Popolare di Vicenza y Carige- podrán recaudar 20.000 millones de euros. UniCredit anunció anteriormente que planifica recaudar 13.000 millones de euros para mejorar su cartera. (DF)