PC, el diablo vendiendo cruces-José Miguel Durana

PC, el diablo vendiendo cruces-José Miguel Durana

Compartir

Chile tiene particularidades que no se observan en otros países. Una de esas singularidades es que un partido de corte marxista e inspiración totalitaria, como es el Partido Comunista, pueda participar libre y abiertamente del sistema democrático, contar con parlamentarios, alcaldes, concejales, y obtener un porcentaje de representación electoral, aunque sea acotado.

Su participación en estos espacios está garantizada mientras se mantenga el actual esquema de escrutinio popular proporcional, que de proporcional tiene poco, porque permite a fuerzas políticas minoritarias, obtener cargos con una ínfima votación.

Es llamativo también que el resto de los actores del sistema democrático permitamos que esta colectividad se disfrace con ropajes ajenos, los hagamos parecer democráticos, cuando todos sabemos que, si las condiciones políticas, sociales y económicas lo permitieran, instalarían un régimen dictatorial en Chile. Así lo pretendieron hacer durante el estallido de 2019, donde fueron activos partícipes de la insurrección callejera que se instaló desde octubre de ese año, alentando a los protagonistas de la violencia a refundar el país y quebrar la institucionalidad.

“Dos pies en la calle y dos pies en La Moneda”

El senador comunista, Daniel Núñez, nos acaba de recordar en una entrevista en prensa que la dialéctica y la acción subversiva está en su ADN, al afirmar que “tenemos que estar con los dos pies en la calle y los dos pies en La Moneda”. Que lo plantee como parlamentario del PC no llama la atención, pero sus expresiones son inaceptables, considerando que pertenece a un partido que es el corazón de la actual administración.

Para corroborar la naturaleza totalitaria de los comunistas chilenos, horas más tardes, en un comunicado de prensa, la colectividad condenó el alzamiento en contra del dictador Bashar al-Asad en Siria, que lo obligó a arrancar donde sus aliados en Rusia. Basta observar los videos de la principal cárcel en que el autócrata mantenía a sus opositores para dimensionar de quiénes son aliados aquellos que cogobiernan con el Presidente Boric en La Moneda.

Ni en países de la región, donde la izquierda tiene una fuerte presencia político electoral, como es el caso de Argentina y Brasil, el Partido Comunista tiene la incidencia que se observa en Chile. Está bien, para quienes somos defensores de los principios democráticos, se asumen que esto es parte de las reglas democráticas tener que convivir con una colectividad que, participando del sistema institucional republicano, busca cada cierto tiempo destruirlo desde adentro, tanto en su discurso como en sus acciones.

Hay que estar atentos a los movimientos del Partido Comunista

Porque si le hacemos zoom a la declaración del Senador Núñez, cabe preguntarse qué significa para los comunistas estar con los dos pies en la calle y al mismo tiempo en el Gobierno. Lo primero y más evidente es que no respetan la institucionalidad ni las reglas que impone el sistema democrático. Esto es querer ser juez y parte, lo que no es admisible en ningún sistema democrático, porque no se puede ser oficialismo y oposición al mismo tiempo, ni pretender forzar y azuzar cambios políticos, económicos y sociales, amenazando con que activarán las protestas callejeras.

No hay que ser clarividente para entender qué significa esto, especialmente en el actual contexto que vive el país. El PC no entiende las movilizaciones como expresiones pacíficas de la sociedad civil, ya que en su lógica marxista lo considera como una lucha insurreccional que permite todo tipo de mecanismos para imponer sus posiciones, incluida la violencia, por cierto.

La única explicación que le atribuyo a estas inaceptables declaraciones de representantes del Partido Comunista, es que ya están comenzando a asumir que es altamente probable que no sigan gobernando a partir del 2026 y están empezando a activar a sus cuadros más radicales para preparar el terreno en caso de que la derecha vuelva a La Moneda.

El país debe estar muy atento a los movimientos del PC de aquí a los próximos dos años, porque probablemente, como parte de su manual para no mostrar su verdadero rostro, se victimizarán afirmando que los cuestionamientos a su forma de actuar se deben al anticomunismo que hay en Chile, pero que en realidad no es anticomunismo, sino que la defensa de la gran mayoría de los demócratas a los intentos insurreccionales del PC.
José Miguel Durana
Senador