En abril les contamos sobre los problemas que se estaban desarrollando en el fondo petrolero de US$ 1 billón (millón de millones) de Noruega. Su recién nombrado director Nicolai Tangen, uno de los administradores de fondos de cobertura más exitosos de Londres, provocó una reacción violenta cuando surgieron detalles del poco convencional proceso de contratación que lo llevó a encabezar el fondo soberano más grande del mundo.
La historia tenía los ingredientes de un gran relato. Un poco oportuno viaje del actual director del fondo, Yngve Slyngstad, en un jet privado alquilado por Tangen, seguido de una emotiva súplica de perdón de Slyngstad.
Las preguntas comenzaron a circular en torno al gobernador del banco central de Noruega, Oystein Olsen, y cómo logró contratar al magnate de los fondos de cobertura en primer lugar, ya que al parecer se saltó algunos pasos reglamentarios.
Tangen, quien retendrá una participación controladora de 43% en AKO Capital, su fondo de cobertura de US$ 20 mil millones, ha prometido cambiar su lujoso estilo de vida al ingresar al servicio público.
Según su política de inversión, el fondo petrolero no puede asignar recursos a los fondos de cobertura, por lo que existiría poco riesgo de que pueda canalizar el dinero a sus propias estrategias activas. Pero una mayoría en el parlamento de Noruega dijo que eso no era suficiente.
El temor subyacente es que Tangen pueda conducir el enorme fondo, que se ha convertido en uno de los accionistas más poderosos del mundo y que posee una media de 1,5% de todas las empresas que cotizan en bolsa a nivel mundial, de una manera que aún podría beneficiar a AKO.
En el último acto de este drama, el ministro de Finanzas de Noruega, Jan Tore Sanner, está listo para iniciar las discusiones con el banco central sobre si el país está preparado para dar la bienvenida en su puesto principal a quien fue calificado por un político de izquierda como un «conflicto de intereses ambulante». Y con Tangen reemplazando a Slyngstad el 1 de septiembre, el tiempo se está agotando.
El diálogo también ha suscitado preocupación por la interferencia política en el fondo gobernado de forma independiente. «Algunos partidos han querido durante mucho tiempo poner sus manos en el fondo petrolero y parecen pensar que esta es su oportunidad», dijo un administrador de fondos noruego a FT. Otro ejecutivo financiero lo llamó «un drama en su mayor expresión».
Con solo 10 días para que Tangen asuma el control, junto con las crisis gemelas del coronavirus y el derrumbe del precio del petróleo agobiando al fondo, solo podemos imaginar qué giros y vueltas depara el próximo acto. (DF FT)