Las relaciones entre los partidos de la derecha no están pasando por su mejor momento. Predomina una lucha “fratricida” entre Republicanos y Chile Vamos por la hegemonía del sector, justo cuando tienen una perspectiva razonable de recuperar el poder.
- No fueron capaces de ponerse de acuerdo en las últimas elecciones, dejando en el camino varias gobernaciones y alcaldías que habrían podido ganar en la primera vuelta.
- La virulencia del enfrentamiento ideológico ha ido subiendo de tono y supera con creces las peleas y disputas a las que nos tiene acostumbrados la heterogénea alianza del gobierno actual (sobre todo entre el Partido Comunista y el Socialismo Democrático).
- A Pablo Neruda se le atribuye haber dicho que así como el mundo es redondo la ultraizquierda, de tanto ir hacia la izquierda, termina ayudando a la derecha.
- Hoy, paradójicamente, se podría decir lo mismo de la extrema derecha republicana, que de tanto correrse a la derecha van a terminar ayudando a la izquierda.
Declaración de guerra. El último episodio de este patético enfrentamiento es la insólita columna del presidente del Partido Republicano, publicada en El Mercurio en la que acusa a Chile Vamos de ser una manga de oportunistas y cobardes.
- El texto es una declaración de guerra ideológica y estratégica contra la derecha tradicional, a la que le imputa haber traicionado principios fundamentales, no tener convicciones, y de llegar a acuerdos por ser débiles “o francamente de izquierda”.
- De no ser capaces de resistir el “asedio de lo políticamente correcto”. De llegar a acuerdos sin importar su contenido para “hacer buena letra con los medios de comunicación y la elite”.
- De ser “responsables del estado de paralización y retroceso de Chile, de colaborar con los intentos del gobierno de llevar al país a un destino diferente del que nos enorgulleció por cuarenta años”.
- Chile Vamos, para él, es un conglomerado que ha perdido su norte valórico y que está dispuesto a negociar temas intransables para la derecha.
- El tono sugiere que los Republicanos rechazan no solo la estrategia de diálogo de Chile Vamos. Además buscan deslegitimarlos como representantes de la derecha.
- El lenguaje de Squella resalta la dicotomía entre “principios” y “pragmatismo”. Republicanos serían los únicos defensores de una derecha coherente y fiel a sus valores tradicionales. Y Chile Vamos una coalición dispuesta a transar por conveniencia.
- Los Republicanos se alinean así con la extrema derecha global, como Vox en España y el Trumpismo que emplean narrativas similares para desacreditar a los sectores más moderados de la derecha. En el P. Republicano de EE.UU. se habla de los “RINO” (Republicans in name Only).
- Como Squella, acusan a sus aliados de ser cómplices del avance cultural de la izquierda, y se declaran la única alternativa genuina.
Negociando salidas. Lo anterior no es casual. Estamos en la recta final de la negociación de proyectos emblemáticos que definirán el legado del presidente Boric y, hasta cierto punto, la gobernabilidad de un eventual gobierno de derechas.
- Algunos de esos proyectos se han aprobado, como el Ministerio de Seguridad Pública, y los republicanos fueron los únicos que votaron en contra.
- Pero aún falta el tema de la reforma de pensiones, el proyecto más problemático, que toca las bases de un modelo económico en que el sistema de pensiones, basado en cuentas individuales, es fundamental.
- La idea de crear un sistema de reparto, incluso parcial, es un anatema para la mayoría de la derecha y “casus belli” para los republicanos.
- Sin embargo, Chile Vamos esta negociando salidas para despejar el tema antes de las elecciones presidenciales.
- Estas incluyen destinar un porcentaje del aporte empresarial a un fondo para igualar las pensiones de hombres y mujeres. También 0.5 puntos para financiar este beneficio que solo incluiría mujeres que estén cotizando y sigan en la fuerza laboral más allá de los actuales 60 años.
La pureza ideológica. ¿Cómo se puede explicar este maltrato a un aliado ad-portas de una elección presidencial y parlamentaria, en la que necesitan ir en una lista única para mantener su mayoría en el Congreso?
- Sabemos que su discurso es confrontacional y que buscan captar a un electorado descontento con la “clase política” tradicional, apelando a un liderazgo “incorruptible” y comprometido con “recuperar el Chile de antes”.
- Su intransigencia ideológica puede ser efectiva para consolidar de identidades políticas y movilizar a las bases. Pero dificulta la capacidad de respuesta ante problemas complejos que demandan soluciones prácticas y colaborativas.
- A eso se debió, en parte, el fracaso del proyecto de constitución elaborado por una asamblea en la cual republicanos tenía mayoría casi absoluta.
- La intransigencia refuerza las divisiones no solo entre bloques opuestos sino también con los aliados. Los partidos extremos tienden a rechazar alianzas con los moderados. Pero se requiere flexibilidad para gobernar y responder a las demandas de la ciudadanía.
Matthei versus Kast. La prioridad del P. Republicano es perfilarse, consolidarse y crecer. Superar a Chile Vamos en el liderazgo de la derecha, consciente de que no encabezará el próximo gobierno.
- La unidad no es su prioridad. Su “adversario” sigue siendo Chile Vamos, como lo demostró en las elecciones de alcaldes y gobernadores. Por eso no tienen el más mínimo interés en negociar nada con el gobierno actual.
- Todo lo contrario de Chile Vamos, que tiene una alta probabilidad de llegar a la Moneda el 2025 con Evelyn Matthei. Por eso le interesa resolver los temas más candentes y para eso está dispuesto a hacer concesiones razonables.
- El primer desafío de Evelyn Matthei será derrotar a José Antonio Kast en la primera vuelta; para lo que requiere de un porcentaje importante de votos del mundo independiente, liberal y más progresista, que no se identificad con el gobierno actual y estuvo por el rechazo en el plebiscito constitucional.
- Sobre todo, ante la posibilidad de que haya más de dos candidatos de derecha en primera vuelta. El partido Social Cristiano anunció que prepara una primaria y el diputado Johannes Kaiser también ha manifestado voluntad de competir.
- Dicen que dios castiga, pero no a palos y, en una de estas, las destempladas descalificaciones de los republicanos podrían terminar ayudando a Matthei a conseguir el voto moderado que tanto necesita. (Ex Ante)
Jorge Schaulsohn