¿Por quién votarán los ciudadanos?-Alejandro Alarcón

¿Por quién votarán los ciudadanos?-Alejandro Alarcón

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A días de la contienda electoral del 21 de noviembre, reapareció la violencia en la llamada Macrozona Sur. Versiones de testigos, incluso reportes de prensa, indican que ese día fuerzas del orden y de la Armada fueron emboscados por individuos encapuchados, utilizando armamento de guerra de grueso calibre. La respuesta del gobierno fue la reposición del estado de excepción constitucional, esta vez con nutrido apoyo del Parlamento.

Esto no resulta sorprendente, porque en meses y semanas anteriores había ocurrido lo mismo. La diferencia es que ahora aquellos fueron repelidos con armamento equivalente, causando la muerte de al menos un comunero mapuche.

Las declaraciones de la presidenta de la Convención Constitucional, quien calificó estos hechos como de características racistas, son extemporáneos porque hay una investigación en curso sobre el origen de esta violencia y corresponden más bien a un acto de propaganda emitida por Elisa Loncón, que continúa desprestigiando a la entidad encargada de redactar una nueva constitución. Suponemos que el día que se aclaren estos hechos, tendrá que decir algo al respecto.

Tenemos entonces otra manifestación de violencia extrema en el país, la que de acuerdo a varios sondeos de opinión ha cansado y atemorizado a importantes segmentos de la opinión pública, los cuales comienzan a distanciarse nítidamente de aquellos que la amparan, y ciertamente también de los que guardan silencio frente a ella. La trayectoria de la carrera presidencial es una muestra de aquello, y las declaraciones de la diputada Andrea Parra, del PPD, representante de la zona, quien culpó a las autoridades, parodiando a Elisa Loncón, por la violencia, pero agregó que entendía el temor de la ciudadanía, frente a la violencia, a sabiendas que su posición puede pasarle la cuenta durante el próximo concurso electoral.

Los desequilibrios incubados en la economía, sobre todo aquellos derivados de los retiros de fondos desde las cuentas privadas de ahorro previsional, continúan distorsionando precios claves de la macroeconomía, como son las trayectorias de la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio. Sorprende entonces que conocidos parlamentarios insistan en promover este tipo de retiros a sabiendas que causan severos daños a la ciudadanía. Sin embargo, cuando son emplazados, rehúyen su responsabilidad, con la expectativa que los afectados nunca se enteren de los efectos que han provocado en el bienestar de la gente.

He comprobado cómo aquellos políticos que impulsaron los retiros ahora culpan en masa a la inflación internacional, que ciertamente ha influido en el crecimiento de los precios, pero corresponde a un impacto menor -he calculado 1/3-;y por tanto el mayor impacto proviene del sobrecalentamiento de la economía, a lo que los retiros han influido poderosamente.

Es cierto también que el apoyo fiscal ha influido, y que era inevitable dadas las restricciones de movilidad que impuso el Estado para enfrentar la pandemia. Si no te dejan trabajar, es justo que te compensen.

Creo que los retiros solo benefician a los políticos, que los utilizan como soporte de sus campañas de reelección parlamentaria, y aquellos que por razones ideológicas quieren destruir el mercado de capitales chileno. Los ciudadanos ya están experimentando la falta de financiamiento hipotecario, el cual es más caro y a menores plazos. Generaciones completas han quedado al margen de ese financiamiento, y las tasas de interés han retrocedido 20 años, después de haber tenido las tasas más bajas de la historia, con abundante y competitivo financiamiento.

Mientras tanto, comienzan a verificarse los efectos de la inestabilidad política, de los desequilibrios señalados sobre el crecimiento del PIB del próximo año, en un contexto de salida de capitales, y menguado interés por invertir. Mi proyección para el próximo año es un crecimiento cercano al 1%, sin descartar una recesión y un aumento de la pobreza en la sociedad. Esto afectará a los nuevos habitantes de La Moneda, independientemente de quién gane las elecciones generales del próximo 21 de noviembre. (El Líbero)

Alejandro Alarcón

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