El presidente ucraniano, Petró Poroshenko,aseguró hoy que el conflicto en el este de su país no se cerrará hasta que Occidente aporte «apoyo militar» a Kiev para combatir a los rebeldes prorrusos, mientras el presidente ruso,Vladimir Putin, asegura que Moscú «no piensa librar una guerra contra nadie».
Poroshenko realizó estas declaraciones en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), el «Davos de la defensa», donde subrayó que Ucrania precisa «apoyo práctico sólido» en los ámbitos financiero, material «y también militar» para superar la crisis.
Al mismo tiempo, el presidente ucraniano mostró los pasaportes de soldados rusos, para demostrar la «agresión y la presencia de tropas rusas» en su país en apoyo a los separatistas prorrusos.
«He traído los pasaportes y documentos de identidad militares de soldados rusos, de oficiales rusos que están en nuestro territorio (…). Es la mejor prueba de la agresión y de la presencia de tropas rusas», declaró en Múnich.
«Tanques rusos, blindados, lanzacohetes múltiple y municiones pululan» en la frontera entre los dos países, denunció. Tanques rusos «repletos de municiones matan a mis soldados, matan a civiles ucranianos», aseguró.
El presidente ucraniano se posicionó así en el controvertido debate de los últimos días entre Estados Unidos, que aboga por armar a Kiev, y el eje franco-alemán, que exige seguir apostando por la vía diplomática para alcanzar una solución pacífica.
Poroshenko argumentó que «la falta de armas» ya se ha demostrado ineficaz a la hora de atajar el conflicto en el este de Ucrania.
Además, señaló que su país tiene derecho a recibir asistencia militar de sus aliados occidentales porque Rusia ha violado el Memorando de Budapest de 1994.
Por este acuerdo Ucrania renunció a su extenso arsenal nuclear y Rusia, Estados Unidos y Reino Unido se comprometieron a respetar y defender la integridad territorial de la ex república soviética, un pacto ignorado por Moscú al anexionarse Crimea y apoyar a los prorrusos en las dos provincias rebeldes del este de Ucrania.
Por eso, «tenemos derecho a recibir armas no letales», consideró el presidente ucraniano.
Poroshenko afirmó que el conflicto debe ser resuelto de forma duradera y no ser «congelado» porque, alertó, las soluciones temporales no funcionarán.
Así establecía la postura de Kiev con respecto a la opción de un plan internacional para «congelar» la crisis con tropas de pacificación, al parecer una de las propuestas que se barajan en la actualidad.
Rusia no quiere librar una guerra contra nadie
El presidente ruso Vladimir Putin dijo hoy que Rusia «no piensa librar una guerra contra nadie», un día después de haber dado su acuerdo a su homólogo francés François Hollande y a la canciller alemana Angela Merkel a un proyecto de plan de paz para Ucrania.
«No pensamos librar una guerra contra nadie, esperamos cooperar con todos», dijo Putin, citado por la agencia Interfax.
Hollande afirmó poco antes en Francia que el plan de paz para Ucrania es «una de las últimas oportunidades» para evitar la «guerra».
Sin embargo, en Moscú no se filtró ninguna información sobre el contenido del proyecto de acuerdo el viernes por la noche entre Hollande, Merkel y Putin. Por lo tanto, resulta difícil calibrar el éxito de las negociaciones y la viabilidad de un eventual plan de paz, según los analistas.
«Gracias a Dios, no hay guerra. Pero hay un intento de frenar nuestro desarrollo por diversos medios», dijo Putin, que hablaba ante una delegación de sindicalistas rusos en Sotchi, al sur de Rusia.
«Hay un intento de ‘congelar’ el orden mundial actual, con la existencia de un único dirigente, que se ha instalado en las últimas décadas tras la caída de la Unión Soviética» agregó, en alusión a Estados Unidos. «(…)Semejante orden mundial no puede convenir a Rusia», aseguró el presidente ruso. (La Tercera-EFE-AFP)