Preocupación en la NM por financiamiento político de SQM

Preocupación en la NM por financiamiento político de SQM

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Por estos días, la otrora estatal Soquimich (SQM) se ha convertido en sinónimo de una enfermedad contagiosa con la que nadie quiere cargar. Sentimiento que invade especialmente a la Nueva Mayoría, donde se observan con nerviosismo los posibles alcances de la investigación que lleva el fiscal Carlos Gajardo en torno al Pentagate.

No es para menos: en el mundo político es un secreto a voces que más de un parlamentario –especialmente en el norte del país, donde se ubica el corazón de los negocios de la compañía– ha recibido financiamiento de SQM para sus campañas, ya que el dueño de la compañía, Julio Ponce Lerou, habría sido muy generoso con la Nueva Mayoría (NM) a la hora de aportar recursos para las últimas elecciones de 2013, apostando a mejorar su complicada situación por el Caso Cascadas, que en 2014 le valió una multa de US$ 70 millones por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).

Por esto, desde que apareció la veta de SQM en el marco de la investigación del Pentagate y el financiamiento de campañas políticas, en la NM reconocen –en los distintos partidos– que se percibe “un clima de preocupación” en las filas del conglomerado oficialista. En ese contexto –precisan desde la DC– el nerviosismo es natural, pues ha quedado claro, a la luz del Pentagate, que “ya cayó la UDI y es evidente que harán lo que sea para no caer solos”.

En la Nueva Mayoría explican que la preocupación no pasa por que existan ilegalidades como en el caso de la UDI con Penta, pero sí les preocupa que figuras del oficialismo aparezcan públicamente vinculadas al financiamiento de empresas, en este caso SQM. “La gente a estas alturas no hace la diferencia entre financiamiento reservado, que es legal, y delitos. Ven todos los casos por igual, en el mismo saco y eso es peligroso”, precisó un alto dirigente de la falange.

En las últimas semanas, coincidentemente con la aparición de SQM en la investigación del fiscal Carlos Gajardo, se ha instalado en las filas de la Nueva Mayoría la versión de que algunos personeros aspiran a que La  Moneda ponga un cortafuego para que el caso Penta no termine manchando ni salpicando a todos los sectores políticos.

“Son gestiones personales de gente influyente del mundo DC especialmente”, precisó un asesor de Palacio sobre el tema, recalcando que no existe una petición institucional de dicho partido, sino que más bien hay figuras que buscan que la actual mesa directiva plantee el punto en el seno de La Moneda.

Agregan que el objetivo es tratar que, desde el gobierno, se marque un límite, “que se avance sensatamente sin disparar a la bandada”.

Al respecto, en la Nueva Mayoría muchos dicen no saber de esas gestiones, aunque todos agregan que “no me extrañaría”, dado el nerviosismo imperante en el mundo político debido la compleja, delicada y cuestionada relación del dinero empresarial con la clase política. “Es algo que no está alejado de la realidad”, precisó un timonel de la coalición oficialista, mientras que uno de sus pares reconoció que sabe que “algo de eso hay”, pero que es un tema demasiado incipiente.

Desde la directiva DC aseguran que no existen gestiones de su partido con el gobierno y dudan que uno de los integrantes de la actual mesa “cometa un error de ese calibre”.

En La Moneda, en tanto, señalan que no tienen información al respecto y las autoridades de Palacio recalcan que “es muy difícil que un ministro de Estado pueda interferir de esa manera en la investigación, con el actual sistema procesal penal no existe espacio para eso”. En el gobierno agregan que en el caso Penta y especialmente en cuanto a las aristas que de este se desprendan, “es imposible tener un control de eso, lo de SQM es el mejor ejemplo, porque salió en medio de una declaración ante el fiscal”.

Pero la decisión del Servicio de Impuestos Internos (SII) de acotar la querella que presentó contra el ex subsecretario Pablo Wagner a julio de 2009, dejando fuera de la investigación las últimas campañas políticas, cierra las puertas al fiscal Gajardo para que investigue dicho período, lo que alivia el riesgo para la Nueva Mayoría de que aparezcan nuevos personajes de sus filas vinculados en esta oscura trama.

Decisión que –según fuentes cercanas al SII– “es una técnica para radicar toda la investigación en Wagner, por lo que se revienta el tema en forma acotada solo a Wagner y la UDI, dejando fuera a la Nueva Mayoría”.

EL FACTOR CORREA

La delicada situación que enfrentaba el ex yerno de Augusto Pinochet con el Caso Cascadas, lo hizo apostar por acercarse al mundo de la Nueva Mayoría en 2013, estrategia que no solo se habría materializado en la entrega de fondos a campañas, sino también incluyendo dentro de los directorios de las Cascadas a personeros ligados al conglomerado político.

Es así como reclutó a los socialistas Hernán Contreras, hombre cercano a Camilo Escalona, y a Fernando Bustamante, quien fuera parte del círculo de hierro del ex Presidente Ricardo Lagos.

El acercamiento tenía como objetivo evitar a toda costa que el entonces superintendente de Valores y Seguros, Fernando Coloma, sancionara antes de que asumiera el gobierno de Bachelet.

Su defensor en el caso fue otro cercano al mundo concertacionista, su amigo Darío Calderón.

Ponce Lerou también ha creado vínculos con un poderoso lobbysta ligado a la otrora Concertación: Enrique Correa, que es su asesor político desde hace años. Su empresa de comunicaciones, Imaginacción, tiene la cuenta de SQM.

A Correa se le da el crédito de haber logrado que la Comisión del Trabajo del Senado prestara atención al relato de Ponce respecto a que la gestora de fondos Moneda Asset y el ex Presidente Sebastián Piñera estaban involucrados.

El ex Mapu mantiene importantes nexos en el oficialismo. De hecho, son muchos los personeros que, luego de dejar sus cargos públicos, han encontrado espacio en su oficina, como son los casos del ex director de la Secom, Juan Carvajal, el ex ministro de Obras Públicas, Carlos Cruz, o el DC Moisés Valenzuela.

Sus niveles de influencia son transversales: las asesorías políticas de Correa son altamente demandadas y lo han convertido en un asesor universal y sin militancia, que puede trabajar para el bacheletismo, Ponce Lerou o Álvaro Saieh en forma paralela. Y ahora también en Penta. (El Mostrador)

 

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