Rosanna Costa y Pablo García son los nombres que están hoy sobre la mesa de La Moneda para suceder a Mario Marcel en la presidencia del Banco Central (BC). Si bien se esperaba que esta semana se resolviera, ya que es una potestad exclusiva del Presidente de la República Sebastián Piñera, y no debe pasar por el Senado, lo cierto es que la posibilidad de que el mandatario se inclinara por García puso en alerta a Chile Vamos y desató un fuerte reclamo hacia el gobierno, tensionando, de paso, las negociaciones que llevan al respecto la actual administración con Gabriel Boric.
En el oficialismo entienden que García es el candidato de Boric y, por ello, dicen que Piñera no puede dejar de gobernar hasta el último día y que, en ese sentido, concederle al presidente electo que escoja quién tendrá la presidencia del BC es de alguna manera renunciar a esas atribuciones, en momentos en que la derecha ya está golpeada por la derrota electoral.
“Piñera tendría que explicar muy bien el por qué, si no nombra a Rosanna Costa como presidenta del Central”, sostiene un alto dirigente del bloque. En el oficialismo no entienden cuál sería el trasfondo de esta negociación, considerando además que esta sería la segunda oportunidad que Piñera dejaría pasar la posibilidad de nombrar a un economista de su sector al mando del instituto emisor.
Por esta misma razón, en Palacio han tenido que hacer control de daños con el oficialismo transmitiendo que aún no está zanjado el nombre del reemplazo de Marcel, lo que esperaban se resolviera esta semana, pero que debido a que no hay acuerdo con Boric se ha ido dilatando.
Si bien Piñera no tendría por qué acordar con el presidente electo el nombre, en Chile Vamos sostienen que lo está haciendo porque “debe tener algún pacto” respecto a que, una vez que asuma Boric, no “persiga” a su administración. Esto, en todo caso, es desestimado en La Moneda, desde donde argumentan que Piñera sólo quiere hacer un traspaso tranquilo y tener “gestos republicanos”.
Piñera y Boric han conversado en más de una oportunidad para ver quién será el sucesor de Mario Marcel en la presidencia del Banco Central. Lo mismo ha hecho el titular de la Secretaria General de Gobierno, Jaime Bellolio, con Boric. Ambos han intentado encaminar la discusión para llegar a un acuerdo.
En La Moneda están dispuestos -dicen- a dar una señal republicana y concederle a Boric incidir en la definición de la presidencia del organismo o del cupo de consejero que dejó este jueves Marcel. Pero no las dos cosas. No están dispuestos a transar eso, aseguran.
Así, según afirman en Palacio, el Mandatario estaría más inclinado por la fórmula de nombrar a Costa y concederle a Boric el nombre del consejero. Esto último, en todo caso, deberá ser ratificado en marzo.
Pero el nombre de García no es sólo una idea que provenga del equipo del presidente electo, sino que en un sector del propio gobierno también lo miran con buenos ojos. Esto, considerando que podría tener una mejor llegada ante la Convención Constituyente, al ser una persona más ligada a la centroizquierda (entró bajo cupo PPD al Central), y así defender de mejor manera la autonomía del ente rector. García, doctor en Economía del MIT, ha sido consejero desde 2014, por lo que su nombramiento como presidente sería por dos años, hasta que acabe su período. Y su reemplazante debería ser nominado por Boric.
En cambio, si se nomina a Rosanna Costa, que es consejera del Banco Central desde enero de 2017, cuando llegó a completar el período que le restaba a Rodrigo Vergara como consejero, y se le renovó por 10 años en 2019, todavía le quedan 8 años. Por esto último, estaría como presidenta durante todo el período de Boric en La Moneda, ya que el cargo de titular del Central dura 5 años, con lo cual, recién el siguiente gobierno nombraría a un nuevo timonel del instituto emisor.
Que la presidencia del Banco Central sea parte de una negociación política no tiene tranquilos a los economistas cercanos al ente rector, ya que puede afectar precisamente lo que se quiere defender en la Convención Constitucional: la autonomía.
Y esa politización se ha visto reflejada en que el debate ya está instalado en discusiones a través de cartas o en las redes sociales. Una de ellas es la opinión que expresó en su twitter la Convencional de la UDI, Marcela Cubillos, quien dijo que “uno asume que Presidente Piñera nombrará a quién tiene hoy las mejores competencias para ser presidenta (R. Costa) y no va a renunciar a ejercer su atribución y cuidar autonomía del Banco Central”.
Este jueves en El Mercurio la exministra de la UDI, Isabel Plá, escribió que “en un gobierno de izquierda le haría bien a Chile que Rosanna Costa presidiera el Banco Central. Tal como, durante este gobierno, le hizo bien a Chile tener a Mario Marcel en esa posición. ¿pensar así será ingenuidad o excesivo sentido común?” Y el miércoles, el abogado UDI Gonzalo Cordero fue más allá con su crítica, señalando que “ha transcendido que al gobierno entrante no le agrada y por razones no profesionales, sino que por sus ideas seguramente muy ortodoxas para las nuevas autoridades. El gobierno actual, por su parte, tal parece que ha entrado en la dinámica de la negociación y el acuerdo realmente incomprensible”.
Desde el gobierno el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, afirmó en T13 radio que “nosotros quisiéramos hacerlo lo antes posible, pero obviamente no nos vamos a apurar en tomar buenas decisiones”.
Y enfatizó que “aquí corresponde que el Presidente tome una decisión acerca de quién es el próximo presidente o presidenta del Banco Central y lo mismo con un consejero que tenemos que enviarlo al Senado para que se apruebe”, añadió y aclaró que “más que negociación es conversación, nosotros estamos conversando, creo que siempre es bueno que conversen las administraciones”
El cupo que deja Mario Marcel le corresponde al Partido Socialista (PS) y eso al interior del partido lo quieren hacer respetar, por lo que ya le han comunicado al gobierno que el nombramiento debe mantener las distintas sensibilidades al interior del Consejo del Banco Central.
Así, son dos los nombres que están sobre la mesa y que el PS quiere impulsar. El primero se trata de la académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrea Repetto y, el segundo, la del economista y extesorero General de la República, Hernán Frigolett. En esta disputa, el nombre de Andrea Repetto generaría un mayor consenso entre el gobierno, el presidente electo y la oposición. (Pulso)