La pandemia ha impactado gravemente la estabilidad de las trabajadoras y trabajadores del mundo cultural, desnudando una precariedad histórica, asociada a la informalidad a la que han estado expuestos por décadas.
Como Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio hemos trabajado por apoyar al sector con todas las herramientas disponibles. A pocos días de desatada la emergencia realizamos una consulta para calibrar el impacto y levantar inquietudes del sector, que fue respondida por más de 15 mil personas. Además aliviamos cumplimientos de plazos, establecimos prórrogas y flexibilidades para proyectos en curso. También reorientamos nuestros programas y abrimos convocatorias para apoyar a artistas y creadores, y contribuir a la continuidad de espacios y organizaciones. Como la ley no nos permite entregar ayuda social, la Unidad de Intermediación Legal se ha dedicado a apoyar al sector, analizando y recabando los distintos beneficios del Gobierno que apliquen para los trabajadores de las culturas y las artes.
Creemos en el rol central que la cultura debe ocupar en la sociedad: es un motor para el desarrollo, la formación de las nuevas generaciones, la proyección internacional del país y la construcción de una democracia más sólida.
Destinar el 1% del presupuesto nacional a la cultura es un anhelo histórico al que Chile debe aspirar y con el que por cierto estoy de acuerdo. Lo que he señalado es que hoy no es factible por el complejo escenario que enfrentamos. A pesar de ello, nuestro presupuesto 2021 crece un 11,2%. Es el cuarto ministerio que más crece.
La cultura es un espacio de diálogo, encuentro y respeto por el otro. Los debates son necesarios para avanzar; en ellos se enriquecen ambas posturas y se obtienen logros que nos benefician a todos. Ese también es el rol de la cultura, tender puentes.
Uno de los focos del proyecto de Ley de Presupuestos 2021 precisamente es el cultural, ya que cuenta con un Fondo de Emergencia de $15 mil millones, para la reactivación del sector. Ya estamos trabajando en desarrollar procesos más simples y expeditos.
Además, crecen los Fondos de Cultura y los recursos para el Consejo de Monumentos Nacionales, apostando por más autonomía para las regiones. Aun así el 65% de los recursos van al sector cultural y artístico, y solo un 35% al patrimonio, otro reto en el que resta avanzar.
Los aportes al proyecto que surjan en la discusión parlamentaria sin duda contribuirán a fortalecer el sector cultural. (El Mercurio Cartas)
Consuelo Valdés Ch.
Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio