Si no ocurre una sorpresa, en una semana más Yasna Provoste Campillay (51) alcanzará el cielo de una carrera política que hace 13 años conoció el infierno con su elección como presidenta del Senado. Desde allí tendrá facultades para controlar parte de la agenda legislativa de un gobierno en minoría parlamentaria, al que le queda su último año, y eso arroja en la administración Piñera y en sus filas un pronóstico incierto, variando a sombrío, sobre si ella les hará las cosas muy difíciles o no.
Su nombre ha sido el epítome de la opositora irreductible a La Moneda, y cuando allá algunos la describen suelen decir que se le tiene temor y que rara vez o ninguna han logrado negociar algo con ella; no recuerdan que ni Gonzalo Blumel ni sus sucesores en la Segpres lo hayan conseguido. Otras voces dudan que desde la testera siga siendo igual y hacen ver que contadas veces no ha votado en contra. El asunto es que con este 2021 tan revuelto, un gobierno que va de salida y una futura convención constituyente que puede o no opacar al Legislativo, pero también con Chile Vamos y la oposición guerreando en varios frentes, el rol de la senadora por Atacama es una incógnita.
En ambas trincheras creen que pesa su historia, que esta vez parece tener una vuelta de tuerca que la ha colocado frente al mismo sector que la destituyó el 2008 del Ministerio de Educación, castigo (cinco años fuera de la política) del que volvió con motivos de sobra -creen los suyos y los ajenos- para hacerse famosa con ese perfil. El 2013, cuando llegó al hemiciclo de la Cámara después de ser electa diputada, todavía estaban allí algunos diputados UDI que habían sentenciado la acusación constitucional: entre ellos comentaban ese primer día de clases que ella no los saludaba.
Provoste, que comenzó su carrera como una de las ministras ‘regalonas’ de Ricardo Lagos (Mideplan 2004-2006), luego de que el entonces Presidente le tomara afecto luego de su paso como gobernadora provincial de Huasco, no se la ha hecho fácil ni al gobierno ni a la dirigencia de su partido, la DC, en estos tres años en el Senado con Piñera de Presidente. Desde la Comisión de Educación fue un muro bizantino contra el que se estrellaron varios proyectos de la primera ministra del ramo de este gobierno, Marcela Cubillos.
Ella había sido una de las promotoras de la acusación del 2008 y dos años después, junto a su marido, Andrés Allamand, quisieron convertir eso en un hito premonitorio de la derrota concertacionista del 2010 al dedicarle dos capítulos de La estrella y el arcoíris: cómo, después de 20 años, fue derrotada la Concertación (Aguilar, 2010), libro sucesor de El desalojo: por qué la Concertación debe irse el 2010 (2007). Aunque a Provoste se la ha oído comentar que ha superado lo del 2008, que en su alma no guarda rencor y que con Cubillos comenzaron tratándose bien al inicio de Piñera, Parte II (a la larga se enfrentaron igual), en ambos lados de la cancha siguen creyendo que el pasado es pesado. Como sea, la oposición le sacó en cara al gobierno el castigo a Provoste para la acusación contra Cubillos (2019), como ya lo había hecho en la que derribó a Harald Beyer (2013).
Cosa curiosa: en la DC aseguran que Provoste sigue comunicándose con el antecesor de Cubillos, Gerardo Varela. Que algunas veces intercambian mensajes relativos a materias de educación.
Con tanta ropa en el tendedero no extrañó en La Moneda que proyectos de Educación chocaran contra la muralla Provoste. En octubre del 2018 Cubillos se jugaba la carta del denominado “Aula Segura” y en Chile Vamos todavía recuerdan que la senadora lideró el rechazo al texto original: en la comisión especializada prácticamente le extirparon el corazón a la iniciativa y hasta le cambiaron el nombre (lo rebautizaron como “proyecto de ley que fortalece las facultades de los directores de los establecimientos educacionales en materias de convivencia escolar”). El Ejecutivo tuvo que gastarse en volver a negociar con sus adversarios al día siguiente.
En el bando gobiernista recuerdan que la Segpres de entonces tampoco consiguió que avanzaran otros proyectos, como uno de financiamiento estatal para la educación superior que buscaba con el CAE, y que -según estas versiones- la senadora no lo ponía en la tabla de la comisión cuando la presidía. “Nunca se pudo negociar nada con ella”, aseguran testigos de ese sector.
Pero en ocasiones Provoste ha abierto juego, reconocen. El ejemplo que más mencionan en el gobierno ocurrió en diciembre, cuando tras un tenso tira y afloja lograron que el Senado visara la nominación de Natalia González en el Consejo Directivo del Consejo para la Transparencia (CPLT). La abogada tuvo en contra el rechazo opositor, porque es directora de Asuntos Jurídicos y Legislativos del Instituto Libertad y Desarrollo, pero la senadora atacameña no se opuso y votó a favor. Entonces les retrucaba a sus pares que si no habían trabado antes la llegada al CPLT de Jorge Jaraquemada, director ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán, entonces para qué vetar a González. Provoste, además, cree que hay que abrir espacios de paridad de género.
EL PRONÓSTICO UDI
Con este rayado de cancha, la duda en La Moneda persiste. El Senado pronto votará en sala -en unas dos o tres semanas, calculan en el Ejecutivo- el complejo proyecto de reforma a las pensiones que tanto enfrenta a ambos bandos, y sigue pendiente la ratificación del acuerdo comercial TPP-11 (la saliente Adriana Muñoz lo dejó en manos de la próxima mesa). La pregunta del Ejecutivo es si la inminente presidenta del Senado usará o no sus atribuciones para ordenar la tabla al antojo opositor, dejando bien abajo las urgencias del Ejecutivo. Provoste y el ministro Segpres, Juan José Ossa, no se conocen mucho, algo se trataron cuando él era el subsecretario de Cristián Monckeberg.
Los que conocen a Provoste no muestran mucho sus cartas, pero hacen ver lo siguiente. Que ella está por el diálogo y no por la obstrucción porque sí, pero que espera que La Moneda tenga una conducta equilibrada ante las demandas ciudadanas, y que piensa que la función republicana del Poder Ejecutivo no se puede entender como tratar de anular al otro. Que ella está por conversar, pero que si Palacio intenta imponer algo no les va a ir muy bien.
La senadora es conocida por su mirada bien crítica al desempeño del gobierno durante la pandemia y cree que debe hacer más por asistir a la población. Ayer pidió que el Ministerio de Educación informe sobre las falencias de los planteles que han reiniciado las clases. Y cuando el Presidente Piñera dejó hablando sola en La Moneda a Adriana Muñoz, acusó que “el diálogo honesto y constructivo requiere respeto, una palabra que el Presidente @sebastianpinera parece desconocer. Su gesto machista e irrespetuoso lo devela en plenitud”.
En La Moneda no desconocen que la mano se les puede venir adversa con esta nueva contraparte, pero abrigan esperanzas. Una de ellas apunta a que el rol de Provoste en la testera se balancee con el del senador Jorge Pizarro -su más probable acompañante allí-, quien pese a ser también un duro detractor del Ejecutivo ha negociado y llegado a acuerdos con él. Los dos son muy cercanos, pero más de alguna vez han intercambiado diferencias de óptica en sus conversaciones, sin llegar a chocar. Ambos han formado algunas veces una especie de minibancada, en ocasiones con el senador Francisco Huenchumilla, dentro de la bancada DC, lejos de las posturas de la senadora Carolina Goic. Con Ximena Rincón ha coincidido en casos.
Los aliados de Provoste explican que la decisión de empujar su llegada a la testera (Pizarro se hizo a un lado) también busca dar varias señales en este año crítico. Una es a la oposición, en el sentido de reivindicar un perfil más nítido, de intentar buscar cohesión pese a su fractura (Provoste mantiene buenos lazos con frenteamplistas, como el senador RD Juan Ignacio Latorre). Otra es a la DC, una especie de mensaje de que se está en contra del partido que el 2017 se fue por el camino propio con Goic, aventura que terminó mal: este punto, dicen, quieren remarcarlo en momentos en que pronto se resolverá si Ximena Rincón repite o no ese guion (ha dicho que no). Además, Pizarro y Provoste no tienen las mejores migas con el jefe DC, Fuad Chahin.
Y la otra señal es a La Moneda, dicen los íntimos de ella: que no crean que pueden seguir tratando con “desaires” a la oposición en el Senado.
Lo curioso es que en el gobierno, e incluso en la UDI, quieren creer que pese a todo, esto puede transcurrir en paz si es que -dicen- la nueva presidenta del Senado prefiere asumir el salto a ser “mujer de Estado” como la segunda autoridad del país, en vez de seguir siendo una opositora irreductible. Piensan que tampoco le conviene estirar mucho el elástico con la dirigencia DC en este año electoral. Pero otra duda en Palacio es si es que buscará evitar, tratando de ser protagonista, que la constituyente opaque al Parlamento.
Como conocedor casi por antonomasia del Congreso, el exministro Segpres y hoy senador UDI Claudio Alvarado cree que “Yasna Provoste marca con fuerza sus diferencias con las posiciones del gobierno. Pero al mismo tiempo, creo que tiene clara la distinción entre su rol como senadora de regiones y su rol institucional como presidenta de la corporación. Sumado eso a que ella no va a la reelección este año, creo que puede mostrar un rol institucional marcando sus puntos, pero respetando la posición del Senado en su conjunto”.
¿Su pronóstico? “Siempre es posible conversar y buscar consensos. La ventaja que uno tiene con Yasna Provoste es que uno conoce su posición de antemano, por lo tanto, no hay sorpresa de eventuales cambios de decisiones. Por lo tanto, conociendo las posturas y enfrentándolas con ciertos argumentos, creo que al final del día se puede avanzar. No con facilidad, pero se puede avanzar”.
20 DATOS SOBRE PROVOSTE
La DC confirmó a Yasna Provoste como carta para presidir el Senado en 2021. Partidaria del fin de las AFP, del indulto a reos del 18-O, y de posturas más a la izquierda en la DC, ha desplegado duras críticas al Gobierno: “Cuando se pacta con la derecha, la derecha es la que gana”, ha dicho, citando a Tomic. Tras reponerse de su destitución como ministra en 2008, vivió después en Canadá y de regreso a Chile retomó su rápido ascenso en política.
- Hija de microempresarios de Vallenar: Provoste (51 años, casada, 2 hijos) nació en esa comuna. Hija de Carlos Provoste y Nelly Campillay, microempresarios de buses. Estudió en liceos de Vallenar, y el Internado Nacional Femenino de Santiago, y luego Pedagogía en Educación Física y un magíster en Administración Educacional en la U. de Playa Ancha en Valparaíso.
- DC desde los 14 años: Entró a militar como dirigente escolar. Estuvo en centros de alumnos y federaciones de estudiantes, al igual que en la universidad.
- Rápido ascenso al Mineduc: Provoste regresó a su tierra natal y asumió cargos regionales en la Concertación. Con Frei Ruiz-Tagle fue gobernadora de Huasco, a los 28 años. Lagos la mantuvo y luego la nombró Intendenta. Hasta entonces no se le asociada a alguna facción nacional DC: su trayectoria la ha hilvanado desde su región y a pulso, afirman en la DC. Lagos la nombró luego ministra de Planificación (a los 36), y en Bachelet 1, la profesora de Educación Física fue nombrada ministra de Educación, en medio de la revolución pingüina.
- Su destitución como ministra: Su gestión empujó el reemplazo de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), demandada por escolares. Pero estalló el Caso Subvenciones -Contraloría detectó desórdenes financieros en la seremi por $262 mil millones-, y la centroderecha presentó una acusación constitucional por negligencia en la ejecución las leyes. Provoste pensó en renunciar -el entonces diputado J. A. Kast había transmitido al DC Gabriel Silber que si lo hacía, retiraban la acusación-, pero Bachelet le cerró esa puerta: se oponía a remover ministros a gusto de la oposición. Provoste terminó inhabilitada 5 años para ejercer cargos públicos.
- Autoexilio en Canadá: Tras la acusación constitucional desapareció de la política y se fue a Canadá, a desarrollar investigación académica en un pueblo cerca de Ottawa. “Vivíamos en un departamento pequeño, lo que podíamos pagar. Mis niños compartían pieza. Yo le decía a mi marido que era como un reality”, ha dicho.
- Regreso a la política: De regreso a Chile postuló en 2010 a la presidencia regional DC, con la mira puesta en retornar en 2013 a la política como candidata a diputada. En la DC era un comentario obligado su resiliencia y perseverancia. “Tengo fuerza para rato y mucho por hacer. Quisieron sacarme y aquí estoy, de vuelta”, dijo ese año. Y hoy la candidata presidencial DC Ximena Rincón afirmó: “Es una mujer resiliente, que se sobrepuso a 1 sanción injusta”, al presentarla oficialmente como la carta DC en el cupo que les corresponde en el acuerdo de la oposición en el Senado, lo que deberá ser refrendado por sus pares la próxima semana.
- Perfil territorial: Salió electa diputada por Vallenar con una alta votación (43,6%), doblando a la derecha. Postuló al Senado en 2017, y salió primera mayoría nacional (34,25%). Sus equipos lo atribuyen a que prioriza su agenda territorial en la zona por sobre temas nacionales, al punto que muchos senadores pasan días sin poder ubicarla cuando está en su zona.
- Reivindica sus raíces diaguitas: Suele mencionar su ascendencia diaguita (de su familia materna, los Campillay, originaria de su región). “Me siento súper orgullosa de mi origen diaguita. En la cultura molle todo se pintaba blanco y negro, y cuando llega la cultura diaguita, introduce color, que tiene que ver con cómo uno ve la vida, con optimismo. Yo soy así”, dijo a T13 en 2017, en medio de su campaña senatorial. Francisco Vidal, compañero de gabinete, recordó en 2013: “Ella resaltaba su carácter de parada de la hilacha y su orgullo de venir de una etnia”. Y hoy Rincón recalcó: “Por 3ra vez una mujer presidirá el Senado, pero por primera vez lo hará una representante de pueblos originarios”.
- Opositora a acuerdos con el Gobierno: Apenas llegó a la Cámara Alta se perfiló como férrea opositora a negociaciones de sus pares opositores con La Moneda. A 7 días del inicio del segundo gobierno de Piñera, criticó a quienes planteaban un rol opositor constructivo: “El Gobierno solo ha dado titulares. Anticipar que estamos de acuerdo no tiene sentido. Oposición sin apellidos”. Cuando se discutía el segundo retiro del 10% de las AFP rechazó las tratativas de Carolina Goic (DC) y Juan Pablo Letelier (PS) para un acuerdo con el Gobierno en pensiones y llamó a aprobar algo distinto a esa “cocina neoliberal”.
- Estilo frontal: Partidaria del fin de las AFP, emplea un lenguaje severo en sus críticas. Cuando se aprobó el primer 10%, afirmó que la reforma previsional no debía estar “al amparo de los grandes grupos económicos y su insaciable necesidad de utilidades”, y que la “pandemia ha desnudado lo que se ocultaba tras un marketing (del Gobierno) de las clases medias y el mejor sistema de salud: la privatización de los derechos sociales y económicos, en un país desigual”.
- Indulto a presos del 18-O y nacionalización de fondos de pensiones: Son proyectos que ha patrocinado Provoste en el Senado, resultando ambos controvertidos. El primero perdió piso político tras críticas generalizadas de la Fiscalía y Corte Suprema, al punto que Isabel Allende (PS) se desmarcó. No así Provoste, que ha insistido. El segundo, deroga el decreto que crea las AFP, y ha sido calificado por economistas como una nacionalización de los fondos.
- Inquietud en La Moneda: Su nombramiento -que ya cuenta con los apoyos de su bancada en el cupo DC de este año– preocupa en el Gobierno, con miras al complejo desafío de sacar adelante reformas en un año electoral, con la instalación de la Convención Constitucional. También hay dudas en la oposición, por lo que sus pares DC le habrían transmitido que debe ser prudente en su rol institucional, comentario que ha recogido la senadora. “Ella se va a comportar como mujer de Estado”, afirman. A la espera de asumir el cargo, hoy evitó referirse a si pondrá en tabla el TPP-11, una de las primera decisiones que deberá tomar.
- Del ala progresista DC: Admiradora de Radomiro Tomic –entre sus frases favoritas cita “cuando se pacta con la derecha, la derecha es la que gana” y la “unidad social y política del pueblo”- se sumó a la disidencia al exlíder DC Ignacio Walker en 2012. El sector tomó vuelo con los triunfos senatoriales de Provoste, Francisco Huenchumilla y Ximena Rincón en 2017, que Provoste atribuyó a su crítica al camino propio de Carolina Goic. Y en 2018 se perfiló como opositora a los acuerdos de Fuad Chahin con el Gobierno.
- Cercana a la izquierda: Defiende a toda costa la unidad de la DC con la izquierda, la que impulsará en su gestión. Organizó en 2018 en el Senado un acto para los 30 años del No al que invitó al PC, luego de que Chahin había propuesto excluir a ese partido. Sus apoyos en su zona trascienden a la DC -en 2017 las bases PS la respaldaron desobedeciendo a su directiva-, y es cercana a senadores de izquierda, como Juan Ignacio Latorre (FA), y los PPD Guido Girardi y Adriana Muñoz.
- Derrota a Gutenberg Martínez: En 2018 postuló a consejera nacional DC. Por primera vez competía a un cargo del nivel central. La expectativa interna era que el más votado sería el histórico Gutenberg Martínez -quien entonces tenía fuerte control en el partido-, quien retornaba a cargos en la DC. Pero Provoste sorprendió con la primera mayoría, y fue el inicio de la pérdida de influencia de Martínez, que terminó con su renuncia a la DC.
- Críticas a Bachelet: En la segunda administración de la ex Presidenta, Provoste rechazó la reforma previsional por considerarla insuficiente; dijo que los cuestionamientos de la derecha a su proceso constituyente “paralizaron al Gobierno”; y criticó el acuerdo con Chile Vamos para la gratuidad: “Traerá costos”.
- Detallista: Así la definen sus equipos. Estudia en forma rigurosa los proyectos, en ocasiones haciendo sucesivas correcciones.
- Controversia por puntaje en PAA: Recuerdan en la DC cuando en el Mineduc afirmó en TV que sus puntajes en la prueba de admisión universitaria habían superado los 600 puntos. La rebatió el diputado DC Gabriel Ascencio: reveló públicamente sus puntajes (544 en Matemáticas era el mejor). Ello gatilló la molestia de Provoste: era un ajuste de cuentas del diputado, a raíz de que una gira de ella a Los Lagos -región de Ascencio- que había realizado con el ex senador Camilo Escalona. Se defendió afirmando que de la universidad salió con promedio 6.3.
- Deportista y lectora: Fue campeona nacional de gimnasia y es “futbolera”: participaba habitualmente en el partido femenino de la Teletón, su franja senatorial la mostraba anotando goles, y no se pierde partidos de “La Roja”. En sus vacaciones aprovecha los paisajes de Atacama y la lectura. En 2020 leyó “Lo mucho que te amé”, de Eduardo Sacherí. “Es mi faceta dulce”, bromeó entonces.
- Religiosa: Es católica y cuasimodista. A veces reza en la capilla del Congreso y en la DC recuerdan que cuando debió abandonar su oficina del Mineduc al ser suspendida cuando la Cámara aprobó la acusación, se dirigía todos los días a un convento en calle Ejército como su centro de operaciones. (La Tercera-Ex Ante)