El príncipe Harry y la ex actriz Meghan Markle lograron dejar atrás las polémicas que marcaron la semana previa a su boda, y hoy contrajeron matrimonio en una ceremonia marcada de simbolismos y a ratos relajada, en la capilla St. George del Castillo de Windsor.
Varias horas antes del inicio del inicio del matrimonio, miles de personas repletaron las calles de la localidad ubicada a unos 34 kilómetros al oeste de Londres, esperando ansiosos ver la llegada de los invitados y, por supuesto, de los novios.
La presentadora estadounidense Oprah Winfrey; el cantante James Blunt; el actor George Clooney y su esposa Amal; el ex futbolista David Beckham y su señora, Victoria; el cantante Elton John, y la tenista estadounidense Serena Williams, fueron solo algunas de las celebridades que asistieron al matrimonio del hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida Diana.
Alrededor de las 11:00 horas locales (06:00 horas de Chile) comenzaron a llegar algunos de los miembros de la familia real, entre ellos Sarah Ferguson. La presencia de la ex esposa del príncipe Andrés, quien es muy cercana a William y Harry, sin duda llamó la atención y muchos especulan con que podría ser una señal de acercamiento con la familia de su ex marido.
Cerca de las 11:30 horas (06:30 horas de Chile), el novio y su padrino, el príncipe William, llegaron hasta la capilla de St. George. Ambos vestían elegantes trajes militares, específicamente uniformes de Blues and Royals, el segundo regimiento más antiguo del Ejército Británico.
Doria Ragland, la madre de Meghan; el príncipe Carlos y su esposa Camilla, duquesa de Cornualles; y Kate, duquesa de Cambridge, fueron de los últimos en llegar a la ceremonia, por supuesto antes de la reina Isabel II, que por protocolo debe ser la última invitada en arribar antes de la novia.
CORO GOSPEL Y SOLO DE VIOLONCELLO
Vistiendo un traje de seda con cuello bote de la diseñadora Clare Waight Keller, Meghan Markle llegó a la capilla St. George acompañada de dos pequeños pajes.
Como estaba previsto, la novia caminó sola por el pasillo y, a mitad del recorrido camino, fue recibida por su suegro, el príncipe Carlos, para acompañarla al altar y entregarla a Harry.
La ceremonia fue oficiada por el deán de Windsor, David Conner, junto al obispo de la Iglesia Anglicana, Michael Bruce Curry, y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Curry fue el encargado de realizar la homilía, la que centró en el tema del amor. Welby, en tanto, fue el encargado de tomar los votos matrimoniales de los novios.
Un momento de la ceremonia que llamó especialmente la atención fue la interpretación de la canción «Stand by me», de Ben E. King, por parte de The Kingdom Choir, un exponente tradicional del gospel.
Asimismo, una vez finalizada la ceremonia y mientras los novios se retiraron un momento a una sala ubicada a un costado de la capilla, el violonchelista Sheku Kanneh-Mason interpretó el tradicional Ave María de Schubert.
Una vez de regreso a la capilla, los novios y todos los presentes entonaron el God Save the Queen, la canción patriótica del Reino Unido, para luego abandonar el recinto tomados de las manos.
Los novios sellaron su enlace con un beso en las escalinatas de la capilla de St. George, y entre los aplausos y gritos del numeroso público presente.
Posteriormente, los duques de Sussex se subieron a una carroza Ascot Landau, tirada por cuatro caballos grises, y recorrieron por alrededor de 25 minutos las calles de Windsor.
Una vez finalizado el paseo, los novios regresaron al castillo para asistir al almuerzo oficial que la reina Isabel II ofrece en su honor. Luego de eso, posarán para las fotos oficiales y, por la noche, celebrarán su matrimonio con una fiesta organizada por el príncipe Carlos para 200 personas que tendrá lugar en la Mansión Frogmore. (Emol EFE)