Hace unas semanas se dio a conocer el séptimo Informe Mundial de la Felicidad 2019 elaborado por la ONU, que ubicó a nuestro país en el primer puesto de Sudamérica. Uno de los tres grandes pilares que consolidó a Chile como líder, fue la importancia de la pro-socialidad en virtud de la generosidad. Este término hace alusión a todos aquellos comportamientos que, sin la búsqueda de recompensas materiales, favorecen a terceros. Y, es aquí donde el voluntariado cobra gran protagonismo a la hora de alcanzar nuestro reconocimiento.
El reporte no da a conocer una conclusión única de nuestra buena posición como país, pero queda claro que el querer sumar voluntades para alcanzar una mejor sociedad es un atributo intrínseco en los chilenos: cada año nos unimos para superar la meta de la Teletón, levantamos ayuda frente a los desastres naturales y cada vez más compañías incorporan políticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Desde United Way Chile, hemos visto que, especialmente el fenómeno del voluntariado corporativo, ha permitido que no sólo se genere un sentido de participación positiva dentro de la comunidad, sino que también, se trasforme en un eje central para que las personas se conecten entre sí al estar dispuestos a donar su tiempo en beneficio de otros. Incluso, los colaboradores se han podido dar cuenta de la importancia que trae contribuir de manera armónica y sostenible al entorno que los rodea, para así disminuir las brechas de desigualdad educativa, social y económica.
A pesar de que la Encuesta Nacional de Voluntariado y Solidaridad 2018 manifestó que sólo un 11% de los chilenos realiza este tipo de actividades en la empresa donde trabaja, ya que no cuentan con tiempo suficiente, los jóvenes son los que están tomando cada vez más la iniciativa para incluirse en este tipo de acciones. Así lo confirma el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y la Dirección de estudios Sociales de la Universidad Católica (DSEUC), quienes aseguran que hoy un 16,5% de jóvenes entre las edades de 15 y 29 años participan en algún tipo de estas instancias.
Es inspirador ver cómo el voluntariado, desde cualquier arista que se tome, mueve a grandes masas. Y queda más que demostrado que participar activamente de esta actividad trae importantes beneficios, puesto que entre otros factores, fortalece la relación entre los compañeros de trabajo y aumenta la valoración que tienen con sus respectivos pares, generando un sentido de pertenencia y de orgullo al notar que todos se unen bajo una misma causa.
Sin duda, estas cifras son el reflejo del arduo trabajo que instituciones privadas como United Way Chile y muchas otras, han logrado llevar a cabo por varios años. Y, a pesar de haber notado un incremento en participación, nuestro gran desafío pasará por seguir desarrollando, inspirando y motivando a nuestros líderes para que se creen mejores condiciones que promuevan un aumento de voluntarios en Chile, de manera que contribuyamos entre todos al desarrollo de una sociedad más justa y solidaria. (La Tercera)
Alejandra Fuenzalida