La bancada de diputados DC se reunió a almorzar con la ministra de la Segpres, Ximena Rincón. En la ocasión le entregaron un ramo de flores, en señal de respaldo tras la polémica suscitada entre la titular y el diputado PS Juan Luis Castro por la comisión investigadora del Caso Caval.
El almuerzo de coordinación es una de las tantas instancias en que La Moneda está tanteando los tiempos para impulsar la agenda de probidad que emane del Consejo Asesor Presidencial contra conflictos de interés, tráfico de influencias y corrupción.
La idea de la cita, revelan, es comenzar a generar un amplio consenso en 6 puntos: financiamiento público a los partidos, límites a los aportes personales, fin al aporte de las personas jurídicas, restringir la reelección de parlamentarios, modernización del Servel y auditorías a los conglomerados que reciban dinero estatal.
Aunque el plazo de trabajo se termina el próximo 24 de abril, la comisión Engel entregará sus conclusiones un día antes, según lo confirmó ayer la ministra Rincón.
La titular agregó que “estamos esperando el informe de la comisión para poder enviar el mensaje presidencial”, dijo en radio ADN.
Para iniciar el trámite, el lunes pasado, los ministros del comité político recibieron a los presidentes de las comisiones de Constitución y la de Probidad -recientemente creada-, y a los líderes de ambas cámaras.
CONSENSO
La idea de tener un apoyo relevante antes del trámite legislativo es -según relatan- porque las conclusiones de la comisión Engel no serán necesariamente mayoritarias. Incluso en el informe quedarán estipulado los votos de mayoría y minoría que se den frente a las iniciativas que emanen del grupo de expertos.
Según revelan fuentes que estuvieron en la cita, los parlamentarios entregaron un diagnóstico de los proyectos que ya están siendo tramitados en el Congreso, que llegarían incluso al centenar.
Así, una de las alternativas que se está barajando, de acuerdo a La Moneda, es presentar indicaciones a los proyectos ya existentes, aprovechando que muchos de ellos han pasado el primer trámite.
Este es el primer curso de acción para el Gobierno, que está siendo trabajado directamente con los integrantes de la comisión de Probidad. Para aquello la instancia parlamentaria debe elaborar un catastro con los proyectos que tengan el mismo espíritu y compartan la visión de esta administración, para fusionarlos.
En la segunda etapa está el impulso a las medidas administrativas comprometidas por Bachelet. Algunas ya se han presentado, como la que ordena que los ex Presidentes declaren su patrimonio de por vida. Otras están pendientes, como la actualización de las normas en materia del buen uso de bienes y recursos fiscales; o la precisión de las inhabilidades desde el sector público o privado.
La tercera apuntará a los resultados de la comisión Engel y la agenda que Bachelet decida impulsar, la que según algunos en La Moneda será dada a conocer al país en una cuidada puesta en escena, en la que se evalúa una cadena nacional.
ATASCOS
En la comisión de Constitución -por la que pasarán varios de los proyectos presidenciales- miran con cuidado un posible retraso en la agenda de la propia instancia.
El senador PPD Felipe Harboe pidió que el Ejecutivo haga un trabajo de ingeniería legislativa, que “se coordine entre el Senado, la Cámara de Diputados, y dentro de cada institución, en la comisión de Constitución, de Transparencia o de Gobierno Interior” para analizar los proyectos.
El senador Pedro Araya dijo que “lo que debiéramos tener es una agenda clara del Gobierno con los temas que se van a abordar y qué Cámara va a ver qué tema, porque hoy los proyectos de probidad y de calidad de la política están en distintos niveles de tramitación”.
Para algunos parlamentarios que integran la instancia, lo ideal es que este domingo, tras el cónclave oficialista (ver nota secundaria), emanen objetivos específicos para delinear el trabajo legislativo. (Pulso)