Aunque oficialmente desde el grupo Penta no se han referido a los rumores de venta del banco del mismo nombre, y a que comenzaron a circular versiones que apuntan a operaciones para dar señales de confianza al mercado, la verdad se encuentra adjuntada en un correo que recibieron varios banqueros durante esta semana.
Esto luego de que JPMorgan diera inicio formal al proceso para encontrar un nuevo controlador para la entidad financiera que actualmente es presidida por el ex canciller Alfredo Moreno.
Según comentaron quienes han recibido el archivo -luego de firmar un acuerdo de confidencialidad-, éste contiene únicamente información pública, y a diferencia de otros prospectos, no se fija una fecha para definir quienes pasarán a la segunda etapa para quedarse con la institución que tiene poco menos de 2% de participación de mercado.
Y aunque suene obvio que la razón que tendrían Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín es el escándalo que ha remecido al sector político y al empresariado, la verdad es que en estricto rigor no lo es tanto.
Después de todo, el superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Eric Parrado, ya ha dicho en todos los tonos que la entidad no tiene problemas de solvencia ni liquidez, aunque sí un riesgo reputacional. A esto se suma que en cuanto acudió a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, también señaló que si Délano y Lavin fueran condenados por los delitos que les imputará la Fiscalía Oriente, esto no constituye una causal en sí misma para quitarle la licencia.
Sin embargo, fuentes del sector afirman que en una industria en la que la fe pública es fundamental, y en la que el prestigio de los controladores puede influir en aspectos básicos de la operación, como por ejemplo el costo de fondeo, no es sostenible que ambos se mantengan como accionistas.
Por otro lado, aunque la Ley General de Bancos señala que el hecho de que sean condenados afecta al momento de solicitar una licencia bancaria, y no se refiere a cuando la institución ya está funcionando, altas fuentes de la industria señalan que, de todas formas, «el espíritu de la ley es uno», y aunque no lo señale explícitamente, no sería recomendable que se mantuvieran en la propiedad. Es por esto que según las mismas fuentes, ya se da por hecho que la enajenación ocurriría antes de que finalice judicialmente el caso para ambos empresarios. (DF)
