Las protestas contra el nuevo Gobierno de Perú crecían este domingo en el interior del país con manifestaciones y la convocatoria a un paro nacional contra la flamante presidenta Dina Boluarte, exigiendo su renuncia y la convocatoria a nuevas elecciones.
Las movilizaciones tomaron amplitud en varias ciudades del norte y sur andino por cuarto día en rechazo al Congreso y pidiendo además la liberación del ex Presidente izquierdista Pedro Castillo, destituido el miércoles 7 por el Congreso.
Miles de personas se movilizaron por calles de Cajamarca, Arequipa, Tacna, Andahuaylas, Huancayo, Cusco y Puno, según imágenes difundidas por las televisoras locales.
La situación es delicada en Andahuaylas, en la región de Apurímac, donde las protestas dejaron el sábado 16 civiles y cuatro policías heridos, se reanudaron los enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Unos atacaban con hondas y piedras, mientras que las fuerzas del orden repelían con gases lacrimógenos. En este escenario, la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) comunicó este domingo el cierre del aeropuerto de dicha ciudad debido a los desórdenes e incendio de parte de sus instalaciones por manifestantes.
Mediante un comunicado compartido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Corpac detalló que el terminal «viene sufriendo ataques y actos de vandalismo» desde la tarde del sábado, que han afectado la pista de aterrizaje y equipos indispensables para brindar el servicio de aeronavegación.
Asimismo, «han incendiado la sala de transmisores, la sala de combustible» y han cercado el terminal, donde se encuentran 50 efectivos de la Policía Nacional y trabajadores de Corpac, agregó la fuente oficial. En ese sentido, la compañía estatal pidió el refuerzo de la Policía Nacional en el lugar para poner a buen recaudo la vida de las personas que se encuentran «en calidad de rehenes».
La empresa hizo un llamado a la calma y a la sensatez a la población involucrada en los ataques al terminal porque ese hecho, indicó, retrasa el desarrollo económico de la región y trunca el traslado, por vía aérea, ante una emergencia de salud.
«PARO INDEFINIDO»
Mientras tanto, gremios agrarios y organizaciones campesinas e indígenas anunciaron un «paro indefinido» a partir del martes, sumándose a los pedidos de cierre del Congreso, adelanto de elecciones y una nueva Constitución, según un comunicado del Frente Agrario y Rural del Perú. El colectivo, que agrupa a una docena de organizaciones, reclama además la «inmediata libertad» de Castillo.
De acuerdo al Frente Agrario, Castillo «no perpetró ningún golpe de Estado» cuando el miércoles anunció el cierre del Congreso, la intervención de los poderes públicos y que gobernaría por decreto, lo que llevó a su destitución por el Parlamento y a la asunción de la jefatura del Estado por la vicepresidenta Boluarte.
En Lima el partido izquierdista Perú Libre convocó la tarde del domingo a una movilización desde la histórica Plaza San Martín, epicentro de las manifestaciones políticas en Perú.
La capital peruana siempre le dio la espalda a Castillo, un maestro rural y líder sindical sin contacto con las élites, mientras que las regiones andinas se han identificado con él desde las elecciones de 2021. El Congreso, dominado por la derecha, anunció que sesionará la tarde de este domingo para analizar la situación. (Emol EFE)