Se esperaba que el servicio de Transantiago que uniría a la capital con el Aeropuerto Arturo Merino Benítez estuviera listo para la llegada del Papa. Sin embargo, esto no fue posible. Y todavía no hay una fecha clara.
¿El motivo? una pugna entre el Ministerio de Transporte y el de Obras Públicas que impide que el proyecto avance. La diferencia radica en el sector donde se detendrán los buses, reseñó Emol.
El Ministerio de Transporte solicita que el paradero esté ubicado en la calle de salida del terminal a 100 metros del edificio principal, pero el Ministerio de Obras Públicas solicitó que la parada sea cerca del estacionamiento Pehuén, a casi 1 kilómetro del terminal.
Hay otra dificultad en relación con las empresas de transporte Centropuerto y Turbus, ambas con contratos vigentes con Nuevo Pudahuel, concesionario del terminal aéreo. El vínculo establece un recorrido exclusivo y coordinado entre ellas cada media hora, por lo que un nuevo recorrido de Transantiago significaría una merma en los ingresos de estas dos compañías.
El Mostrador/Agencias