Putin ofrece a EE. UU. transcripción de conversaciones

Putin ofrece a EE. UU. transcripción de conversaciones

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«Si el Gobierno estadounidense lo ve posible, estamos dispuestos a poner a disposición del Senado y la Cámara de Representantes una transcripción de la conversación entre Trump y Lavrov», afirmó Putin este miércoles (17.05.2017) durante una conferencia de prensa en Sochi con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

El mandatario restó importancia a la polémica acerca de si Trump había revelado información clasificada a Lavrov y afirmó que Estados Unidos atraviesa un período de creciente «esquizofrenia política».

Además, Putin bromeó y aseguró que debería haber reprendido a su ministro si realmente Trump le dio información confidencial, ya que Lavrov no le dijo nada al respecto.

«Tendría que haber una reprimenda, ya que no compartió esos secretos con nosotros, ni conmigo ni con los servicios especiales rusos», dijo el presidente ruso.

El mandatario también se mostró molesto por cómo en la actual situación política estadounidense se está sembrando cizaña con una retórica antirusa. «O no entienden que esto daña a su propio país, lo que significa que son estúpidos, o lo comprenden claramente, lo que significa que son peligrosos y corruptos», afirmó.

Tras el escándalo que surgió por los presuntos datos de inteligencia que Trump habría compartido con Lavrov, el presidente se defendió el martes alegando que tenía «todo el derecho» de compartir información en su encuentro en el Despacho Oval del 10 de mayo. Según Trump, solo proporcionó a Lavrov datos sobre terrorismo y seguridad aeronáutica.

Según los medios norteamericanos, Trump le contó a Lavrov y al embajador ruso en Estados Unidos sobre un plan terrorista de la milicia Estado Islámico (EI) de utilizar notebooks para perpetrar atentados en aviones. La información procedía al parecer de los servicios secretos israelíes. Rusia niega las informaciones.

El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Herbert Raymond McMaster, asegura que el presidente no puso en peligro ninguna fuente de servicios secretos y que las informaciones que compartió fueron «completamente aceptables».

Trump recibió críticas en este caso también desde las filas de su propio Partido Republicano. El nuevo escándalo llega en un momento en el que Trump ya se encuentra en el ojo del huracán por la destitución del director del FBI, James Comey. Además, la pasada noche se reveló que el mandatario habría pedido a Comey que dejase de investigar a su ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn. (DW, dpa, rtr, afp)

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