Es preciso tomar muy en serio la interrogante formulada por Eugenio García-Huidobro (domingo): ¿qué pasó con la página web de la fallida Convención de 2022? La pregunta es relevante no solo por el cumplimiento de las obligaciones jurídicas involucradas, relativas al traspaso de toda la información del caso —aún pendiente— al Archivo Nacional. Ocurre, además, que hablamos del hito político más relevante de las últimas décadas.
Baste recordar que el proceso constitucional de 2021-2022 surgió como la respuesta de las fuerzas con representación parlamentaria a la mayor crisis desde la restauración democrática; que el texto sometido a plebiscito el 4 de septiembre de 2022 (y sus partidarios) aspiraban a rehacer la estructura institucional, social y económica del país; y que tanto la campaña previa a esos comicios como el triunfo del Rechazo alteraron los alineamientos políticos de un modo inédito en el Chile posdictadura.
En consecuencia, es indispensable que todo el material relativo al proceso —incluyendo las reivindicaciones de la violencia del 18-O, de la plurinacionalidad y de tantas otras cosas— quede a disposición de los estudiosos y la ciudadanía en general. Urgen explicaciones de parte de las autoridades responsables de esta situación. Es de esperar que ella solo responda a una negligencia pronta a ser resuelta y no a un deliberado e injustificable ocultamiento de la información. (El Mercurio Cartas)
Claudio Alvarado R.
Director ejecutivo IES