Sí, vergüenza, junto con molestia y enojo es lo que no puedo dejar de sentir. La irracionalidad a que se está llegando, tanto en «la pelea» interna como en la externa escapa al más mínimo sentido común. La carencia de racionalidad y el egoísmo parecen no tener límites…
En el PDC podemos tener distintas versiones de cómo y por qué se terminó el debate racional al interior del partido y dentro de la Nueva Mayoría… Podemos especular que las primarias terminaron porque el PS «mató a su padre», previo a eliminar a sus propios candidatos con el sólo objetivo de dar apoyo a Guillier; podemos pensar que ir directo a primera vuelta, dejará al PDC con un importante disminución en su representación parlamentaria; podemos sentir que nuestros socios -salvo el PC hasta el momento- nos están «arrinconando»; podemos observar que la ley de primarias legales que tantos años y frustraciones costó aprobarla con el fin preciso de perfeccionar la democracia a la hora de elegir los candidatos de un partido o de una coalición, hoy día, la estamos farreando, mientras la utiliza la derecha y, el Frente Amplio recolecta las firmas para poder aprovecharla…
Pero no podemos, llegar a las amenazas a que estamos llegando, porque cuando el PDC es amenazado por sus socios de la Nueva Mayoría a que si no va a primarias presidenciales no habrá lista única en las parlamentarias, o bien, cuando el PDC amenaza de vuelta que si en agosto no hay lista parlamentaria única, no habrá apoyo a Guillier en el balotaje, si es él quien pasa a segunda vuelta, no sólo se están amenazando entre los partidos y dirigentes de la coalición, sino que todos aparecemos amenazando a los electores, o sea a quienes estamos pidiendo su apoyo e intentando ganar su confianza… Como si ellos -al igual que nuestros militantes y simpatizantes- fueran un «ganado» que sigue a los machos alfa o que son conducidos por un pastor o por un arriero, ayudados de perros o de caballos corraleros…
Estimados camaradas, no resisto dejarme llevar por amenazas ni contra-amenazas… Siento vergüenza de cómo se plantan nuestros socios con la amenaza de su parte y de cómo lo hacen nuestros líderes cuando lanzan la suya… El debate político no es una pelea de «pandillas» en la que quienes dirigen los partidos se creen dueños de los votos de sus militantes, simpatizantes y seguidores. Eso resulta totalitario y, por ende, inaceptable y repugnante.
Algo parecido ocurre al interior del Partido en que ya parece no haber debate… «Primarias» o «Primera vuelta». No hay más. No hay razonamientos serios -que sin duda los hay- para una u otra alternativa… Recuerdo a don Jaime Castillo quien, con tanta razón y firmeza, nos decía: «el Partido no es la sumatoria de grupos irreconciliables». Eso, concluía, es un «No Partido». El empecinamiento irracional que nos entrampa corresponde al «No partido» que hoy experimentamos en carne propia, en vivo y en directo.
No será raro, pues, que la respuesta de los electores será un castigo a toda la Nueva Mayoría…
Llamo a proyectar un poquito nuestra mirada e imaginar qué ocurrirá en los 6 meses que restan para noviembre, si la «pelea» entre socios se está iniciando con las amenazas que estamos empezando a ver ahora…
¿Qué pasará de aquí a noviembre?… ¿Seguiremos en el Gobierno?… ¿Tendremos que salir de él? O… ¿esperaremos a que nos echen?…
Y en lo inmediato, pensemos ¿qué pasará si el PC, levanta un candidato presidencial el martes 2 de mayo y lo inscribe para primarias y nosotros quedamos fuera de ellas?…
Camaradas, los llamo a que actuemos con cordura, con algo de racionalidad y con sentido común. Les recomiendo repasar nuestro Código de Ética que está en la web del Partido (www.pdc.cl – Trasparencia – Marco Normativo).
Y, no olvidemos que los partidos, sobre todo el nuestro por su inspiración humanista-cristiana, se debe al país y no se debe a sus dirigentes ni al partido mismo, como si éste fuera una empresa o un poder fáctico que busca satisfacer intereses propios o de sus militantes o de grupos de ellos, en lugar de servir a Chile ofreciéndole un proyecto de futuro.
Luis Eduardo Thayer Morel, Ex Secretario de la Comisión de Ética PDC
