Este jueves el Gobierno ingresó la esperada reforma tributaria al Congreso, con la cual busca financiar la mitad del programa de transformaciones que tiene en carpeta. La propuesta pretende recaudar el 4,1% del PIB, esto es cerca de US$ 12 mil millones, a partir del 2026. De ese total, el proyecto que se ingresó hoy buscará recaudar 3,15% del PIB, esto es el 77% del total.
¿Cómo se llega a los 4,1%? los cambios al royalty que ingresarían el próximo lunes aportarán en régimen 0,6% del PIB, mientras que lo restante deberá recaer en los impuestos correctivos, proyecto que se conocerá hacia fines de año.
La iniciativa ingresada modifica los impuestos a la renta, a las personas, crear un impuesto a la riqueza y busca reducir la elusión, evasión y las exenciones tributarias.
En el mensaje ingresado a la Cámara de Diputados se detalla que “la reforma tributaria hacia un nuevo pacto fiscal tiene, dentro de sus principales objetivos, el financiamiento responsable de otras reformas estructurales, como la ampliación de derechos sociales, la diversificación productiva y la descentralización. Además, esta reforma busca avanzar en justicia tributaria, esto es, que cada uno pague los impuestos que le corresponden; contribuir a aumentar la productividad de la economía; avanzar en eficiencia y menores costos de cumplimiento, apoyar a la clase media y las Pymes, y aumentar la legitimidad recaudatoria”.
En particular, dice el documento, el aumento en la tributación de las personas será destinado a la ampliación del Estado de Bienestar. Para ello, 2,9 puntos del PIB serán destinados al sistema de pensiones y al sistema de salud.
Además, se detalla que “cerca de 0,3 puntos del PIB serán destinados a fortalecer un nuevo Sistema Nacional de Cuidados”. Esto en vista de “la desigual distribución de los cuidados, especialmente tratándose de niños y niñas, personas mayores y personas con dependencia”.
“Esta reforma permitirá también avanzar en la realización de otros derechos sociales. Cerca de 0,4 puntos del PIB recaudados serán destinados a políticas de educación”, continúa el documento.
“La agenda de reducción de exenciones y combate a la evasión y elusión contribuirá a financiar el esfuerzo en la ampliación de derechos sociales y, además, a paliar una deuda que arrastramos hace años: aumentar la productividad y diversificar nuestra economía, con perspectiva medio ambiental y de manera descentralizada”, sigue el texto. A ello contribuirán los recursos del Royalty, proyecto al que, dice el texto, se perfeccionará mediante indicaciones.
Con lo anterior, 0,7 puntos del PIB serán destinados a políticas productivas y de investigación y desarrollo que buscarán dar dinamismo a la estructura productiva. “También habrá medidas para combatir la crisis climática y para contribuir a un acceso equitativo a la ciudad, como vivienda y transportes, y a potenciar la inversión en cultura”, dice el documento.
El proyecto ingresado es el llamado “corazón de la reforma” ya que incluye los impuestos a la renta, la riqueza, la disminución de la evasión y elusión y la reducción de las exenciones. En ese sentido, según reveló el informe financiero este proyecto busca recaudar 3,15 del PIB en régimen. Esto es hacia 2016. De ese total, la mitad, es decir, 1,6% recaerá en la disminución de la evasión y elusión.
Se detalló además en el informe que los cambios al impuesto a la renta explicarán el 1,07%, mientras que el impuesto a la riqueza rendirá en régimen 0,46% del PIB, la reducción de las exenciones 0,19% del PIB. Todas esas estimaciones se esperan que se concreten hacia 2026.
MARCEL CON LA CPC
En la reunión de hoy jueves entre las principales ramas de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y el Gobierno se enfatizó la necesidad de hacer efectiva la recaudación de impuestos sin perder el incentivo a la inversión.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, expuso los principales puntos de la reforma tributaria a los dirigentes de la CPC. Esto, con la intención de incluir las opiniones del sector empresarial en el proyecto del Ejecutivo.
Luego de dos horas de reunión, el presidente de la CPC, Juan Sutil, aclaró que aún no conocen a cabalidad los detalles de este reajuste. Sin embargo, desde ya enfatizó la necesidad de tener en cuenta la eficiencia en los cobros como un eje central.
«Siempre hay una incertidumbre y la experiencia en Chile es que todas las reformas tributarias que se anuncian finalmente les cuesta mucho recaudar. De hecho, la reforma tributaria de la presidenta Bachelet finalmente recaudó la mitad de lo que esperaba y las anteriores también ha pasado lo mismo, y eso no significa que en esta no pueda suceder. Lo importante es hacer bien las cosas”.
Clima de incertidumbre
Otro punto mencionado por el representante del empresariado fue la necesidad de mantener los incentivos a las inversiones para así retener el capital que hoy se encuentra en el país. En ese sentido, según Sutil, el clima de incertidumbre que genera el conjunto de reformas como la de pensiones y el proyecto de 40 horas laborales (además de la tributaria), podría afectar al mercado nacional. “Esas inversiones pueden ser hechas en otros países que tienen ventajas comparativas mejores que las chilenas”, comentó.
Con respecto a lo anterior, el presidente de la CPC aprovechó de hacer referencia al impuesto al patrimonio y su experiencia en el escenario extranjero. “En los países europeos finalmente fracasó, porque los capitales emigran y finalmente terminan siendo impuestos que son imposibles de pagar”, comentó. Y agregó que “ponen a la inversión en una zona muy compleja y cuando tú pones a la inversión y al crecimiento en situaciones complejas, lo que estás afectando más seriamente es la capacidad de generación de buenos empleos”.
La formalidad recauda
Un tercer foco que mencionó Sutil es el de la informalidad en el comercio, dado que esta situación genera una pérdida de recaudación de impuestos. Sobre esto señaló que “Chile tiene casi 25% o 27% de informalidad y en los países de la OCDE (en promedio) es de 10%. Ahí tienes tres puntos de recaudación… la formalidad genera más recaudación”.
Por último, desde una mirada más amplia, Sutil comentó la necesidad de que las políticas públicas apunten a generar consensos y estabilidad social. “Más que una reforma tributaria tiene que haber una mirada de gobernabilidad que nos una, porque también hemos tenido un proceso en materia constitucional que también nos genera mucha incertidumbre y desunión”. (Pulso-DF)