“¿Por qué me quedo pasando estos malos ratos?”, se preguntaba el otro día Elisa Neumann, rectora de Arcis, cuando repasaba los fuertes cuestionamientos realizados por académicos y ex autoridades de la casa de estudios a su gestión.
“Es duro que me traten de dictadora, porque pagué costos personales muy altos luchando contra Pinochet (..) ninguno de ellos (que la critican) tiene la estatura moral para hacer una acusación de esa naturaleza”, remarca a La Nación.
Para la interrogante que se hizo le surgió instantánea la respuesta: “Me he quedado, porque estoy convencida de la importancia que tiene Arcis para el país. El arte de avanzada en Chile nació y sigue existiendo gracias a esta universidad”.
No han sido fáciles los últimos días para esta psicóloga, ex mujer del dirigente PC, Juan Andrés Lagos. Sola sentimentalmente y con sus dos hijas en el extranjero –una en la India y la otra en Cuba- sólo su fortaleza interna y sus amigos –confiesa- la han ayudado a sortear las turbulencias y las críticas a algunas de las medidas que se han adoptado internamente, especialmente el despido de académicos.
Entre los profesionales desvinculados figuran Mauro Salazar (fue sacado del cargo de ex secretario general) ; Sergio Fiedler, director de la carrera de Sociología; Militza Meneses, ex coordinadora de Sociología; Rodrigo Casanova, ex director de la Escuela de Fotografía; y Miguel Valderrama, ex director de la Escuela Latinoamericana de Postgrado (ELAP).
Ratificada en el cargo hace más de una semana por los miembros de la Corporación, Neumann –asumió en agosto pasado- está empeñada en sacar adelante el proyecto educativo. La universidad –asevera-recibirá un crédito, (no entrega detalles) que les permitirá regularizar los salarios impagos de los funcionarios y docentes y dejar un fondo de inversión.
El plantel funcionará este año con un grupo de 80 académicos. Actualmente están matriculados 800 estudiantes (el año pasado lo hicieron 2.900 alumnos) y las clases se iniciarán el próximo 13 de abril.Del total de matriculados este año, cerca de 20 son nuevos.
“Nos juega en contra el no estar acreditados. Es muy difícil que una persona, a la que le están diciendo que esta universidad no tiene futuro, que la van a estatizar, quiera correr el riesgo”, reflexiona. Y destaca a los jóvenes que se han matriculado, porque “han demostrado un enorme compromiso con la institución”.
– ¿Cuántas escuelas se han cerrado y con con cuántas continuará el proyecto?
– No hemos cerrado ninguna. El Mineduc cerró la Escuela de Música. Tenemos que esperar que el Consejo Nacional de Educación emita el decreto para ver si ello implica la reubicación de los estudiantes en otras universidades. Lo veo difícil, porque no hay otra escuela como la que teníamos. La apuesta nuestra, para lo que hemos conseguido músicos de alto nivel, es construir una Escuela de Música, porque lo que existía era un conjunto de pequeñas carreras.
“GRAVE INCUMPLIMIENTO”
– ¿La desvinculación de académicos forma parte del plan de reestructuración?
– Mauro Salazar (el tercero de izquierda a derecha) era secretario general y su desvinculación depende del directorio, yo no lo he sacado como académico. En el caso de los otros docentes, sus desvinculaciones se relacionan con evaluaciones administrativas-académicas.
– La salida de Miguel Valderrama ha suscitado bastante polémica al interior de ELAP.
– Lo desvinculamos por grave incumplimiento de sus funciones. No quiero entrar en más detalles por la honra propia del señor Valderrama.
– ¿En las desvinculaciones hay una “vendetta” o persecución política o son parte de un rediseño del plantel?
– Son cosas distintas. Hay un rediseño (de la universidad), pero las desvinculaciones han sido por grave incumplimiento de funciones.
Neumann pone el acento en que el plan de reestructuración “no se ha realizado a puertas cerradas.Los que han señalado eso son miembros de la Corporación que me criticaron duramente en una asamblea por haber presentado el borrador de rediseño a discusión con la comunidad. Si se va a transformar una institución, y no se discute ampliamente, el cambio organizacional y cultural que buscamos no será posible. Hemos trabajado (en el proyecto de reestructuración) el vicerrector académico, de aseguramiento de la calidad, de gestión, varios académicos y funcionarios administrativos. Entonces, esto no es algo oscuro”.
– Usted hizo un compromiso con los trabajadores de que se regularizará el pago de sueldos que se adeudan desde hace cinco meses.
– Una primera remesa (del crédito aprobado), que debería ingresar en estos días, permitirá saldar los honorarios pedagógicos de todos los docentes hasta el mes de octubre (del año pasado). A los profesores no se les ha pagado el segundo semestre casi en su totalidad y algunos tienen honorarios pendientes del primer semestre. Con la segunda remesa, que esperamos llegue rápido, nos pondremos al día con todo.
CARTAS: “ACCIÓN DESPECHADA”
– Académicos de Arcis, incluso del extranjero, han firmado cartas criticando su gestión. Algunas las han hecho llegar al ministro Eyzaguirre al que le han pedido su renuncia.
– Muchas de las personas que firman no tienen ni la más remota idea de lo que pasa en la institución. No creo que alguien, que no esté dentro de la universidad, pueda dimensionar la dificultad y las tareas que hemos debido enfrentar. Lo veo como una acción despechada, de una persona que no es capaz de asumir la crítica. Varios de los que firman han sido desvinculados, también la han suscrito los amigos….yo también podría llamar a todos mis amigos a nivel nacional e internacional y pedirles que me firmen una carta.
Y añade que le parece “que la carta es muy baja. Yo estuve mirando el título de la carta del señor Valderrama y otras que ha promovido (al interior del plantel). Me pregunto si en alguna otra institución del mundo una persona le falta el respeto a la máxima autoridad sería o no desvinculada”.
“Cuando a las personas se les acaban los argumentos lo que aparecen son las ofensas personales.Ante la imposibilidad de argumentar ofenden y denigran”, remarca.
PUERTAS CERRADAS
Hace hincapié en que Arcis no ha tenido “ayuda” estatal y que ella ha debido pedir audiencia con políticos para tratar la problemática de la universidad. En este sentido –recalca- que está “indignada” con la Nueva Mayoría “porque no hecho nada por salvar el Arcis”. Pone de relieve en que “la cantidad de funcionarios públicos” que han estudiado en esta institución “no es menor”.
“Se han comportado como personas burócratas, apegadas a la ley. Cuando uno ve que a algunas personas se les han prestado cantidades astronómicas de dinero sin tener capital y ningún aval (…) si elBancoEstado no nos podía prestar 1.500 millones de pesos para sanear la deuda de arrastre, entonces podría habernos prestado 500 millones de pesos…ni siquiera eso (ocurrió). Yo les he dicho a las autoridades de Gobierno que si se cierra la universidad, trasladar a los estudiantes les va a costar por lo menos cuatro mil millones de pesos. Estábamos pidiendo un préstamo, no un regalo. Se nos han cerrado todas las puertas”.
– ¿Ha hablado últimamente con parlamentarios?
– A todos he tenido que pedirle audiencia. Los únicos que se nos han acercado han sido (políticos) del Partido Radical, porque su trayectoria y vinculación al mundo de la educación los ha hecho darse cuenta de la importancia de Arcis.
– ¿Ha sentido apoyo al interior de la universidad?
– Hay una enorme masa de académicos que no se han pronunciado, porque dicen que no tienen tiempo para esta seguidillas de cartas. Sé que tengo apoyo interno (…) Si esas personas (los que han enviado cartas) tuvieran tanto apoyo, ¿porque han tenido que buscarlo afuera?
– ¿Debería intervenir el Mineduc con el Administrador Provisional?
– Según la ley, no es que alguien diga: ‘Yo quiero el Administrador Provisional’. Esto tiene un reglamento (…) lo que necesitamos son recursos económicos.
“HA SIDO MUY DURO”
– ¿Qué mensaje le transmitiría a los profesores y estudiantes que confían en el proyecto?
– Los académicos y funcionarios que se quedaron trabajando y no tomaron vacaciones para dedicarse al rediseño (de la universidad) tenían sus sueldos impagos (…)estamos convencidos de que es un esfuerzo de que vale la pena hacer.
– ¿Cómo ha impactado en su vida personal la situación vivida en la universidad?
– (Se emociona) Ha sido muy duro. No tengo pareja en la actualidad, mis hijas están en el extranjero (…) Tengo muy buenos amigos, me impresiona darme cuenta de cuánto me quieren. A algunos no los he visto en años y me han llamado, dándome su apoyo, me han ido a ver. Lo otro que me sostiene es que estoy convencida de lo que estoy haciendo. (La Nación)