El gobierno egipcio renunció el sábado ante fuertes críticas de una prensa generalmente adicta que refleja un malestar creciente, pero que no toca al presidente Abdul Fatá Al Sisi , el ex general que derrocó a un presidente islamista hace dos años.
La oficina del presidente dijo que éste aceptó la renuncia del primer ministro Ibrahim Mehleb y su gabinete, aunque los ministros seguirían trabajando hasta que se nombren sucesores. El-Sisi encargó al ministro de Petróleo, Sherif Ismail, la formación de un nuevo gabinete en la próxima semana, dijeron dos funcionarios de la oficina presidencial.
Antes de entregar su renuncia, Mehleb dio un informe sobre el desempeño del gobierno que el-Sisi consideró «insatisfactorio», dijeron dos funcionarios de la oficina presidencial. Ambos hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizados a informar a la prensa.
La prensa privada del país, aunque elogiosa de Al Sisi, ha atacado con dureza al gobierno, al acusar a los ministros de incompetencia y de no comprender a los ciudadanos comunes, que padecen años de inestabilidad desde la insurgencia de 2011 que depuso al autócrata Hosni Mubarak.
«El-Sisi y las fuerzas armadas son responsables de los logros que vemos», dijo Ibrahim Eissa, un conocido periodista de televisión que calificó a Mehleb y su gabinete de «carga» para el presidente. «Todos los ministros que fallaron fueron designados por Mehleb», dijo Eissa días atrás.
El gobierno sufrió un fuerte revés cuando el ministro de Agricultura, Salá el-Din Helal, fue detenido el lunes tras presentar su dimisión en medio de las pesquisas sobre las acusaciones de que él y otras personas recibieron sobornos de alrededor de un millón de dólares.
El gobierno egipcio lleva tiempo perseguido por acusaciones de corrupción. Al Sisi suele hacer hincapié en que está combatiendo la corrupción.
Mehleb se marchó de una rueda de prensa en Túnez esta semana después de que se le preguntara por las denuncias.