A nivel mundial, y en Chile, de lo que más enferman y mueren las personas es de enfermedades cardiovasculares. Condición que afecta a cerca de un 30% de la población. Se expresa como hipertensión, infarto y arritmias, enfermedades que progresivamente evolucionan a lo que se conoce como insuficiencia cardíaca, condición letal que afecta a al menos 26 millones de personas en todo el mundo.
Es así, por ejemplo, que en el caso de una persona hipertensa que desarrollaba insuficiencia cardíaca, experimentará un debilitamiento de las funciones de su corazón y no podrá hacer actividades simples como caminar. En los casos más extremos, se requiere un trasplante.
Sin embargo, producto de la occidentalización de los estilos de vida, condiciones como la hipertensión, por ejemplo, ahora conviven con sobrepeso y obesidad. Con esa coexistencia de varios factores de riesgo cardiovascular, comenzó a nacer una nueva entidad patológica conocida como insuficiencia cardíaca con función sistólica preservada.
Esta nueva forma de insuficiencia impide que el corazón se relaje adecuadamente. Afecta a casi la mitad de los pacientes con insuficiencia cardíaca, tanto en Chile como en los países con mayor nivel de desarrollo. No existía conocimiento sobre los mecanismos que la generan ni terapias efectivas para su mitigación.
IMPORTANTE HALLAZGO
Faltaba un modelo preclínico que detallara cómo actúa esa nueva condición. Condición que era desconocida hasta ahora. Incógnita que resolvió un grupo de científicos de la división de Cardiología de la Universidad de Texas Southwestern Medical Center, EE.UU. y del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), en Chile, integrado por los cardiólogos Gabriele Schiattarella, Joseph A. Hill y los chilenos Francisco Altamirano, Elisa Villalobos y Sergio Lavandero. El equipo trabajó por más de siete años para descubrir cómo enfrentar esta nueva patología, utilizando un nuevo modelo animal que imita fielmente lo que ocurre en el ser humano.
El trabajo, en el que participaron investigadores nacionales, fue difundida en el artículo publicado en la prestigiosa revista Nature. El estudio titulado Nitrosative stress drives heart failure with preserved ejection fraction, describe cómo el aumento del óxido nítrico genera daño cardíaco al alterar el funcionamiento de las proteínas IRE1α y XBP1s, encargadas de proteger al corazón.
Al respecto, el primer autor del estudio, Gabriele Schiattarella, señaló que “gracias a la productiva colaboración entre ACCDiS y la división de Cardiología de la UT Southwestern Medical Center tuve el privilegio de interactuar con Francisco Altamirano, Elisa Villalobos y Sergio Lavandero, lo que generó un grato ambiente de colaboración a lo largo de este proyecto. Altamirano fue clave al aportar un profundo conocimiento bioquímico. Villalobos realizó experimentos fundamentales y Lavandero me orientó en el diseño y la realización de estas investigaciones. En resumen, esta publicación en Nature no podría haber ocurrido sin la contribución de este grupo de científicos chilenos”.
“Estamos muy contento, para nosotros es un tremendo logro”, reconoce el director del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), profesor de las Facultades de Ciencias Químicas y Farmacéuticas y Medicina de la Universidad de Chile y autor de este estudio, Sergio Lavandero. “Era prioridad descubrir qué está pasando en el corazón con esa nueva condición, porque se proyecta será la más frecuente en los próximos años y no existen medicamentos”, destaca.
Esta nueva forma de insuficiencia cardíaca es un tema estratégico para ACCDiS, señala Lavandero, “dado que debemos estar en plena sintonía con los desafíos presentas y futuros del área cardiovascular”. También destaca que todas estas investigaciones son posibles gracias a la estrecha colaboración entre las dos universidades líderes del país: Universidad de Chile y Pontificia Universidad Católica de Chile y el apoyo del programa de centros de excelencia en Áreas Prioritarias Fondap de Conicyt. Lavandero destaca la necesidad de seguir invirtiendo en ciencia para el país alcance un nuevo nivel de desarrollo
El descubrimiento del mecanismo descrito es, en palabras de Francisco Altamirano, “un logro gigantesco que permitirá generar futuras terapias para esta nueva patología”, resaltando el gran nivel de preparación de las nuevas generaciones de científicos formados por los centros de excelencia chilenos.
Un hallazgo que deja claro la calidad de la investigación que realizan los científicos chilenos, indica Lavandero. “Es clave para nuestro futuro que se invierta en ciencia e investigación, y que se invierta en la gente joven, porque en Chile estas patología son críticas”. (La Tercera)