“El trabajo de la Comisión de Ética y Transparencia en este periodo parlamentario ha estado tristemente marcado por resoluciones teñidas por consideraciones de índole político en desmedro de los principios de imparcialidad y apoliticidad”.
Ese es sólo uno de los argumentos que la bancada de Renovación Nacional le entregó a la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Karol Cariola (PC), para pedirle que analice las modificaciones que el bloque opositor pretende realizar a la comisión de Ética de la Corporación.
“Con ocasión del rechazo en Sala de un nuevo reemplazo en la Comisión de Ética y Transparencia (se han aprobado dos reemplazos oficialistas en los últimos meses), se renovó el debate acerca de la necesidad de modificar nuestra institucionalidad disciplinara o, al menos, introducir cambios que den garantías de imparcialidad y permitan renovar la confianza en la misma”, parten explicando en la misiva que le envió la bancada de RN -encabezada por Ximena Ossandón- a la líder comunista.
Más adelante, los diputados de la tienda de Antonio Varas acusan que “la Comisión de Ética y Transparencia, en efecto, se ha convertido en una instancia de censura para la oposición, lo que es sumamente perjudicial para el pluralismo que debe informar el debate parlamentario. Se trata de una situación que encierra peligros que parecen no advertirse, y que, por medio de la aplicación de multas y otras sanciones, puede terminar condicionando la libertad de expresión y otras garantías deseables para permitir un control eficaz de la acción gubernamental”.
A renglón seguido, los legisladores acusan que “los valores que inspiran las instituciones parlamentarias han sido violentados por decisiones adoptadas únicamente en base a consideraciones políticas, filtrando información para infligir daño a sus oponentes o aplicando sanciones pecuniarias que pretenden reprimir la libertad de expresión”.
Por estas razones, la bancada de RN le adjuntan a Cariola el proyecto de ley que presentaron con el que buscan reformar la comisión modificando su conformación. “Ojalá con integrantes externos a la actividad parlamentaria y nombrados en base a criterios de mérito”, añaden.
DIAGNÓSTICO DE DIPUTADOS
La comisión de Ética ha sido foco de duras críticas, principalmente de personeros de la oposición. En ese sentido, la jefa de la bancada de RN, Ximena Ossandón, aseguró que dicha instancia de la Cámara “se ha convertido en una instancia de censura para la oposición, lo que es sumamente perjudicial para el pluralismo que debe informar el debate parlamentario”.
El subjefe de la bancada, Hugo Rey, apuntó directamente a Cariola señalando que “si no toma cartas en el asunto, esto se va a terminar judicializando, ya que no podemos seguir tolerando que se nos sancione por emitir opiniones, incluso fuera del Parlamento”.
En RN, incluso, decidieron dar un paso al frente para concretar su objetivo. Es así como el martes de la semana pasada la diputada Paula Labra (Ind.-RN) llegó hasta la Comisión de Constitución de la Cámara para presionar al presidente de esa instancia, Miguel Ángel Calisto (Ind., dentro de la bancada de Demócratas) con el objetivo de que ponga en la tabla de esa comisión el proyecto de reforma a Ética.
En esa ocasión, la parlamentaria del Frente Amplio Maite Orsini respaldó su ofensiva.
Sin embargo, pese a la arremetida de Labra, fuentes de la Comisión de Constitución aseguran que difícilmente se podría acceder a la petición de la diputada opositora, dado el alto número de proyectos que se encuentran alojadas en dicha comisión.
Incluso, entre los integrantes de Constitución existen dudas respecto de avanzar en la línea de lo propuesto por RN.
Marcos Ilabaca (PS), por ejemplo, está más inclinado a revisar el tipo de sanciones que reciben los diputados.
Mientras que Calisto es partidario de una modificación reglamentaria, pero no de crear entes externos que adopten las funciones que tienen los integrantes de Ética.
De hecho, quienes han conversado con el presidente de Constitución, aseguran que no está dentro de sus planes acceder a la solicitud de Labra, posición que dejó entrever en la sesión de la semana pasada.
“Lo vamos a revisar con la secretaría y eventualmente lo vamos a incorporar dentro de la lista de proyectos que tenemos priorizados para discutir en la comisión”.
Al interior de la Cámara transmiten que entre las dudas que tienen los parlamentarios es que la modificación propuesta por Labra podría impactar en las facultades fiscalizadoras que tienen los diputados, al ser cuestionados por diferentes grupos, como sindicatos o agrupaciones, cuando se dirijan a establecimientos como hospitales o colegios.
Otros reparan en que si se quiere avanzar en ese tipo de iniciativas, debiese ser para todos los poderes del Estado; de lo contrario, se lesionarían los pesos y contrapesos del sistema institucional.
Sin embargo, hay quienes transmiten que un posible camino para cumplir con lo planteado por la diputada de RN es incorporar a la comisión de Ética a los jefes de bancada, al secretario de la Cámara, entre otras autoridades de la corporación, para equilibrar su composición. (La Tercera)