En el sector público, a pesar de un considerable aumento en recursos humanos y financieros durante las últimas tres décadas, las listas de espera han crecido alarmantemente, reflejando una incapacidad para gestionar eficientemente la red de atención y los recursos que recibe.
A ello se suma el deterioro de indicadores de salud de la población —obesidad, diabetes, salud mental, hipertensión y drogadicción—, lo que pone de manifiesto el fracaso en el diseño de políticas preventivas y efectivas.
Lo más preocupante es la sinergia de la combinación de estos problemas: un Estado que falla simultáneamente en el sector privado, público y preventivo. Esto nos demuestra que las decisiones sobre sistemas tan complejos no pueden basarse en intereses políticos inmediatos, sino en un análisis técnico, social y económico, que priorice a las personas y garantice la viabilidad de las instituciones. Este enfoque debería ser la base de un acuerdo futuro para definir el rumbo del sistema de salud.
Rafael Caviedes Duprà
Ex director de Fonasa