La propuesta emanada desde la Comisión de Normas Transitorias de la Convención Constitucional —que aún debe ser discutida y votada por el Pleno— sobre que la próxima carta Magna no pueda ser modificada hasta el 2026 y cumpliendo con un quórum de 2/3 para ello, ha generado diversas críticas de parlamentarios.
Una de ellas es la senadora de la Democracia Cristiana (DC), Ximena Rincón, quien no apoya la iniciativa de la Convención, asegurando que sería una forma de invalidar al actual Congreso, el cual está configurado por «representantes que han sido elegidos con posterioridad» al órgano redactor. Y, en ese sentido, apuntó a Apruebo Dignidad.
Cabe mencionar que se espera que este fin de semana exista un diálogo entre los distintos sectores de izquierda que han manifestado división en torno a la norma aprobada, sobre todo desde el Frente Amplio y el Partido Socialista, a la espera de la sesión del pleno donde se debería votar la norma de los quórum de 2/3 y que está programada para el jueves 2 de junio.
«Creo que subir los quórums no corresponde, aun más cuando este fue uno de los grandes temas que había encima de la mesa para cambiar la Carta Fundamental. Vale decir, quórums supramayoritarios que no permiten alcanzar mayorías para avanzar en la legislación que el país necesita», manifestó la senadora Rincón, en conversación con CNN Chile.
La parlamentaria DC advirtió que con los 2/3 se estaría dejando «en interdicción» al Parlamento para avanzar en las propias reformas que necesita la nueva Constitución y su implementación. «Es como bien absurdo y uno al final lo que hace es pensar que Apruebo Dignidad al final del día está haciendo un traje a la medida para la izquierda y no construyendo una Carta Fundamental que convoque y haga sentido a un país entero«, fustigó Rincón.
La senadora falangista precisó que «lo que ellos quieren (Apruebo Dignidad), es forzar a que sea una norma pétrea, mientras no se instalen eventualmente liderazgos que a ellos les convengan y no dejar abierta la voluntad ciudadana, reflejada en el Parlamento, a la materialización de las normas».
Según Ximena Rincón, la ciudadanía estaría percibiendo el borrador constitucional como un texto «forzado, cargado hacia un lado, no mira los intereses de todo el mundo» y planteó que «la ciudadanía le tiene mucha desconfianza porque lo que ha visto en el debate de la constituyente es a un sector imponiendo su mirada al resto».
Este sábado el Presidente Gabriel Boric confirmó su postura en contra a los 2/3 propuestos en la Convención para que la actual legislatura modifique la nueva Constitución, de ser aprobada en septiembre. “No creemos que haya que hacer normas especiales que rijan para un Congreso a diferencia de otro”, zanjó.
“Nuestra postura sobre este tema es que los quórums tienen que operar ‘in actum’ ¿qué significa eso? que no tienen que haber quórums especiales para una legislatura en particular. Significa que, de aprobarse la nueva Constitución, el Congreso tiene todas las potestades para poder debatir democráticamente en función de los quórums que la Constitución establezca. Ahí, yo no creo que haya que hacer normas especiales”, declaró el Mandatario.
En el oficialismo la idea de decretar 2/3 para las reformas y rigidizar la discusión causa preocupación. Por ejemplo el presidente de la Cámara Alta, Álvaro Elizalde (PS), criticó que «no se puede decir que hay que protegerla (la Carta Magna). ¿Protegerla de quién, del pueblo?, ¿de los representantes del pueblo?». Esta es la segunda declaración de Elizalde al respecto, luego de señalar que dicha idea «es mala porque perjudica la opción del Apruebo». (El Mostrador)