Esta semana la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados rechazó la idea de legislar el proyecto de «Admisión Justa» luego de que los parlamentarios de oposición votaran en bloque en contra de la iniciativa del Ejecutivo, la que pretende modificar el Sistema de Admisión Escolar (SAE), aprobado en el Gobierno de Michelle Bachelet.
El Ejecutivo había dividido «Admisión Justa» en dos textos, con el fin de facilitar su tramitación en el Congreso. La parte que se rechazó esta semana es aquélla que intenta reponer la selección por notas y pruebas en los liceos de alta exigencia. En tanto, el segundo texto –que introduce cambios más profundos al SAE– se está revisando en la Comisión de Educación del Senado, en la fase de audiencias públicas, y se votaría en junio.
¿Podría correr la misma suerte que la primera iniciativa? Mientras los diputados de oposición anunciaron tempranamente que votarían contra la idea de legislar, los senadores de la comisión no han anticipado su voto.
Y aunque piensan que esta parte del proyecto sí tiene algunos aspectos que son «atendibles» –como dar prioridad a los niños del Sename, con necesidades educativas especiales o a los que viven juntos sin ser hermanos–, hacen ver que la tramitación, en general, del proyecto se ve compleja.
«El proyecto ingresado en la Cámara de Diputados era en su conjunto un retroceso; en cambio, la parte ingresada por el Senado tiene aspectos que son atendibles y se podrían perfectamente aprobar, pero otros que consideramos un retroceso», señaló el presidente de la Comisión de Educación, Juan Ignacio Latorre (RD).
Uno de los puntos que provoca más rechazo entre los senadores de oposición es que los colegios puedan asignar hasta el 30% de sus vacantes utilizando sus propios mecanismos de selección, en base a su proyecto educativo.
«Ese aspecto me parece crítico», afirma Latorre, quien considera que esa modificación sería «un retroceso en cuanto a que las familias tengan la posibilidad de seleccionar al establecimiento y no al revés«. «Tiene aspectos positivos, pero son el 2% del proyecto»
Respecto de si aprobará la idea de legislar el proyecto, dijo que, llegado el momento, lo conversará con los otros senadores de la comisión y «con el conjunto de la oposición» para coordinar la postura que van a adoptar.
«Creo que si es compartida esta convicción de que, al menos, ese aspecto del proyecto es criticable, me da la impresión que estaría por rechazar. Pero todavía no llegamos a ese punto y yo no quiero adelantar mi voto», señaló.
De todas formas, dio algunas luces, al comentar que cuando se vota la idea de legislar lo que se evalúa es «si uno comparte o no la idea matriz del proyecto, que es donde se ve a qué está jugando el Gobierno», en este caso «si quiere boicotear el SAE o perfeccionarlo de verdad».
En ese sentido, indicó que los aspectos que considera positivos del proyecto no son parte de su idea matriz. «Pero no me quiero adelantar», aclaró.
El senador Jaime Quintana (PPD), que también es miembro de la Comisión de Educación, tiene una visión aún más tajante. «Si bien este proyecto puede tener algunos aspectos positivos, como el tema de los hermanos, de los menores del Sename, del programa PIE, éstos representan el 2% del proyecto; todo el resto del proyecto nos parece muy negativo, es volver a la selección«, sostuvo el parlamentario.
Sobre cómo piensa votar, dijo que aún no ha tomado una decisión. «Tenemos que ponderar las cosas, porque si un 2% del proyecto puede ser rescatable, pero tienes más de un 90% que lo que busca es retrotraer reformas, tenemos una dificultad. Cómo se hace frente a una situación donde la inmensa mayoría del articulado es regresivo (…) No nos cerramos de plano, pero es un proyecto tan malo como el que está en la Cámara», afirmó. (Emol)
