Una semana crucial para el desenlace de las reformas políticas y electorales acordaron las bancadas de senadores.
Conscientes de que cualquier modificación legal y constitucional -ya sea al sistema de partidos, al modelo de elecciones o al esquema político, en general- ya corre contra el tiempo, los jefes de comités de la Cámara Alta resolvieron poner en tabla este martes el proyecto que establece una multa a quienes no sufraguen en comicios obligatorios.
Para el miércoles, en tanto, la mayoría de los representantes de las bancadas acordó poner en discusión la reforma política, impulsada por senadores del PS, del PPD, de RN, de Evópoli, de la UDI y un DC, que exige un umbral de votos o un mínimo de legisladores para que los partidos tengan representación en la Cámara de Diputados. Esta reforma constitucional, que también considera una nueva cesación del cargo de los parlamentarios que renuncien a sus colectividades con las que fueron electos, hoy está en manos de la Comisión de Constitución que este martes debiera emitir su informe final a la sala.
Sin embargo, particularmente la decisión de votar esta semana la reforma política dividió al oficialismo.
De hecho, en contra de ponerlo en tabla este miércoles se manifestaron los comités de la DC (Yasna Provoste), del PC (Claudia Pascual), del Partido Social Cristiano (Rojo Edwards) y del Frente Amplio (Juan Ignacio Latorre), mientras los socialistas, que fueron representados por el senador Gastón Saavedra (PS), estuvieron de acuerdo.
Luego, en la misma reunión de comités de este lunes, se dio una segunda votación para ubicar la mencionada reforma política en el primer lugar de la Orden del Día. A favor votaron los representantes de RN (Manuel José Ossandón), de la UDI (Luz Ebensperger), de Evópoli (Luciano Cruz-Coke) y del PS (Saavedra).
En contra de esta última decisión volvieron a pronunciarse en contra la DC, el PC, el Partido Social Cristiano y el Frente Amplio, además de la bancada de la Federación Regionalista Verde Social, representada por Esteban Velásquez, quien en la definición previa había dado su consentimiento para que al menos se incluyera esta reforma en la tabla del miércoles.
El hecho de poner en primer lugar el proyecto -que viabiliza la posibilidad de que se vote y se despache el mismo miércoles-, expuso la fisura que existe entre las bancadas del PPD y PS que apoyan la reforma, por un lado, y las del Frente Amplio y el PC, además de la DC, que tienen reparos a la fórmula que plantea esta iniciativa.
Por eso, la jugada del PS, en alianza con Chile Vamos, molestó en algunas bancadas. En la jerga política, se le llama “pasar máquina o aplanadora”, cuando una mayoría decide imponer sus términos a la minoría.
“Las iniciativas finalmente se terminan todas negociando con la oposición. Se pone de acuerdo el Partido Socialista y la UDI”, dijo visiblemente molesta la senadora Provoste, quien relató que en la reunión de comités “estábamos desde el Partido Social Cristiano hasta el Partido Comunista, pasando por la Democracia Cristiana, el Frente Regionalista Verde Social y el Frente Amplio, todos en contra de que se pusiera en primer lugar de la tabla la reforma al sistema político, pero la UDI y el Partido Socialista se ponen de acuerdo y tienen mayoría y lo llevan adelante”.
COMPROMISO DE BORIC
Si bien la idea de impulsar un proyecto que ayude a combatir la fragmentación del Congreso es un compromiso del Presidente Gabriel Boric, adquirido en su pasada cuenta pública, aún no hay consenso dentro de la propia alianza gubernamental respecto de cuál es la mejor alternativa jurídica.
Por ejemplo, la senadora Pascual (PC), si bien está abierta a discutir un cambio al modelo político, dijo en una entrevista a La Tercera, que “pareciera que se está legislando para tratar de sacar a partidos por secretaría”. “Esto sí es meter la mano a la urna”, señaló la legisladora que integra la Comisión de Constitución del Senado.
Una de las principales críticas al proyecto es que castigaría a colectividades como Evópoli, el Partido Radical y el Partido Liberal, pero por otro lado no hubiese afectado al Partido de la Gente, de acuerdo a las simulaciones que se han hecho con la última elección de diputados.
El Servicio Electoral, además, alertó de algunos problemas técnicos, por ejemplo, que algunos distritos podrían perder escaños de diputados, debido a partidos que no alcanzaron el umbral ni el mínimo de legisladores.
No obstante, el presidente de la Comisión de Constitución, el senador Alfonso de Urresti (PS), quien coordinó la presentación de la reforma, justificó la necesidad de elevar los requisitos para acceder al Congreso. “El análisis de la fragmentación y de la proliferación de partidos y de emprendimientos personales es algo devastador y demoledor del sistema político y ante eso debemos buscar un proyecto de mínimos”, dijo.
La senadora Luz Ebensperger (UDI) añadió que “es una reforma acotada, pero urgente y necesaria para comenzar a reformar el sistema político y que tanto el umbral como las normas sobre disciplina permitan que la política y particularmente el Congreso se acerque y represente de mejor manera las necesidades y la visión de la ciudadanía”. (La Tercera)