Una derrota histórica. Así fue catalogado el fracaso del Partido Conservador (tories) ante los laboristas en las elecciones generales del Reino Unido realizadas este jueves.
Tras más de 14 años en el poder, los tories deberán ceder el gobierno al Partido Laborista. Y es que de la mano de su líder y -aún- primer ministro británico, Rishi Sunak, obtuvieron el peor resultado en más de medio siglo.
Lo anterior, según la encuesta a pie de urna divulgada por las televisiones británicas al cierre de las votaciones.
Los ‘tories’ se harían con un total de 131 escaños, su cifra más baja al menos desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), de acuerdo con estas proyecciones que normalmente suelen acercarse mucho a los guarismos definitivos.
Por su parte, los laboristas consiguieron la mayoría absoluta, logrando -según los conteos hechos hasta ahora- 410 escaños de los 650 que tiene la Cámara de los Comunes (Cámara Baja).
En estos comicios, los partidos debían alcanzar al menos 326 asientos de ese órgano legislativo para imponerse en el parlamento, lo que fue logrado con amplio margen por el partido de Keir Starmer.
De esta manera, tras el primer sondeo a boca de urna, el favorito y ‘patriota de pueblo’ Starmer se encamina a ser el próximo primer ministro de Reino Unido y liderar al país junto a su partido.
El sondeo, que extrapola las respuestas ofrecidas por los votantes al salir de una selección de colegios electorales, da 61 escaños al Partido Liberal Demócrata.
Asimismo, cifra con 13 escaños al populista de derecha Reform UK, del promotor del Brexit Nigel Farage, que entraría por primera vez en el Parlamento en unas elecciones.
El avance laborista desbancaría en Escocia a los independentistas del Partido Nacional Escocés (SNP), que registran en esta encuesta solo 10 escaños, de los 43 que tenían en la última legislatura.
Según los datos difundidos, el Partido Verde obtendrá 2 asientos en los Comunes; 4 los nacionalistas galeses de Plaid Cymru y 19 irían para otros candidatos independientes o de formaciones aún más minoritarias.
El primer ministro Sunak estará bajo presión para dimitir del liderazgo de su partido, tras el peor resultado registrado en la historia de su bancada. No obstante, podría mantenerse en el puesto un tiempo para asegurar una sucesión ordenada.
Cabe recodar que los británicos acudieron a las urnas este 4 de julio para renovar la Cámara de los Comunes (Cámara Baja), luego de que en marzo el -actual- primer ministro Sunak convocara a elecciones 6 meses antes de lo previsto.
Los últimos resultados se conocerán en la mañana del viernes, día en que también se producirá el cambio de Gobierno.
El Partido Laborista, bajo el liderazgo de Keir Starmer, se impuso este jueves en los comicios generales de Reino Unido, con una victoria arrolladora, según las proyecciones de los sondeos a boca de urna.
Así esta colectividad se impuso con 410 escaños (208 más de los que poseía hasta ahora) de los 650 que componen la Cámara de los Comunes, mientras que el Partido Conservador logró 131 asientos, 234 menos de los que tenía. Le siguieron los Liberal Demócratas, con 61 asientos; la colectividad de Nigel Farage, Reforma UK, con 13 escaños, y el Partido Nacional Escocés (SNP) con 10 escaños. A continuación, quedaron el partido galés Plaid Cymry, con 4, y los Verdes, con 2. Otras formaciones obtuvieron los 19 asientos restantes.
Con una mayoría de 170 escaños, Starmer parece encaminarse a lograr una mayoría similar a la que llevó a Tony Blair al poder en 1997. También es una victoria aplastante superior a la mayoría de 145 escaños que obtuvo el Partido Laborista de Clement Atlee en 1945, y los 144 escaños que aseguraron un segundo mandato a Margaret Thatcher en 1983, escribió el diario The Times.
De esta forma, Starmer, un exabogado de 61 años, llegará este viernes al número 10 de Downing Street en un momento complejo para Reino Unido y con la tarea de hacer frente a una serie de desafíos, desde una economía en letargo hasta un Servicio Nacional de Salud corroído, sin tener muchas herramientas para solucionarlos, según la prensa británica.
En una publicación en X, tras conocer los resultados de los sondeos, Starmer escribió: “A todos los que han hecho campaña por el Partido Laborista en estas elecciones, a todos los que votaron por nosotros y depositaron su confianza en nuestro Partido Laborista cambiado, gracias”.
“El resultado es trascendental para Gran Bretaña y resonará en todo el mundo: el rumbo político de Reino Unido ha vuelto a girar hacia un partido internacionalista de centroizquierda en un momento en que los populistas de derecha están avanzando en muchos países”, escribió el diario Financial Times.
Si las proyecciones son correctas, será el peor resultado para los tories en términos de escaños desde que comenzaron a llamarse Partido Conservador en la década de 1830, bajo el liderazgo de Robert Peel. Anteriormente, su total más bajo lo habían obtenido en 1906, cuando tenían 156 escaños, indicó el diario The Guardian.
Algunos miembros del Partido Conservador creen que una de las principales causas de la derrota de la colectividad fue la decisión de deshacerse de Boris Johnson. Así lo señaló Jacob Rees-Mogg, quien fue líder de la Cámara de los Comunes y luego ministro del Brexit bajo Johnson.
En declaraciones a la BBC, dijo que había sido “una noche terrible” para el partido. Cuando se le preguntó qué salió mal, Rees-Mogg indicó que hubo “problemas con el cambio de líder”. “Los votantes esperan que el primer ministro que han elegido siga siendo primer ministro y que sean los votantes quienes decidan cuándo se cambia a esa persona. Me temo que creo que el Partido Conservador dio por sentado su voto base, y es por eso que vimos a tantas personas que antes podrían haber votado al Partido Conservador pasarse a Reforma UK”, añadió.
El líder laborista, Keir Starmer, heredaría un “legado de cenizas”, dijo a The New York Times Robert Ford, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Manchester. Y los votantes, que hace menos de cinco años eligieron a los conservadores por una mayoría aplastante, no es probable que le den mucho margen de maniobra a Starmer para cambiar las cosas.
Pat McFadden, coordinador nacional de la campaña laborista, calificó los resultados del sondeo a boca de urnas de “notables”. “Es notable que el Partido Laborista estuviera en una posición competitiva en estas elecciones, dado lo que sucedió en 2019. Independientemente de lo que se haya afirmado durante la campaña, el Partido Laborista no ha dado nada por sentado sobre el resultado y ha trabajado incansablemente para llevar nuestro mensaje de cambio a la gente de todo el país”, añadió.
“El futuro de Gran Bretaña estaba en juego en estas elecciones. Y, si ganamos esta noche, el Partido Laborista se pondrá a trabajar de inmediato para dar los primeros pasos hacia el cambio”, aseguró.
David Lammy, el ministro de Asuntos Exteriores en la sombra, dijo que era una encuesta a boca de urna “alentadora”, pero agregó que estaba esperando a que llegaran todos los resultados antes de sacar conclusiones.
“Hay muchos escaños marginales por ahí. Por lo tanto, hay un margen de error en estas cifras de las encuestas… No nos adelantemos”, dijo a Sky News. Añadió que había dudado de que el Partido Laborista pudiera recuperarse tan rápidamente cuando Starmer asumió como líder en 2020 y vio el cambio como un proyecto de una década.
Advirtió que las democracias de todo el mundo estaban bajo amenaza por parte de los populistas: “Si no cumplimos con lo que prometemos a los trabajadores, nos veremos fuera y los nacionalistas nos perseguirán. Esa es la lección que hemos visto en todo el mundo”.
El partido Reforma UK de Nigel Farage parecía este jueves estar en camino de lograr un avance espectacular según los sondeos a boca de urna, que los mostraban ganando hasta 13 escaños.
Hubo ovaciones en el restaurante griego Big Fat en Clacton-on-Sea, donde Reforma UK estaba celebrando su fiesta de la noche electoral. Si confirma el resultado, o incluso algo cercano a él, sería por lejos la mejor noche para cualquier partido liderado por Farage en una elección general.
El líder reformista dio a los partidarios reunidos un discurso improvisado. “Ha sido increíble”, dijo Farage, hablando a través de un micrófono frente a una gran pantalla que transmitía la encuesta. “Veremos qué sucede, pero si ese es el resultado, sería un primer paso enorme para esto; lo llamaré un movimiento; un partido político es solo una parte de lo que somos”.
“Este es un movimiento que representa a la gente común, a la mayoría silenciosa. Así que miren, me parece una muy buena noticia. Gracias a todos por estar aquí, disfrutemos de la velada”, señaló.
El profesor Sir John Curtice, el experto electoral que dirigió el equipo que produjo la encuesta a la salida del referéndum del Brexit, le dijo a la BBC que tiene dudas de las proyecciones para Reforma UK.
Indicó que hay escaños en los que están por delante, pero el margen es muy estrecho. Dice que podrían acabar con muchos menos escaños, o quizás incluso más.
The Guardian indicó que si bien había cautela sobre los resultados, “estaba claro que millones de personas habían votado por el partido antiinmigración de extrema derecha, que ha declarado que está decidido a destruir al Partido Conservador”.
Ben Habib, el líder adjunto del partido Reforma UK, dijo: “Esta es una enorme cabecera de puente. Esto es políticamente sísmico”.
Los resultados de la encuesta sugieren que Farage, quien desató un terremoto político en la derecha después de regresar como líder del partido el mes pasado y anunciar que había cambiado de opinión sobre presentarse como candidato, estaba en camino de ganar el escaño de Clacton en Essex.
Por otro lado, Ed Davey, líder de los Liberal Demócratas, celebró los resultados de la encuesta a la salida de las urnas, que predijo que su partido “está en camino de obtener nuestros mejores resultados en un siglo”.
El sondeo también representaría el peor resultado electoral del Partido Nacional Escocés (SNP) en 14 años, ya que los nacionalistas perderían ante el Partido Laborista en Escocia por primera vez desde 2010, indicó The Times.
“Si el partido, que está en apuros económicos, cae del tercer puesto al quinto, perderá importantes cantidades de dinero y visibilidad en Westminster. El Partido Laborista también ganará impulso en su intento de recuperar el control del Parlamento escocés en 2026″, apuntó el periódico.
Nicola Sturgeon, ex primera ministra escocesa, a quien algunos nacionalistas culpan de plantar las semillas de las cuales surgieron los problemas del partido, admitió que la proyección mostraba que había “problemas claramente importantes” para el SNP. (La Tercera Agencias)