En 2015 fue la primera vez que el Poder Judicial publicó su reporte de sustentabilidad. Esto, como indicaba el presidente de la Corte Suprema de ese entonces, Sergio Muñoz, para dar cuenta del “compromiso de nuestra institución por avanzar hacia una justicia más sustentable”.
Así, entre varias materias, se incluyó la necesidad de promover la adquisición de automóviles híbridos y de bajo consumo en los procesos de renovación. Pero ya en esa época, como se indica en el mismo informe, todos los ministros del máximo tribunal ya contaban con un vehículo híbrido. Tras una serie de cotizaciones, en 2014 compraron Toyota Camry.
Y a ocho años de aquello, el debate volvió a aparecer en la Corporación Administrativa de la repartición, pues había llegado tiempo de hacer recambios en la flota de autos en que se trasladan los magistrados.
Según el acuerdo tomado el 15 de diciembre de 2022, se aprobó “gestionar ante la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda la incorporación al presupuesto 2023 del saldo inicial de caja, para el financiamiento de los siguientes proyectos: Fortalecimiento de tribunales post covid, adquisición edificio para Juzgados de Letras del Trabajo, Cobranza Laboral y Familia de Valparaíso, renovación de vehículos, requerimientos informáticos, salas transitorias de Cortes de Apelaciones y fortalecimiento de unidades de protección”.
Así, tras una serie de análisis y conforme al presupuesto que se les había asignado para el ítem, el Consejo Superior de la Corporación visó la compra de vehículos de la marca Lexus, específicamente del modelo ES300h y cuyo precio de lista va desde los $ 56.990.000, según se observa en las páginas de las automotoras que los comercializan.
Pero aunque la compra se basa en una serie de criterios que fueron analizados en la citada repartición, no todos los supremos quedaron conformes e hicieron notar su molestia en una sesión extraordinaria de Pleno celebrada el pasado viernes 2 de febrero.
Ese mismo día habían llegado hasta los estacionamientos de la Corte tres vehículos de prueba, para que los magistrados pudieran elegir el color de su preferencia y probar su comodidad, pero a las pocas horas se hicieron presente las reclamaciones.
Los que manifestaron reparos, según comentaron quienes fueron parte del debate a La Tercera, señalaron que les parecía una compra más bien desproporcionada y que se trataba de vehículos de alta gama que serían considerados “como un lujo”. Preferían, como agregaron las mismas fuentes, seguir con el modelo que hasta ahora tenían.
No era menor, según argumentaron quienes estaban por rechazar la propuesta, que se tuviera que desembolsar más de $ 1.253 millones por 22 autos, 21 para ministros y 1 para el fiscal judicial.
Sin acuerdo, procedieron a votar y finalmente la mayoría se inclinó por aprobar lo definido por la Corporación Administrativa. Sólo votaron en contra el presidente, Ricardo Blanco, y la ministra Andrea Muñoz.
“Con la cuenta dada de los acuerdos adoptados por el Consejo Superior de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, unido a lo expuesto por don Osvaldo Chanks, de la referida Corporación, se aprobó la adquisición de vehículos marca Lexus para renovar la flota de automóviles actualmente disponibles”, se lee en el acta de la sesión.
Dejaron constancia, en el mismo sentido, que “el señor Presidente y la Ministra señora Muñoz S. fueron del parecer que la renovación se realice mediante la adquisición de vehículos de la misma marca y modelo que se encuentran en uso actualmente”.
Consultados sobre los argumentos que sostienen la adquisición, desde el Poder Judicial indicaron que la flota actual data de 2014, por lo que el reemplazo cumple -según resaltaron- con lo señalado en el instructivo sobre buen uso de los recursos fiscales, que señala: “Sólo se autorizarán renovaciones de vehículos que tengan una antigüedad superior a ocho años”.
“Conforme a lo anterior, la renovación de la flota ha sido gestionada por distintos estamentos de la Corporación, incluido el Departamento de Finanzas y Presupuestos, motivo por el que fue solicitado el presupuesto en las formulaciones presupuestarias, asignando finalmente para estos efectos un monto de MM$ 1.380, para el presente año”, complementaron.
Agregaron, con respecto a la definición del modelo: “Se tomó contacto con la empresa Toyota Chile S.A. con la finalidad de cotizar la adquisición de 22 unidades del modelo Toyota Camry Híbrido, es decir manteniendo el mismo estándar de la actual flota. El jefe de Flota Gerencia de Venta de Vehículos de la marca respondió que el modelo se encuentra descontinuado para Chile desde el año 2021, por lo que no existía disponibilidad en ninguna de sus versiones ni colores”.
“En base a lo anterior, se inició la búsqueda de modelos de automóviles sedán de características similares a los actualmente en uso y que cumplieran con la característica de ser híbridos no enchufables, siendo revisadas sesenta y cuatro marcas de vehículos presentes en el país, constatando que la alternativa viable disponible a enero de 2024 en el mercado corresponde al Lexus ES300H”, recalcaron.
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