La Corte Suprema sometió a proceso a 15 ex integrantes de la Dirección de Inteligencia (DINA) por los delitos de asociación ilícita y homicidio calificado del funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) Carmelo Soria Espinoza, cometido en julio de 1976, en Santiago.
De esta manera, la Segunda Sala del máximo tribunal revocó la resolución del ministro instructor del máximo tribunal Lamberto Cisternas, quien rechazó los procesamientos.
El 2 de julio pasado, el ministro Cisternas dio por acreditado el delito, pero concluyó que los antecedentes recopilados en la investigación no permiten tener presunciones fundadas de la participación en los hechos de Manuel Contreras (ex director DINA, que aún no fallecía), Jaime Lepe Orellana, René Patricio Quilhot Palma, Pablo Belmar Labbé y Guillermo Salazar Torres.
En esta jornada se informó que la Sala Penal de la Corte Suprema sometió a proceso como autores de los delitos de homicidio calificado y asociación ilícita a los ex agentes Pedro Octavio Espinoza Bravo, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Guillermo Humberto Salinas Torres, Jaime Enrique Lepe Orellana, René Patricio Quilhot Palma, Pablo Fernando Belmar Labbé, Michael Vernon Townley, Armando Fernández Larios, Virgilio Paz Romero y Juan Morales Salgado.
Respecto de asociación ilícita, el máximo tribunal sometió a proceso en calidad autores a Mariana Callejas Honores, María Damiani Serrano, Ricardo Muñoz Cerda y Carlos Sáez Sanhueza.
En calidad de cómplice del delito de homicidio calificado de Soria Espinoza, procesó a José Lagos Ruiz.
Carmelo Soria fue detenido el 14 de julio de 1976 “por un grupo de individuos pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, que lo trasladó en su vehículo Volkswagen a un inmueble ubicado en vía Naranjo N° 4925, Lo Curro. En este lugar los esperaban o se les unieron durante su permanencia ahí, otros miembros también pertenecientes a la DINA”, dice la resolución.
En ese recinto fue sometido a interrogatorios y apremios físicos. “Ya muerto a consecuencia de la violencia ejercida, los autores buscan la impunidad del delito simulando un desbarrancamiento del referido automóvil Volkswagen, para lo cual, además, causaron en la víctima un forzado estado de ebriedad”, añade.
Para los procesados que aún están en libertad, ya que algunos ya están cumpliendo condenas, se despachó orden de detención.
