¿Tiene futuro la coalición oficialista?

¿Tiene futuro la coalición oficialista?

Compartir

Los partidos de gobierno retrocedieron significativamente respecto del poder municipal que tenían. Tanto en número de alcaldes como de concejales, hubo un claro triunfo de las fuerzas opositoras, las que también ganaron ampliamente la elección de consejeros regionales. Esto permite deducir que la segunda vuelta para elegir gobernadores, el 24 de noviembre, se efectuará en condiciones ventajosas para la oposición. El oficialismo controla hoy 15 de 16 gobiernos regionales, y le costará retener la mitad.

No es auspicioso el año que viene para el oficialismo, cuando se libre la batalla por la Presidencia y el Congreso. En el cónclave de Cerro Castillo al que convocó Boric, todos los participantes se esforzaron por poner “al mal tiempo, buena cara”, pero seguro que la procesión va por dentro. El gobierno ha perdido autoridad y credibilidad, y los recelos dentro de la coalición se potenciaron a raíz del caso Monsalve. Puede volverse mortificante el tiempo que resta de mandato, con La Moneda en situación defensiva y, por si fuera poco, sin un líder de reemplazo.

Después de la elección municipal, la encuesta Panel Ciudadano-UDD midió las preferencias presidenciales, y el resultado de una eventual primera vuelta fue: Evelyn Matthei, 25%; José Antonio Kast, 15%; Tomás Vodanovic, 12%; y Michelle Bachelet, 11%. En segunda vuelta, Matthei obtiene 47% y Bachelet 31%. Ese cuadro es más o menos coincidente con el que han mostrado otros sondeos. La mayor novedad es el ascenso de Vodanovic, del FA, luego de su reelección como alcalde de Maipú, pero él ya dijo que no está en sus planes postular a la Presidencia. ¿Y qué pasará con Bachelet? Es mejor creerle que no será candidata.

La última esperanza de los partidos oficialistas de tener un candidato presidencial en torno al cual cerrar filas es Claudio Orrego Larraín, que competirá en la segunda vuelta para elegir gobernador de la Región Metropolitana. Independiente, ex DC, derrotó hace 4 años a Karina Oliva, del FA, gracias a los votos de la derecha, pero, como es sabido, la necesidad tiene cara de hereje, y esa es exactamente la situación. Si Orrego Larraín gana el domingo 24, es posible que el oficialismo acepte cualquier condición que él establezca para levantar una candidatura presidencial competitiva.

De lo anterior, se deduce que para las fuerzas opositoras existe un incentivo adicional para la definición en la Región Metropolitana dentro de tres semanas: derrotar anticipadamente al posible candidato presidencial de las izquierdas. No deja de ser motivador. Y Matthei parece tenerlo claro, puesto que ya mostró su disposición de jugarse en esa elección, lo que incluye movilizar a todos los alcaldes electos de la oposición para apoyar a Francisco Orrego Gutiérrez. La segunda vuelta tendrá, pues, una inesperada trascendencia.

La elección presidencial no está definida, y cometerían un grueso error quienes la den por ganada antes de tiempo. Siempre pueden producirse sorpresas. De partida, se inscribirán numerosos candidatos (algunos ya son profesionales de este negocio), lo cual puede enredar las cosas. Johannes Kaiser, Vlado Mirosevic y Rojo Edwards ya están en la pista.

Falta un año, y pueden pasar todavía muchas cosas. ¿Factores de riesgo? No serán pocos, como los que puedan surgir de un eventual uso desinhibido del aparato del Estado por parte del oficialismo para favorecer la continuidad, lo cual generaría duras reyertas con la oposición.

En este contexto, ¿qué debates de largo aliento hay en el PS? ¿Hasta dónde llega la mirada de sus dirigentes? ¿Qué cuentas sacan? Lo mismo cabe preguntarse sobre el PPD, la DC y los radicales. Se supone que todos ellos ya han hecho un balance de la convivencia con el PC y el Frente Amplio, y que intentan visualizar su propio futuro. Si es así, ¿se les pasa por la cabeza la opción de abrirle cauce a una corriente moderna de centroizquierda, comprometida con los valores democráticos, progresista de verdad, que rechace sin ambigüedades la violencia política y se distancie definitivamente del octubrismo? Los resultados de la elección municipal dan para pensar que tienen una oportunidad, pero para ello tienen que estar dispuestos a cruzar el río.

Quizás, todo lo anterior está muy lejos de las preocupaciones prácticas de los dirigentes de esos partidos. No lo sabemos. Deberían saber, en todo caso, que muchas veces las oportunidades pasan de largo. (Ex Ante)

Sergio Muñoz Riveros