Trabajo financia a la CUT

Trabajo financia a la CUT

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Aunque suelen estar en veredas opuestas y muchas veces se enfrentan en aparentemente reñidas negociaciones, sindicatos y gobiernos de turno tienen una poderosa ligazón: el financiamiento.

El Ministerio del Trabajo dispone de $1.346 millones este año para apoyar actividades del mundo sindical. Los dos principales fondos administrados por esta secretaría de Estado son el de diálogo social y el de formación sindical.

La forma como se asignan y se utilizan estos fondos ha generado debate entre oposición, Gobierno y organizaciones sindicales de manera recurrente, situación que hoy se está repitiendo por varias razones. El aumento que experimentaron estos fondos para el año 2015; la relación de dependencia financiera que se podría establecer entre las organizaciones sindicales que se financian con estos recursos y el Gobierno que se los provee; y la presencia de un alto dirigente de la CUT, Víctor Ulloa Zambrano, como funcionario del Gobierno, quien está a cargo precisamente de la unidad que administra dos de estos fondos. Además, dirigentes de otras multisindicales denuncian que los recursos van, preferentemente, para la CUT y sindicatos afines, en desmedro de otras organizaciones.

En Chile existen tres centrales: la CUT; la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), creada en 2003 por un grupo de dirigentes escindidos de la CUT, y la Central Autónoma (CAT), fundada en 1995.

AUMENTO DE TRASPASOS

En un semestre, entre junio y diciembre de 2014, la Subsecretaría del Trabajo y la Subsecretaría de Previsión Social transfirieron $133 millones a la CUT. Durante su primera administración, entre 2006 y 2010, el gobierno de la Presidenta Bachelet le traspasó $309 millones, mientras el ex Presidente Piñera le transfirió $187 millones en su período (2010-2014). En total, la CUT ha recibido en estas tres administraciones $630 millones de parte del Ministerio del Trabajo.

Los traspasos se han realizado a través de la Fundación de Investigación y Estudios Laborales (FIEL), una organización espejo de la CUT, creada en 2005 por el ex presidente y actual secretario general de la multisindical, Arturo Martínez. Esta Fundación tiene los mismos directivos que la CUT y, actualmente, es liderada por Bárbara Figueroa. FIEL nació oficialmente para entregar soporte técnico a la Central, pero rápidamente se convirtió en el principal receptor de los recursos que ofrece el Estado al mundo de los trabajadores.

RECURSOS 2014

De los $133 millones entregados a la CUT a través de la Fundación FIEL, entre junio y diciembre de 2014, $68 millones corresponden a dineros para realizar cursos de educación previsional, que es un programa de la Subsecretaría de Previsión Social. Y $65 millones corresponden a los fondos de diálogo social y de formación sindical, que dependen de la Subsecretaría del Trabajo, donde se desempeña Víctor Ulloa. Este funcionario de gobierno -quien trabaja a honorarios- es al mismo tiempo consejero de la CUT.

Estos traspasos de recursos constan en un sitio oficial, la página www.registros19.862.cl, creada por ley en 2003 y que es actualizada periódicamente por el Ministerio de Hacienda a partir de la información que le proveen todos los ministerios y servicios que asignan fondos a privados.

Este sitio tiene un apartado para publicar en qué se gastó el dinero. En las catorce transferencias realizadas a la CUT durante el período mencionado se repite el mismo patrón: en la sección monto real utilizado aparece como respuesta «no se registra información».

Christian Luco, jefe de la División Socio Sindical de la Subsecretaría del Trabajo, señaló que con los fondos transferidos a la CUT se financiaron tres mesas de diálogo social, en los sectores comercio, manufactura y transporte. Además, se financiaron cursos de capacitación para dirigentes y trabajadores. «El Mercurio» preguntó al Ministerio del Trabajo si el Gobierno tiene el detalle de cómo se gastó esta plata. La respuesta de Luco, enviada por escrito, fue: «De todas las ejecuciones de nuestros programas existen informes técnicos, exigidos por bases de licitación, y actas de fiscalización realizadas por parte de la Subsecretaría del Trabajo».

ROL DE VÍCTOR ULLOA

Víctor Ulloa fue elegido tesorero de la CUT en 2012 como parte de la lista que encabezaba Arturo Martínez. Hoy ocupa el cargo de coordinador de la unidad de Diálogo Social del Ministerio del Trabajo, que cuenta con un presupuesto total para este año de $1.346 millones. Estos recursos se desglosan en $380 millones del fondo de diálogo social y $966 millones del fondo de formación sindical. Esta doble dependencia -de la CUT y de una repartición de gobierno que administra fondos para actividades sindicales- ha generado resquemor en algunos sectores del mundo sindical. Por ejemplo, en la UNT, que dirige Segundo Steilen, quien lo ha hecho ver a la ministra del Trabajo, Javiera Blanco.

Sin embargo, en esta repartición aseguran que Ulloa no participó en ninguna de las comisiones de evaluación de los programas postulados por la CUT para obtener financiamiento.

Fuentes de la CUT agregan que para evitar eventuales conflictos de intereses, Ulloa renunció a todos sus cargos en la Central cuando asumió como funcionario del Ministerio del Trabajo y que, en su lugar, asumió la consejera Laura San Martín.

Christian Luco, en cambio, dice que Ulloa renunció a la tesorería de la CUT y a sus funciones en la Fundación FIEL, pero indica que el dirigente mantiene su condición de consejero nacional de la Central, junto a otros 59 miembros de esa instancia. Para la ex ministra del Trabajo Evelyn Matthei, el incremento de los fondos y la designación de un consejero de la CUT a cargo de su gestión tiene una explicación política: «Así paga el Gobierno los silencios de organizaciones que en lugar de representar a los trabajadores defienden intereses políticos».

La versión entregada por la CUT -en el sentido de que Ulloa renunció a todos sus cargos para asumir en el Gobierno en marzo de 2014- contrasta con los datos oficiales que aparecen en un pronunciamiento de la Contraloría General de la República emitido el 13 de junio del año pasado. Allí se indica que a esa fecha (tres meses después de asumido el gobierno de la Presidenta Bachelet) Ulloa mantenía su condición de dirigente de la CUT. «El señor Ulloa integra la Asociación Nacional de Funcionarios denominada la «Unidad», la que también se encuentra adherida a la ANEF y esta, a su vez, participa de la Central Unitaria de Trabajadores, registrándose su calidad de dirigente en esta última desde el 18 de diciembre de 1998 hasta la actualidad», dice el documento.

Consultada la CUT sobre la fecha en que se oficializó la renuncia de Ulloa a su cargo de tesorero, la respuesta fue: «No hay algo formal, solo es algo administrativo. No hay cambio de mando ni nada por el estilo. Si el tesorero renuncia, el Comité Ejecutivo de la CUT define otro entre los 60 consejeros».

«El Mercurio» intentó comunicarse con Ulloa, pero no obtuvo respuesta.

FONDOS BAJO LA LUPA

La expansión de los fondos destinados a la actividad sindical fue objeto de una reñida discusión en el Congreso durante la tramitación de la Ley de Presupuestos 2015. Parlamentarios de oposición hicieron ver, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, la inconveniencia de incrementar los recursos para programas cuyos resultados han sido cuestionados.

En esa oportunidad, parlamentarios de oposición citaron antecedentes del Banco Integrado de Programas Sociales, una entidad dependiente del Ministerio de Desarrollo Social que evalúa algunos programas estatales. Estos legisladores calificaron negativamente la escasa ejecución de esos fondos.

Porque de acuerdo con dicha evaluación, en el caso de los fondos para Formación Sindical no sería posible obtener información sobre metas o resultados de eficiencia del programa. Además, no sería posible comparar la conflictividad de una empresa tras la participación de los trabajadores en el programa, por lo que no se justifica el aumento de recursos, más aún considerando que su ejecución presupuestaria a agosto 2014 llegaba solo a 7,19%. Lo mismo ocurre con el Programa de Diálogo Social, cuya ejecución a agosto 2014 llegaba solo a 25%.

Sin embargo, la escasa ejecución de los recursos fue desestimada por el Gobierno. «Durante la tramitación presupuestaria del año pasado, la oposición efectivamente criticó, de manera errónea, la baja ejecución del programa. El presupuesto vigente de la Unidad de Diálogo Social para el año 2014 correspondió a $1.286 millones, teniendo una ejecución presupuestaria del 97%. El error de la oposición se produjo, probablemente, porque revisaron los informes de avance de meses anteriores, cuando aún no se pagaban todos los cursos de formación», asegura Luco.

En el debate presupuestario se acordó aprobar los recursos para 2015, pero con algunas condiciones: que la Subsecretaría del Trabajo informe trimestralmente a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos sobre las actividades realizadas en este programa, el monto de los recursos invertidos en cada actividad y las personas beneficiarias.

UNT y CAT SIN DINEROS

Según el presidente de la UNT, Segundo Steilen, su organización ha participado de los concursos para obtener apoyo financiero del Gobierno, pero no se ha adjudicado ni un solo proyecto. Lo atribuye a que existiría una relación de colaboración mutua entre el Gobierno y la CUT: «Nosotros le hemos hecho ver este punto a la ministra (Javiera Blanco), pero no le interesa», asegura.

Consultado el Ministerio del Trabajo sobre cuántos recursos se han asignado a otras multisindicales, señalaron que «las otras dos centrales existentes en el país (Central Autónoma de Trabajadores y Unión Nacional de Trabajadores) no presentaron proyectos en 2014».

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