Ice Cream SpA, el operador de las tradicionales heladerías Savory y que es parte de uno de los mayores grupos gastronómicos del país, decidió solicitar a la justicia el inicio de un proceso de reorganización y así evitar la quiebra.
Los pasivos de la empresa, que maneja 117 locales y da trabajo a 818 personas, superan los $ 15 mil millones. Sus principales acreedores son el banco Scotiabank, Nestlé Chile y Santander Chile.
La firma pertenece al conglomerado Unifood, que desde 2016 es controlado por el fondo de inversión Mesoamérica con sede en Costa Rica. El holding opera, además de las heladerías Savory, las marcas PJ & D (Pedro, Juan y Diego), Pollo Stop y XS Market.
“Hemos tomado la decisión de dar inicio a un proceso de reorganización para Ice Cream Spa de nuestro negocio”, dijeron desde Unifood.
Señalaron que “la decisión se tomó porque vivimos -al igual que muchas empresas del sector- un momento difícil de compromisos financieros provocados por el estallido social y la pandemia, que gatillaron el cierre total de nuestras tiendas, alzas de costos en logística, mano de obra e insumos”.
Destacaron que “han realizado esfuerzos significativos para abordar la situación, llevando a cabo una reestructuración tanto en operaciones, como en el ámbito financiero y que, si bien hoy existen buenos resultados, esta opción se hace necesaria para ser responsables, cumplir con los acuerdos y darle continuidad a la operación de la empresa”.
CRISIS SOCIAL Y PANDEMIA
En su solicitud de reorganización, Ice Cream, representada por el abogado Ricardo Reveco de Carey, se definió como la cadena de heladerías más grande e importante del país. “A pesar de su reconocida trayectoria, la actividad comercial de la sociedad se vio afectada producto de factores totalmente ajenos al negocio, a su control, y de naturaleza totalmente excepcional, como fue el estallido social y las manifestaciones que tuvieron lugar durante el último trimestre de 2019 y los efectos de arrastre de la pandemia (Covid–19), los que le impidieron el normal desarrollo de su giro y cumplimiento de sus proyecciones de negocios y compromisos financieros con acreedores y proveedores”, dijo el abogado.
Sobre la crisis social, detalló que en ese periodo 10 de sus locales fueron totalmente vandalizados. “Producto de la afectación de los niveles de seguridad y confianza de la clientela, fue necesario cerrar, y en otros casos operar, en horarios muy restringidos la gran mayoría de los locales ubicados en centros comerciales. Este efecto se mantuvo por mucho tiempo afectando la operación de los locales, y, en otros casos, se ha mantenido una afluencia reducida de clientela, por otro largo periodo”, añadió.
En cuanto a los efectos de la pandemia, Reveco dijo que el uso de mascarillas hasta octubre de 2022 afectó las ventas de la firma en un 40% debido a que el consumo de barquillos y bebidas en centros comerciales estaba prohibido, salvo en los espacios que no fuesen los patios de comida.
La empresa agregó que la crisis sanitaria afectó también su cadena logística, ocasionando largos atrasos en los tiempos de tránsito. “Esto último, impactó negativamente la calidad y el precio final de las materias primas requeridas para la operación, causó una escasez de suministros y de trabajadores, aumentó los costos operativos y disminuyó el volumen de ventas”, sostuvo.
A esto sumó la inflación registrada en el 2022, lo que -dijo- trajo como consecuencia un fuerte freno en la demanda de productos de la sociedad.
“Los accionistas han hecho un gran esfuerzo evaluando diversas opciones que incluyen, entre otras, la búsqueda de alternativas de financiamiento y de renegociación de contratos para obtener una mayor flexibilización en pagos, la inyección de recursos, reestructuraciones internas que implicaron una eliminación de cargos gerenciales y de supervisores, el cierre de 15 locales por rentabilidad negativa y férreas políticas de control de gastos, pero que lamentablemente no han sido suficientes para lograr un acuerdo global que permita reestructurar las deudas generadas en los periodos 2019 a 2022 y sostener a la sociedad en el tiempo”, sostuvo la compañía en su presentación a la justicia.
LA INDUSTRIA
Esta es la segunda gran empresa del rubro gastronómico que solicita su reorganización judicial tras la pandemia. A fines del año pasado, la cadena de pizzerías Papa John’s Chile, de propiedad del empresario Nicolás Ibáñez, abrió un proceso de refinanciamiento, el que fue aprobado por sus acreedores en mayo de este año.
Otras compañías solicitaron directamente su quiebra, como la que fuera una de las pastelerías más tradicionales de Chile, la empresa Cory. “El impacto de la pandemia ha sido irreversible, volviendo inviable la compañía”, fue la justificación de la empresa ligada a la familia Ungar.
Mismo camino siguió el operador de la cadena de heladerías Bravissimo, que era liderado por el empresario gastronómico Guillermo Prieto. Luego, la tradicional marca fue relanzada tras ser adquirida por el grupo Avocat.
En la industria destacan que el Covid-19 sacudió con especial dureza al rubro gastronómico, pues se restringió el funcionamiento normal de restaurantes y cafeterías y la movilidad de los ciudadanos que estaban en zonas con cuarentena o cordón sanitario.
EL OPERADOR
El holding Unifood fue desarrollado por el empresario chileno Jacques Albagli. En 2016, llegó a un acuerdo con el fondo de inversión Mesoamérica, con sede en Costa Rica y cuyo principal aportante es Ontario Teachers Pension Plan, que adquirió el 75% de conglomerado gastronómico nacional.
Cuatro años después, en 2020, Mesoamerica compró el 25% que estaba en manos de los socios fundadores de este negocio, liderados por Albagli.
“Con más de 35 años de historia, Unifood Holding es uno de los principales operadores gastronómicos en Chile, dedicados a la administración de restaurantes de comida rápida y heladerías», dijo la empresa en la solicitud de reorganización de Ice Cream.
Y añadió: «La operación de Unifood se concentra en más de 250 puntos de venta y 19 franquicias a lo largo del país, convirtiéndola en una de las más prestigiosas cadenas en el mercado chileno, con un compromiso permanente en crear valor para sus clientes, sus más de 2.200 colaboradores y aliados comerciales”,
Como inversionista en el rubro gastronómico, Albagli desarrolló varios formatos de restaurantes, como Gatsby y la sanguchería Fritz; ambos los vendió a otros grupos entre 2007 y 2009. (DF)