Tres innovaciones made in Chile para enfrentar la escasez hídrica

Tres innovaciones made in Chile para enfrentar la escasez hídrica

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Petorca, Los Andes y Til Til, son solo tres de las 126 comunas del país que actualmente están conviviendo diariamente con la sequía y que hoy cuentan con decretos de escasez hídrica vigentes dictados por la Dirección General de Agua.

De acuerdo con un informe de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030, la actual situación continuará empeorado, ya que Chile está dentro de los 30 Estados del mundo con mayor estrés hídrico y es el único país de la región que pasará a la categoría «extremadamente alto» en 2040.

Este escenario no deja indiferente a nadie, por lo que startups locales ya están desarrollando iniciativas que apuntan a ayudar a diferentes sectores como la agricultura y el consumo humano. Una de ellas es Cristal Lagoons que, junto a Fraunhofer Chile, está desarrollando una planta desalinizadora sin energía para el consumo de agua humano y para la minería.

Sebastián Teichert, Ingeniero de Tratamiento de Aguas del Centro de Tecnologías para la Energía Solar, Fraunhofer Chile, comenta que junto a Cristal Lagoons están probando la tecnología de destilación por membranas para desalinizar las lagunas de agua de mar que la empresa tiene en condominios residenciales y de segunda vivienda.

El experto explica que la destilación por membranas es un proceso térmico que permite utilizar el calor residual de un proceso industrial para generar energía. «La membrana –hidrofóbica y porosa- deja pasar vapor que luego se condensa en forma de agua pura, donde la presión parcial del vapor genera la fuerza motriz», dice.

Tiechert precisa que una planta desalinizadora con tecnología de destilación por membranas aprovecha la energía residual del calor, lo que permite reducir los costos de operación en 70% respecto de una planta donde se utiliza osmosis inversa, «porque no se requiere pagar energía, tenemos el calor residual».

Actualmente están postulando a fondos de Corfo para cofinanciar lo que sería la primera planta piloto en la región de Antofagasta, la que demandará una inversión de $ 250 millones.

Eficagua es otra de las firmas que apuestan por contribuir a la escasez hídrica en la agricultura. La startup usó biotecnología para desarrollar Humesuelo, un mejorador de tierras que apunta a la retención de agua de los suelos y a la mejor nutrición y tolerancia de las raíces a la sequía.

En 2016 la firma obtuvo un fondo de innovación de Corfo por $25 millones con el que desarrollaron los primeros prototipos y pilotos del producto que está en proceso de patente.

Estrada señala que actualmente continúan haciendo validaciones técnicas con productores agrícolas en cultivos como hortalizas y árboles frútales. Además, explica que están trabajando en un nuevo proyecto, ya que «nos dimos cuenta de que hay otras brechas que podemos acortar en cuanto al uso de agua. Este año comenzamos a usar un modelo que diseñamos que se llama ´cinco pilares de la eficiencia hídrica agrícola´ donde explicamos a los productores que hay tecnologías que pueden integrar, para usar mejor el agua». Para el próximo año planean ofrecer la iniciativa como un paquete de diversas tecnologías para que los productores la apliquen en sus cultivos, actualmente ya lo están mostrando a cerca de 600 productores de las regiones de Coquimbo y Valparaíso.

En 2014 la firma FreshWater comenzó a generar agua a partir de aire, apuntando a ser una solución para la necesidad rural del acceso a agua potable a partir de la aceleración del ciclo natural, captando micro partículas de aire que se encuentran suspendidas en la humedad. Héctor Pino, cofundador de la firma, señala que logran obtener agua a través de un proceso de condensación y enfriamiento que transforma el aire en gotas, las que son filtradas conservando sus minerales.

Para el proceso, la firma desarrolló una especie de caja negra que puede dispensar el agua y además puede alimentar otros estanques para ir acumulando agua. Hasta la fecha el proyecto está desde la región de Tarapacá hasta la de O’Higgins, también han exportado la iniciativa a  Costa Rica, El Salvador, Dubai e India.

Actualmente están ampliando el foco de la iniciativa hacia pequeños agricultores y están apuntando a desarrollar un sistema que se pueda acoplar a procesos más industriales con tecnología que permita ser más eficientes en el uso del agua. Además, están en proceso para patentar las diferentes tecnologías que incluye el proyecto.

«Si se instala en un invernadero, con condiciones climáticas estables, lo más probable es que el sistema recupere el agua que se pierde por transpiración y se puedan reincorporar dentro del ciclo», dice Pino. (DF)

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