Siguiendo iniciativas exitosas en el extranjero, la Universidad de Concepción y Comité de
Desarrollo Productivo Regional del Bio Bio (CDPR) lanzan mañana el proyecto que crea la
Unidad de Vigilancia Estratégica (UVE).
La iniciativa establece tres áreas prioritarias, agroindustria, productos secundarios de la madera y logístico-portuaria. Contará con un Comité Directivo, uno Técnico y otro Operativo, que irán elaborando boletines de información y de alerta temprana, así como estudios focalizados en tendencias tecnológicas, comerciales, normativas y económicas, además de perfiles de actores.
«Las UVE son imprescindibles para moverse en ambientes altamente competitivos, pues el
conocimiento se duplica cada 5 años, lo que exige mantenerse al día y conocer las posibles tendencias de cada área de interés», señaló la economista de la Universidad de Concepción, Vanessa Nuñez, responsable del proyecto.
«Los desafíos para implementar este tipo de iniciativas no son menores, por lo que toma un buen tiempo, tanto la concepción como la definición de áreas prioritarias, y eso es lo que hemos logrado finalmente“, agregó.
Núñez dijo que para el diseño e implementación de la UVE se estudiaron varias estrategias internacionales, como las del País Vasco en España, de Francia y de Estonia. Precisó que son pocas las empresas que pueden costear por si mismas la existencia de una Unidad de Vigilancia Estratégica (UVE) propia, por lo que los ejemplos en el mundo y en Chile han tendido a situarla en un contexto de alianza sinérgica con tres sectores, a saber, público, privado y academia.
«En el caso de las PYMES –añadió- a diferencia de las grandes empresas, no se destinan recursos humanos, materiales ni financieros para realizar acciones de vigilancia estratégica, lo cual genera que este tipo de empresas deba hacer frente a mayores riesgos de mercado que aquellas que sí disponen de un área de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva».
La Vigilancia Estratégica es un conjunto de acciones que una organización tiene que poner en marcha para disponer de información apropiada, en el momento oportuno, y tomar decisiones identificando tanto el problema a resolver, como los actores relevantes, las técnicas, los productos y los derechos de propiedad intelectual involucrados. Permite también conocer tendencias tecnológicas y de mercado, para elaborar posibles planes de expansión, y eventualmente de internacionalización, de manera innovadora. (Prensa U. de Concepción)
