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Un año de Mandiola en CHV: mejores cifras, pero sin éxitos en pantalla

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El 1 de junio del año pasado, cuando Chilevisión acumulaba en lo que iba del año 7,1 puntos de rating, Francisco Mandiola Allamand asumió como director ejecutivo del canal, luego del despido de Jaime de Aguirre.  Apenas su nombre fue anunciado públicamente, se activó el acertijo: su escasa experiencia en TV lo convertían en una incógnita.

Los primeros antecedentes que salieron a la luz fueron su desempeño como asesor en La Casa de Moneda y su trabajo en DirecTV, de alguna manera el único vínculo con su nuevo cargo.

Pero Mandiola no llegó solo a Inés Matte Urrejola. Lo hizo acompañado del alemán Holger Roost-Macias- otro desconocido en  la industria-, bajo la figura de asesor y experto en televisión. Su misión, en los anunciados 18 meses que permanecerá en la señal, sería crear nuevos contenidos para una estación que se ha mantenido en el segundo lugar de la sintonía.

Uno de los primeros cambios de la nueva administración fue sacar de pantalla uno de los programas clásicos de CHV, Tolerancia cero. En septiembre, se anunció que el espacio de política no iba más y que en su lugar iría el estelar Perros de la calle. Sin embargo, el cambio no funcionó porque el programa conducido por Humberto Sichel consiguió un frío rating inferior a las 10 unidades.

Luego, en diciembre, CHV estrenó Los + insólitos, el que tuvo solo una emisión. Aquel fallido debut es la muestra más ilustrativa de los últimos programas por los que apostaron Mandiola y Roost-Macias, los que no  han logrado conectar con las audiencias. La esclava blanca y Escuela para maridos son los actuales ejemplos de lo mismo, lo que ha precipitado una tendencia: un paulatino descenso del rating en la señal. En comparación con el mismo período del año pasado (de enero a mayo), se registra una baja en la sintonía, con 6,2 puntos de acumulados.

Pero sí ha habido buenas noticias en otro ámbito. La mayor petición desde el Grupo Turner a Mandiola, según se informó tras la salida de De Aguirre, era revertir las pérdidas de la señal, que en 2014 ascendieron a $7.908 millones. El ejecutivo logró ese objetivo a fines del año pasado, cuando cerró 2015 con una disminución de un 71% de las mermas, perdiendo $2.036 millones. En cuanto al primer trimeste de este año, CHV redujo sus pérdidas de $4.457 millones en el mismo  lapso de 2015 (cuando seguía con la administración anterior), a $1.875 millones entre enero y marzo de 2016. Parte de la baja en costos se explica en que los programas estrenados en su administración son más baratos, y también que existe mucho contenido envasado.

Otro de los logros del director ejecutivo es haber concretado el postergado traslado de todo el  canal a la ex fábrica de Machasa, una promesa que partió ocho años antes de su llegada. Los que trabajan de cerca con Mandiola lo describen como un hombre asertivo, cercano, de ideas claras, impaciente y pragmático. “Cada vez que se reúne con los equipos se muestra abierto a escuchar ideas y es de los que deja trabajar porque confía en las capacidades de uno a pesar de sus conocimientos. Es súper entusiasta”, comenta una fuente del canal, mientras otro cercano agrega: “Es de los que le gusta escuchar desde la opinión de un tramoya hasta la del director. Tiene una mirada global de lo que es la televisión, y no tan popular como De Aguirre”.

Sobre Roost-Macias, la apreciación es distinta. El alemán es descrito como “alguien que va a hacer la pega y listo. No es cercano y se nota que no le gusta mucho trabajar en equipo. A él no se acercan tanto como a Mandiola”. Pero a la hora de mencionar su trabajo, destacan su inclinación por la producción nacional, y muchos reconocen además que “es un capo y por eso siempre está muy metido detrás de las cámaras”. A él se le atribuye la incorporación de Rafael Araneda a La mañana, el matinal que en las últimas semanas se ha instalado segundo en el rating.

Fuente: Edición Original La Tercera

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