Esta semana presentamos al país la propuesta programática “Un nuevo trato para un nuevo Chile”.
Es un programa de cero a siempre que pone en el centro a las personas, visualizando cada una de las etapas de sus vidas, desde que nacen hasta la vejez.
Nuestro programa es ecologista, pues la humanidad se está jugando su propia supervivencia en estas décadas. Es un programa feminista, porque no hay otra forma de pensar el desarrollo de Chile sino es con todas nosotras.
Nuestro programa propone enfrentar cinco grandes desafíos: Primero, “fortalecer la democracia con una nueva Constitución”, donde proponemos terminar con el sistema presidencialista, que se establezcan la paridad y la plena participación e incidencia ciudadana, así como consagrar la protección a los derechos humanos.
Segundo, “asegurar un buen vivir a lo largo de la vida”: pobreza cero en la infancia, con una renta básica para hogares con niñas o niños menores de 3 años; educación de calidad, reconocimiento de las labores de cuidado, un sistema de pensiones que entregue dignidad y tranquilidad a las y los adultos mayores. En vivienda proponemos 700 mil soluciones habitacionales en los próximos 8 años y medidas para un desarrollo territorial equitativo.
El tercer desafío es “construir un nuevo modelo de desarrollo” que asegure crecimiento y aumento de productividad, con medidas para el sector energético; un nuevo trato digital que garantice la conectividad y un fuerte incremento de la inversión anual en ciencia y tecnología.
Cuarto, “hacer frente a la emergencia climática”: proponemos decretar la emergencia climática; establecer el etiquetado de huella de carbono; que un 20% de autos livianos y el 100% del transporte público sean eléctricos al 2030 y la creación de una Empresa Nacional de Hidrógeno. Finalmente, el desafío de la “protección de la ciudadanía ante la injusticia, los abusos y los privilegios”, la refundación de Carabineros y crear una comisión de justicia y reparación en relación con las violaciones a derechos humanos del estallido social. También proveeremos de mayor capacidad policial, infraestructura y servicios públicos contra la narco-delincuencia. Pondremos en discusión la legalización de la marihuana y la despenalización del aborto; una reforma a la política migratoria, penas efectivas para delitos económicos y una Defensoría del Pueblo.
Nuestra propuesta programática está lejos de estar cerrada. Es una invitación al diálogo país, que ponemos a disposición de toda la ciudadanía con la aspiración de construir el mejor programa para Chile.
En los próximos días la oposición vivirá momentos cruciales. Aspiramos a que las fuerzas socialdemócratas y del liberalismo democrático, representadas en las candidaturas de Paula Narváez, Heraldo Muñoz y Pablo Vidal, logren estar a la altura del desafío histórico y concurran a primarias amplias con una sola candidatura. De lo contrario, todas estas ideas y las otras que se han propuesto al alero de estas candidaturas, quedarán huérfanas sin un o una representante que las lidere. No cometamos este error, tenemos la responsabilidad de construir futuro y asegurar la gobernabilidad del proceso constituyente. Esta propuesta programática es una herramienta para la unidad y para volver a soñar un Chile donde la felicidad también sea costumbre. (El Mercurio)
Valentina Quiroga