Aunque la derecha se ha esmerado en mostrarse más eficiente que la Concertación/Nueva Mayoría en la administración del Estado, los chilenos parecen creer que la centroizquierda está más cerca de su realidad y entiende mejor sus sufrimientos y necesidades. Por eso, el mensaje de la derecha en esta campaña presidencial debiera alejarse de enfatizar las mejores herramientas técnicas de ese sector y su capacidad de formar mejores equipos tecnocráticos. En cambio, debiera enfocarse en demostrar que entiende mejor que la izquierda los problemas que afligen a los chilenos, porque son también sus problemas.
En la medida que logre comunicar que está en el mismo barco que el chileno medio, la derecha tendrá posibilidades de volver al poder. Si solo se enfoca en demostrar que tiene mejor capacidad de gestión que la NM, generará un espacio de vulnerabilidad electoral similar al que llevó a Bachelet a obtener una aplastante victoria en 2013. Si bien todos los chilenos conocían las incapacidades de la ex Presidenta para responder en momentos de crisis, la reeligieron porque creían que estaba más comprometida con el bienestar del ciudadano medio.
Desde otra perspectiva, en una reciente entrevista en La Tercera en que analizaba los desafíos que enfrenta Chile hoy, el senador UDI Juan Antonio Coloma intentó llevar agua a su molino aprovechando los recientes incendios que azotaron la zona central del país y desnudaron la incapacidad del Gobierno para reaccionar a tiempo. Según el senador, en vista de la magnitud de los problemas que enfrenta Chile, lo que se necesita es un SuperTanker, buscando que el lector relacionara a Sebastián Piñera con el exitoso avión, en contraste con la lenta reacción del Gobierno de Bachelet, que supongo vendría a representar a los bomberos y los voluntarios de la CONAF.
Pero si bien la metáfora llama la atención y logra asociar a Piñera con el más popular de los aviones que combatieron el fuego, y con el momento más tenso de los incendios, la vinculación con el SuperTanker le hace más mal que bien el ex Presidente y probable candidato presidencial de su sector.
La llegada del SuperTanker fue un momento importante porque representó un apoyo a los esfuerzos que realizaban los miles de trabajadores y voluntarios que combatían las llamas en terreno. La llegada del avión ayudó a mejorar el ánimo y la moral en un momento crítico; sus vuelos infundieron esperanzas y demostraron que el Gobierno por fin se estaba tomando en serio el combate al fuego. Pero el Supertanker no apagó los incendios: sin la presencia de los brigadistas de la CONAF y de los bomberos, el avión hubiera sido insuficiente.
Ahora bien, la polémica que se generó por el aparente rechazo inicial del Gobierno al ofrecimiento de ayuda, alegando que un avión así de grande no era la mejor forma de combatir incendios en Chile, funciona muy bien para criticar el argumento ampliamente usado por la centroizquierda de que solo la Concertación/Nueva Mayoría tiene autoridad moral para gobernar, y que liderazgos como los de Piñera no son lo más apropiado para el país.
Pero comparar a Piñera con el SuperTanker deja abierta la puerta para que los candidatos de la Nueva Mayoría se comparen con los bomberos y los brigadistas de la CONAF, y de esa forma alejen a la derecha de la gente. El SuperTanker puede ser más glamoroso, pero los incendios se apagan con el trabajo en tierra. El esfuerzo mancomunado de brigadistas y bomberos que arriesgan sus vidas para combatir el fuego es indispensable. El avión ayudó y mejoró los ánimos, pero si uno se ve obligado a escoger, la gente prefiere a los bomberos y brigadistas. La labor de esos trabajadores es menos espectacular, pero su compromiso es mayor—ellos arriesgan sus vidas— y permanente. Los brigadistas son los que llegan a socorrer a la gente en terreno y trabajan codo a codo con las personas que quieren salvar sus propiedades y sus vidas. El SuperTanker tiene una visión macro, funciona con efectividad y con un riguroso plan de trabajo, pero no interactúa con las personas. Ayuda desde la distancia. No es parte de la comunidad. No se moja la camiseta donde las papas queman.
Las campañas electorales mezclan datos concretos con percepciones. Igual que los combates contra incendios de verano, las campañas sufren cambios constantes de viento y participación dolosa de personas interesadas en afectar los resultados. Lo que efectivamente ocurre es a menudo superado por las percepciones erradas que tiene la gente sobre la realidad. Igual que en la lucha contra los incendios, en las campañas a veces la espectacularidad de un SuperTanker puede superar el trabajo minucioso de los brigadistas. Pero al final del día, la lucha contra los incendios —y las campañas electorales— las ganan quienes hacen el trabajo en terreno, no quienes vuelan en un súper avión.
Patricio Navia