“Es probable que me vaya al carajo en octubre”, adelantaba hace un mes el expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica (2010-2015) a la prensa. La pandemia del Covid-19, que ha cobrado más de un millón de vidas en el mundo, puso en jaque a una de las figuras políticas más emblemáticas y polémicas del orbe. Los 85 años y una enfermedad inmunológica crónica a cuestas han obligado al exgobernante uruguayo a dejar su cargo en el Senado “lo antes posible”, para poder “estirar los minutos que me quedan”.
El balde de agua fría para la izquierda charrúa provino de la propia voz de Mujica, quien tras emitir su voto en las elecciones regionales y municipales del domingo, confirmó los rumores que rondaban desde marzo, cuando se confirmaron los primeros casos positivos en el país y el expresidente inició una cuarentena en su chacra de 14 hectáreas ubicada en las afueras de Montevideo.
Tras dejar la Presidencia en 2015, “Pepe” Mujica cumplió un periodo como senador por la coalición de izquierda Frente Amplio (FA) hasta 2018, cargo por el que fue reelecto en las elecciones generales de octubre de 2019 y que debía mantener hasta el 1 de marzo de 2025.
Sin embargo, la “nueva realidad” por el Covid-19 no sería compatible a la vida política de Mujica. “La política obliga a relaciones sociales, y yo me tengo que cuidar, no puedo ir a un lado, no puedo ir al otro, sería un mal senador”, enfatizó el líder del Movimiento de Participación Popular.
No es la primera vez que “Pepe” Mujica da un paso al costado de un “cargo activo”. En 2018, dejó su curul después que su perra de tres patas, Manuela, falleció. En ese momento, el exmandatario envió una misiva a la presidenta del Senado, exvicepresidenta y también su esposa, Lucía Topolansky, acusando “motivos personales y cansancio por un largo viaje”.
La diferencia en esta oportunidad radica en que según Mujica, su enfermedad le impediría inmunizarse cuando surja la vacuna contra el coronavirus, por lo que el retiro sería algo más que temporal.
El periplo de la vida de Mujica incluye la militancia política desde los 14 años, su rol en la guerrilla, haber recibido seis disparos en enfrentamientos, acumular cuatro detenciones -la última en 1972 lo tuvo tras las rejas por 12 años-, y dos escapes de la cárcel.
A pesar de esto, su austeridad y discursos lo han transformado en una figura viral en las redes sociales, especialmente tras su mandato, donde impulsó la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la legalización de la marihuana. Estas medidas confirmaron el sitial liberal y abierto de Uruguay a nivel regional. (La Tercera Agencias)