“Gobierno con la Carolina y Camila”, ha dicho el Presidente Gabriel Boric en espacios privados con personeros del Frente Amplio, aludiendo a la ministra del Interior, Carolina Tohá, y a la vocera de gobierno, Camila Vallejo. Ambas representan dos de los tres bloques que sustentan al Ejecutivo: el Socialismo Democrático y el Partido Comunista.
¿Y quién representa al Frente Amplio”, preguntó el interlocutor que estaba con el Mandatario en esa conversación ocurrida a inicios de año en el Palacio de La Moneda. La respuesta del Presidente fue automática: “Yo”.
Este viernes se cumplieron dos años de la llegada de Tohá al gabinete, en reemplazo de la doctora Izkia Siches. La exministra y otrora diputada PPD llegó a La Moneda dos días después de la derrota del plebiscito constitucional que cambió obligatoriamente la hoja de ruta del gobierno: desde ahí se priorizó la agenda de seguridad, se morigeraron las expectativas del programa de gobierno y subió el promedio de edad.
En la primera etapa del gobierno, el comité político estaba integrado principalmente por personeros vinculados al Presidente por lazos de amistad y complicidad política: Jackson y Vallejo caminaron junto a él desde el movimiento estudiantil; la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (FA), fue uno de sus grandes apoyos en Convergencia Social, cuando fue enviado al tribunal supremo de su partido al firmar el acuerdo por la nueva Constitución, y Siches fue un puntal clave durante su campaña presidencial.
Ahora, con el naipe rebarajado hay una nueva configuración de fuerzas en el comité político, el primer anillo de influencia del Presidente Boric. Hay ministros que evidentemente han perdido la influencia que tenían, como el caso de la ministra Orellana. También entraron nuevos integrantes, como la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, y no es raro que el ministro de Justicia, Luis Cordero, participe de esa instancia, aunque no sea miembro oficial. Pero un hecho indiscutido es que la trenza Vallejo-Tohá es la que más influye en el Mandatario.
DEL CHOQUE A LA COLABORACIÓN
Tanto en el gabinete de Tohá como cercanos a la ministra Vallejo reconocen que la relación de ambas ha ido de menos a más y que pasó por varios baches en un principio, por el carácter de ambas, la brecha generacional y porque representan dos sensibilidades políticas distintas: una es de la vieja escuela concertacionista y la otra es una comunista más apegada al programa de gobierno que llevó a Boric a La Moneda.
La principal distancia entre ellas era la forma de abordar la seguridad. Un episodio que grafica este hecho con nitidez ocurrió en abril de 2023, tras el asesinato del cabo primero Daniel Palma, de la 4° Comisaría de Santiago, quien recibió un disparo en la cabeza tras acercarse a fiscalizar un auto en Avenida Matta.
Esa noche ambas llegaron hasta La Moneda para reunirse con el Presidente y discreparon en duros términos. Vallejo le hizo ver a la ministra que sus decisiones en seguridad debían tener el consenso del resto del comité político.
Hasta antes de la llegada de la exdiputada PPD al gobierno, no era poco habitual que la ministra Vallejo marcara directrices frente a hechos de violencia y más de una vez se comunicó directamente con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, para pedirle que hiciera vocerías.
“Eso ya no pasa más”, dice un inquilino de La Moneda. Otra fuente del gobierno plantea que en algún punto ambas ministras hicieron un giro para construir “una relación laboral colaborativa”. Una alta fuente de Palacio sostiene que la mayor evidencia de la preponderancia de ambas en el comité político es que la primera gestión del Presidente ante las crisis es reunirse a solas con ellas en su oficina. “Después de eso se hace cualquier gestión”, remarca.
Ahora, cuando hay dudas previas a la vocería, la ministra Vallejo llama a la ministra Tohá para definir las bajadas. “Hay una línea bien directa ahí”, dicen también en La Moneda. Ambas, además, encabezan las reuniones para definir la agenda del gobierno y entregar las directrices políticas y comunicacionales semanales.
ORELLANA, MENOS PROTAGONISMO
Si Tohá ha aumentado su influencia en el anillo principal de Boric, un caso contrario es el de la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, la única secretaria de Estado que integra el comité político presidencial que es militante del Frente Amplio, el partido del Mandatario.
Al inicio de esta administración el paso al frente de Orellana fue notorio. De hecho, este gobierno fue el primero en sumar al Ministerio de la Mujer dentro del comité político, un gesto evidente para recalcar el sello feminista que se buscaba impregnar en el Ejecutivo.
En ese momento, la ministra evidenciaba que tenía línea directa con el Presidente y tenía ascendencia en el gabinete, al punto de que en más de una ocasión les llamó la atención a los ministros sectoriales. Así pasó cuando, durante el primer año de gobierno, el entonces ministro de Educación Marco Antonio Ávila y la otrora titular de Salud Begoña Yarza anunciaron el inicio anticipado de las vacaciones de invierno para bajar los índices de contagios por virus respiratorios. A ambos les hizo ver con molestia que esa era una determinación que debía hacerse con perspectiva de género.
En el entorno de la ministra Orellana aseguran que su pérdida de protagonismo en el comité político se debe a una decisión de la propia secretaria de Estado, quien hoy está concentrando sus esfuerzos en la implementación de la ley integral contra la violencia contra las mujeres y la ley que creó el Registro Nacional de Deudores de Alimentos -”Papito Corazón”-.
Dicen que quiere evitar resquemores que puedan surgir en el Congreso por su rol en la toma de decisiones del Presidente, que puedan terminar afectando la tramitación de proyectos claves de la agenda de su cartera.
En el Ministerio de la Mujer, por ejemplo, aún está fresco el recuerdo de cuando, dentro del comité político, Orellana mencionó las presiones de las organizaciones feministas sobre el entonces candidato a fiscal nacional Ángel Valencia -hoy ratificado en el cargo-. Tras ese momento, según sostienen los cercanos a la secretaria de Estado, en el Congreso hubo un intento de torpedear la ley integral que lideraba la frenteamplista.
Pese a la nueva función que juega Orellana dentro del comité político, en Palacio igual advierten que mantiene un activo papel de coordinación -por medio de reuniones semanales- con la directiva y la bancada del Frente Amplio.
ELIZALDE, EL APOYO DE TOHÁ EN EL CONGRESO
El abril de 2023 el entonces senador Álvaro Elizalde recibió el llamado del Presidente invitándolo al gabinete ante la salida por razones de salud de la socialista Ana Lya Uriarte. Cuando eso ocurrió, el expresidente del PS ya había construido una relación directa con el Presidente Boric, que habitualmente lo llamaba para conocer el avance de los proyectos en el Congreso.
Al arribar al equipo ministerial del Mandatario, el ministro PS se convirtió en el principal apoyo de Carolina Tohá en el Congreso, que tiene el compromiso de responder por los dos fast track legislativos de seguridad.
Hoy, comentan en La Moneda, Elizalde está lejos de tener la influencia que tienen Tohá y Vallejo en el Presidente Boric, pero es una voz preponderante en el comité político.
Elizalde no es el único pilar que tiene Tohá. La ministra del Interior también se ha apoyado fuertemente en el titular de Justicia, Luis Cordero, quien es un invitado frecuente en las reuniones del comité político de Boric. Tanto así que algunos lo llaman el “séptimo ministro del comité político”.
Cordero acude a estas instancias principalmente para los momentos de crisis. Así, el experto en derecho administrativo debutó con una participación activa en el gabinete a principios de 2023, tras los polémicos indultos a los presos del estallido social. Luego, dio un paso al frente para servir como cortafuegos en el lío de platas entre fundaciones y reparticiones del Estado. Hoy también tiene protagonismo, en el marco del caso Audio y el round que sostuvo el gobierno con Luis Hermosilla.
MARCEL, EL POLÍTICO
El consejo de gabinete de este viernes tuvo una ausencia especial, ya que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, está en Europa participando del Chile Day. Su inasistencia se hizo sentir, ya que uno de los temas que no estuvieron presentes fue la propuesta de Ley de Presupuesto que está trabajando en conjunto con la directora de la Dirección de Presupuesto, Javiera Martínez, que se debe presentar en septiembre.
Más allá de Tohá y Vallejo, Marcel es un pilar del comité político y su voz es escuchada mucho más allá del manejo de la billetera fiscal. Uno de los miembros del gabinete comenta que el Presidente valora ampliamente su lectura política, particularmente el diagnóstico que hace sobre el funcionamiento de la oposición.
Es uno de los sobrevivientes del primer comité político del Presidente Boric y el único de los originales que pertenecía al mundo socialdemócrata. En La Moneda también sostienen que es una pieza inamovible del gabinete y el pilar de estabilidad de la administración frenteamplista.
JARA, LA VOZ DEL PC
En el marco del “impulso legislativo” que desplegó este viernes el Presidente Boric, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, jugará un papel importante.
Dentro del gobierno advierten que la apuesta por sacar adelante proyectos progresistas se ha concretado con la Ley de 40 Horas, el alza del sueldo mínimo o el Copago Cero, pero que aún falta uno, probablemente el más significativo en Palacio: el proyecto de pensiones que lidera la ministra Jara.
Esa ha sido la principal tarea de la militante comunista, quien ingresó al comité político en septiembre de 2022. Es decir, este viernes, al igual que Tohá, también cumplió dos años como integrante de esta instancia.
La ministra se ha encargado de defender en ese espacio la mirada de su partido, que representa al bloque y trata de seguir con mayor fidelidad el programa. Un ejemplo de esto fue cuando Jara, en el marco de una de las reuniones del comité político, se ofuscó por el rumbo que estaba tomando la discusión de la ley corta de isapres. Un personero de Palacio de esa época recuerda que ese ha sido uno de los pocos momentos en que la ministra se ha mostrado abiertamente molesta porque el proyecto presentado por la titular de Salud, Ximena Aguilera, permitiría sostener a la industria. (La Tercera)
