El Gobierno de Venezuela está evaluando la vuelta de los diputados oficialistas a la Asamblea Nacional controlada por la oposición y un cambio en el organismo electoral, en busca de “extender el diálogo político”, dijo el lunes uno de sus representantes.
La agencia Reuters tuvo acceso a un borrador preliminar con la propuesta poco antes que el ministro de Información, Jorge Rodríguez, anunciara en la televisión estatal una “mesa nacional” de diálogo en la que participará un grupo minoritario de la oposición, distinto al que lidera el jefe del Congreso, Juan Guaidó, con apoyo de los grandes partidos políticos.
Pocas horas antes la coalición opositora puso fin a unas conversaciones auspiciadas por Noruega en la isla caribeña de Barbados con el Ejecutivo de Maduro, que abandonó la mesa de discusión hace seis semanas descontenta por el incremento de las sanciones de Estados Unidos. “Es un acuerdo para venezolanos y entre venezolanos y está en plena evolución”, dijo Rodríguez, rodeado de cuatro dirigentes opositores representantes de pequeños partidos políticos.
En el texto del documento que firmaron en un breve acto con presencia del cuerpo diplomático se menciona que se ha “conformado una mesa nacional a fin de convenir acuerdos parciales” y agrega que podrán “participar las fuerzas políticas que lo deseen”.
En ningún párrafo mencionan la discusión que se promovió desde Oslo, respaldada por la Unión Europea y otros países de la región, para buscar una salida a la crisis política y el colapso económico de la nación petrolera.
SIN ACUERDO INTEGRAL
De acuerdo al texto, el oficialismo aceptó al firmar ese documento debatir un cambio de las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), uno de los organismos cuestionado por la oposición, que dejó de participar en las últimas elecciones presidenciales al denunciar fraude.
También se menciona como primer punto del acuerdo inicial entre las partes que los legisladores oficialistas ocuparán nuevamente sus curules en el Parlamento, después que se retiraran en 2017 cuando Maduro conformó la Asamblea Nacional Constituyente. Sin embargo, el texto no plantea eliminar la Constituyente, que preside el segundo hombre fuerte del gobierno, Diosdado Cabello, que ha sido desconocida por los grandes partidos que adversan a Maduro y decenas de gobiernos en el mundo.
Uno de los negociadores por la oposición en el fallido diálogo de Barbados, Stalin González, dijo el lunes que con el auspicio de Noruega debatían “un acuerdo integral”, que contemplaba cambios en los poderes públicos para ir a unas elecciones presidenciales, cuando el Gobierno se retiró. Asegura que a lo interno del oficialismo hay presión para retomar esa negociación.
En paralelo al anuncio oficialista, el líder opositor, Juan Guaidó, dijo a periodistas que en la negociación con el apoyo de Noruega la oposición propuso la creación de un consejo de gobierno de transición, donde participarían todas las fuerzas políticas, antes de convocar a elecciones.
En el documento que soporta la nueva mesa de diálogo nacional no se menciona ninguna posibilidad de una transición para ir a unas nuevas elecciones presidenciales. El texto solo “exhorta” al sistema judicial para que revise los casos de algunos presos, sin dar mayores precisiones.
En el tema económico, el documento incluye un programa de “intercambio de petróleo por alimentos y medicamentos”, que formaba parte de una discusión para buscar flexibilizar las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos que dificultan al gobierno cobrar por los envíos de crudo.
El economista Francisco Rodríguez, uno de los promotores de esa iniciativa, advirtió que ese plan de canje no es factible sin el apoyo de Estados Unidos y el equipo de Guaidó. Otros economistas advierten que la recuperación económica y revisión de las sanciones dependen de un acuerdo entre todas las fuerzas políticas. (La Tercera-Reuters)