Nadie me impedirá celebrar el 18 de septiembre, y este Gobierno menos que nadie. Muy pocos saben que este es el mes que conmemora las glorias del Ejército y la conformación de la primera Junta Nacional de Gobierno. Para la mayoría de los chilenos no es necesario conocerlo, para entender que es el mes de la Patria, de las fondas, las cuecas, de un feriado largo que todos usamos para descansar y disfrutar las empanadas y el vino tinto.
Pero para variar, La Moneda está en otra. Es tan evidente el intento de quienes perdieron en su afán de dividir constitucionalmente a Chile en pueblos, de continuar con la segregación. Una cosa es conmemorar el golpe de Estado el 11 de septiembre, y la secuela de violaciones a los derechos humanos que dejó la dictadura, pero otra es pretender suplantar el Mes de la Patria por el “Mes de la Memoria y de la Democracia”, entendiendo por democracia, claro, la que les gusta a ellos, que incluye a Cuba y Venezuela.
El Mes de la Memoria empieza el 11 de septiembre y terminar el 20 de octubre, justo dos días después del “estallido insurreccional”, superponiéndose a nuestra tradición histórica de celebraciones, baile y volantines que celebran en los colegios. Pero esta administración socialista quiere que los alumnos dejen atrás la bandera que nos une y sean adoctrinados según un instructivo del Ministerio de Educación, presidido por un comunista, y visiten los “sitios de la memoria” y a hagan el ejercicio del “nunca más” con las graves violaciones a los DD.HH. “de nuestra historia reciente”.
Lo probable es que ningún profesor haya estado vivo a inicios de los 70, pero de lo que se trata es de continuar avivando la antigua división. El Presidente Boric, en su rol de líder indiscutido, en vez de preocuparse de contener a su pueblo para que celebre en unidad y paz el Mes de la Patria, termina apoyando los brotes de revancha y anarquismo. El puede conmemora con una ofrenda de flores en La Moneda el aniversario de la elección de Salvador Allende el 4 de septiembre, pero en la noche celebran sus cercanos y en patota lanzando bombas molotov y piedras a las comisarías de Huechuraba y Cerro Navia. Y como ya estamos acostumbrados, la ministra del Interior, Carolina Tohá, se mostró contraria a que los agredidos usaran sus elementos disuasivos, sus armas, “porque usar armas de fuego contra un grupo es siempre complejo”.
O sea, animan la fiesta y después no se hacen cargo, que es en realidad la forma que han tenido de protestar las actuales autoridades desde que salieron a las calles como estudiantes de secundaria en 2006. La violencia corre siempre por terceros, según ellos, y si carabineros se defiende o impone el orden público, violan los DD.HH. En esa abdicación a cumplir con el mandato de la ley, que es mantener el orden público y la seguridad, prefieren enfrentar la Romería al Cementerio General, blindando La Moneda con rejas, sacando los semáforos y bancas y ordenando a los privados a proteger sus fachadas.
Y por supuesto que, como siempre, y 51 años después del Golpe, se registran incidentes nocturnos y este año, con un muerto. Para animar los preparativos para el nuevo aniversario, el mismo Boric visitó emocionado el memorial de los 70 desaparecidos en Paine y luego anunció en el Patio de los Naranjos que pondrá suma urgencia al proyecto de Bachelet de 2014 “que buscar excluir de la amnistía el indulto y la prescripción a los crímenes de lesa humanidad cometidos por agentes del Estado o con su autorización”.
No sé si quedan aún vivos “agentes del Estado” que se puedan continuar inculpando, pero el anuncio igual sirve para calentar motores, mientras en la Cámara, haciéndose cargo del ánimo belicosos del Mes de la Memoria, se insultan y agreden los diputados de lado y lado.
En la “orientación conciliatoria” que caracteriza el accionar de La Moneda este mes, Boric inauguró el día 10 el “Camino de la Memoria” en el Estadio Nacional. Es uno de los Sitios de Memoria que quiere el Gobierno sea visitado por los escolares para traer al presente la tragedia de los 70. Orgulloso anunció ese día que desde el año 2022 “hemos recuperado y entregado 20 Sitios de Memoria y “seguiremos avanzando”. Son otros los que tienen que acostumbrarse a vivir bajo el estigma de trabajar en esos lugares, como ocurre con los carabineros, por ejemplo, que asisten todos los días a cumplir con su deber a la Primera Comisaría de Ancud, que tiene una placa metálica que la individualiza como “Sitio de Memoria. Centro de Detención y Tortura 1973-1990”. Para los ciudadanos que tienen un aprecio infinitamente superior por la policía que por el Gobierno, debe ser chocante acudir a pedir ayuda a un centro de tortura.
El Ejecutivo le dio el puntapié al mes de la chilenidad presentando un proyecto para reemplazar el feriado del 12 de octubre por días festivos en cada región. Quiere suprimir el “encuentro entre dos mundos”, como si por decreto pudiera borrar nuestros orígenes de pueblo mestizo español.
Vuelvo al inicio, este Gobierno que emplea sus energías en estas cruzadas retro que dividen al país y pretende monopolizar ideológicamente la memoria, no me impedirá celebrar el 18 que nos hace chilenos a todos.
Sería deseable que Boric y sus ministros se olviden por un instante de la ideología y del intento de convertir septiembre en el mes de las víctimas versus los agresores y sean chilenos por un rato, disfrutando de los símbolos que nos unen. (El Líbero)
Pilar Molina