A 17 días de haber salido del anexo Capitán Yáber –donde pasó otros 52-, finalmente el ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, rompió el silencio que mantenía desde el inicio del caso Penta y reconoció que fue un error haber aceptado que su cuñada entregada boletas al holding por dineros que eran para él.
En entrevista con el semanario «Qué Pasa», la ex autoridad niega que haya recibido un soborno por parte de los dueños del holding para visar su proyecto minero Dominga y culpa al ex gerente del holding, Hugo Bravo, de ser el culpable de la situación judicial que enfrenta hoy. «Es absurdo ser cohechado o aceptar un soborno a través de boletas», asegura y agrega que se enteró que estaba involucrado en el bullado caso por los llamados que comenzaron a hacerle algunos periodistas.
Consultado acerca de las boletas que emitió Carolina de La Cerda al grupo Penta para cobrar su finiquito comercial con la entidad, el ex subsecretario asegura que no se cuestionó alguna eventual irregularidad. «No pensé que ese finiquito voluntario comercial que habíamos desarrollados (con Penta) se iba a tomar de mala forma. Creo que Hugo lo diseñó desprolijamente y que y que yo cometí el error de aceptar ese diseño, cosa que no debí haber hecho nunca (…) Podría haber sido mucho más precavido, pero fue un diseño que establece Bravo y que, obviamente, como había relaciones de confianza desde hace muchos año, uno no lo duda», afirma.
Wagner también descarta haber cometido los delitos de cohecho y lavo de activos, pues según asegura que sólo enteró por la prensa de que Carlos Délano tenía interés en el proyecto minero Dominga. «Ni antes cuando yo estaba en Penta, ni antes de que empezaran los pagos, ni cuando asumo como subsecretario supe que había ni el más mínimo interés de la familia Délano de tener participación en el negocio minero, por lo tanto no se me podía ni pasar por la cabeza. De hecho, yo asumí en Minería con muchas ganas, pero también descarto otras áreas en las que había participado como la financiera, salud o pensiones, justamente para no generar ningún posible conflicto de interés», asegura.
Asimismo, descarta que haya entregado «tips» a los encargados del proyecto minero para que éste sea aprobado por el Gobierno y rechaza que haya cometido algún delito, sino que –según señala- sólo incurrió en errores tributarios. «La facilitación de boletas es un error que no se debería haber producido. Lo hemos reconocido siempre. Pero no reconocemos haber tratado de conseguir alguna ventaja desde el punto de vista de devolución de impuestos», asegura.