Si el cronograma se concreta tal como está pensado, queda un poco más de cuatro meses para que el Frente Amplio elija al nuevo presidente o presidenta del partido único que formarán Convergencia Social (CS) y Revolución Democrática (RD).
Todos coinciden en que aún queda mucho, que es una discusión incipiente, que no se ha abordado en los espacios institucionales.
De todas formas, sí ha sido motivo de conversaciones entre los dirigentes del sector y ya se han pavimentado algunas certezas respecto de este debate. El primero es práctico: el nuevo líder debe venir del partido en que milita el Presidente Gabriel Boric, Convergencia Social.
Hoy CS es el partido más grande del FA, con 36.248 militantes, según los registros del Servicio Electoral. Por otro lado, RD tiene 26.276. Es decir, 10 mil adherentes menos.
Esto en un escenario en que además la colectividad encabezada por Diego Vela ha sido la más afectada por el lío de platas entre fundaciones y reparticiones del Estado, investigación que sigue en curso y que tiene en la mira a varios exmilitantes y adherentes activos de la tienda.
Pero eso no es todo. Hoy en el FA también hablan de “militantes activos”, según el rendimiento electoral interno que tuvieron los dos partidos para elegir a su presidencia. En CS participaron 8.101 personas, mientras que en RD lo hicieron solo 1.151.
Es por ello que dicha diferencia debería decantar en una elección relativamente sencilla. Esto en RD lo entienden.
En ese partido existe el análisis de que sus mejores nombres hoy se encuentran en puestos claves del gobierno de Boric, por lo que su salida para asumir un desafío partidario es una jugada compleja. Allí entran extimoneles de la colectividad, como el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi; la cabeza de la División de Coordinación Interministerial (DCI), Rodrigo Echecopar; el encargado de la Secretaría de Comunicaciones (Secom), Pablo Paredes, o el embajador en Brasil, Sebastián Depolo.
Hoy, entre quienes han abordado el tema de manera informal, también se habla de otro criterio, más allá de su pertenencia al partido de Boric: que la eventual presidencia del FA venga de la tendencia más importante de CS. En cada colectividad existen “lotes”, es decir, vertientes internas de una colectividad que suelen tener matices en las líneas de pensamiento.
Si hoy en el PS dominan los “Terceristas” o en la DC, históricamente, hicieron lo propio los “Guatones”, en Convergencia Social la tendencia más dominante se llama “Desbordar Lo Posible” (DLP). Este último espacio tiene como líder claro a Boric y también participan personeros influyentes del gobierno, como el jefe de gabinete del Mandatario, Carlos Durán.
Los rostros de DLP provienen del Movimiento Autonomista, fundado por el propio Jefe de Estado. Muchos de ellos se conocen desde la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.
Así, cada día van tomando más fuerza tres nombres de Desbordar Lo Posible para encabezar a la nueva colectividad. Se trata, también, de tres dirigentes cercanos a Boric y cuyos nombres han comenzado a figurar de forma natural.
Este es el caso del diputado Gonzalo Winter, quien se ha convertido en la principal figura que tiene el FA en el Congreso, tras la crisis que en 2023 le asestó un duro golpe a RD (hasta ese momento compartía el estatus con Catalina Pérez).
De hecho, también se ha consolidado como un vocero habitual del partido en programas de televisión y de debate. El congresista fue jefe de bancada del FA en el inicio de este período parlamentario y es un amigo personal del Presidente Boric.
Por otro lado, también se ha posicionado de forma natural el liderazgo interno de Constanza Schönhaut, quien se encargó de la secretaría general del Movimiento Autonomista y cuyo papel político se consolidó con mayor notoriedad en la Convención Constitucional, espacio en donde fue considerada por sus pares como una de las más influyentes del Frente Amplio.
Una vez terminada la Convención, Schönhaut desembarcó, en octubre de 2022, en el Ministerio del Interior, encabezado por Carolina Tohá. Allí se encargó de la coordinación de la cartera con las delegaciones presidenciales regionales y provinciales.
En ese cargo estuvo por un año, ya que renunció en octubre de 2023, para, según ella, fortalecer al Frente Amplio. Así lo mencionó en esa fecha a La Tercera: “Por ahora voy a estar concentrada en coordinar proyectos e iniciativas para fortalecer nuestro proyecto político y hacer frente a los desafíos que tenemos”.
En ese momento también se desentendió de una posible candidatura por alguna alcaldía, indicando que “la definición de candidaturas es algo que se realiza en los espacios orgánicos del partido”. Su nombre había sido vinculado para competir en La Florida, pero hoy eso es descartado en Convergencia Social.
Un tercer nombre que ha ido aunando fuerzas es el de la delegada presidencial en la Región Metropolitana, Constanza Martínez. Ella ha ido tomando cada vez mayor visibilidad en la agenda pública desde que el Presidente Boric -de quien es cercana- la eligió para ese puesto a inicios de su gobierno.
De hecho, hoy en el Frente Amplio la consideran como una de sus principales vocerías en materia de seguridad, temática que suele abordar en cada uno de sus puntos de prensa. Dicha materia es considerada como un flanco en el sector, sobre todo por las polémicas publicaciones antiguas de Martínez en redes sociales, en donde cuestionó en duros términos a Carabineros. Eso, en todo caso, dicen que ya es cosa del pasado.
De todas formas, hay dirigentes en el Frente Amplio que plantean que la concentración podría estar puesta en el segundo cargo de la eventual nueva directiva del Frente Amplio: la secretaría general.
El cargo es clave e incluso suele ser más orgánico que el del timonel. Además, el personero que se convierta en el “dos” de la nueva colectividad es quien tendrá que tomar parte fundamental de las negociaciones electorales con el resto de las colectividades.
De concretarse la fusión entre CS y RD, el FA se convertiría en el partido más importante del país, con 62.524 militantes (casi 20 mil personeros más que el PC), además de sumar cinco ministerios. Esto sin contar las autoridades de Comunes que ficharán por el unificado partido, más los militantes de esta última colectividad que también adhieran. (La Tercera)