El debate televisivo presidencial de este lunes tuvo varios puntos de conflicto entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, pero la denuncia del ex Presidente de que el programa presidencial del senador cuesta cuatro veces más terminó por tomar la agenda política y mediática.
“Usted dijo que su programa costaba US$10 mil millones, en cuatro años. La verdad es que cuesta cuatro veces más. Le aseguro que si hace el cálculo de nuevo se va a dar cuenta de que está vendiendo humo, a no ser que quiera duplicar la deuda pública”, afirmó Piñera.
Álvaro Elizalde, coordinador general de la campaña, replicó que las cifras aludidas por el ex Mandatario “no calzan por ningún lado. Dicen que nuestro programa cuesta cuatro veces más, son cifras erradas”, pero no entregó mayor información.
Ayer en la tarde, Guillier precisó que su programa sería financiado con digitalización de los procesos burocráticos, con la ley reservada del cobre redireccionando parte de los recursos, mayor crecimiento de la economía nacional e impuestos regionales.
“Nuestro programa está financiado. El que no está financiado es el de Piñera, en el nuestro las cifras están perfectamente calculadas. Yo creo que su equipo de números hace rato que se viene equivocando”, declaró Guillier.
PROGRAMAS SIN FINANCIAMIENTO
Su respuesta llegó varias horas después de que el comando de Piñera, encabezado por su ex ministro de Hacienda, Felipe Larraín, detallara el costo de los programas supuestamente sin financiamiento del Guillier.
El gasto se agrupó en seis categorías: educación, inversión pública, obras públicas emblemáticas, tercera edad, condonaciones y otros aumentos, que significarían un costo adicional para el Estado de entre US$9.800 millones y US$10.800 millones (Leer minuta).
Por ejemplo, en los beneficios de acceso a las salas cunas y el financiamiento de educación superior que propone Alejandro Guillier en las páginas 59 y 141 de su programa, el costo no contemplado supera los US$4.750 millones al año.
La inversión pública directa significa otros US$1.285 millones, y obras emblemáticas, como el puerto Gran Escala, trenes y Metro valen al año otros US$1.285 millones.
En pensiones y transportes, el candidato oficialista quiere gastar $1.100 millones y la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) para el 40% de los alumnos más vulnerable tiene un costo de US$4 mil millones. Sólo ese monto representa el 40% del programa de US$10 mil millones que sostiene Guillier que vale su programa.
“El programa de Alejandro Guillier es infinanciable y podría representar un grave empeoramiento de las ya deterioradas cuentas fiscales del país, implicando altos niveles de déficit fiscal y una deuda pública que podrá nuevamente crecer en US$30.000 millones, llegando a superar los US$100.000 millones a final del periodo de gobierno”, sostiene el comando de Piñera.
VALENTE: «LISTA DE DESEOS»
En conversación con “El Líbero”, José Ramón Valente, integrante del comando económico del ex Mandatario, explica que se dieron cuenta del mayor costo cuando empezaron a analizar el programa y a compararlo con el de Beatriz Sánchez, que era más explícito.
“El programa de Guillier tiene 180 páginas y mucha prosa y algunos números. Al revisarlo nos dimos cuenta que las cifras no cuadraban. No analizamos todo el programa porque hay otras promesas que son más vagas, y no quisimos meternos, pero es posible que haya mayores costos aún” sostiene el economista socio de Econsult.
Respecto de los eventuales impactos macroeconómicos que podría generar ese mayor costo, Valente dice que las opciones son tres: hacer una mega reforma tributaria, que tendría severos daños en el crecimiento, la inversión y el empleo; endeudar al país en US$30 mil millones, lo que llevaría al país a una deuda de US$100 mil millones; o la tercera alternativa sería no cumplir lo que dice el programa.
“Este programa es bien improvisado. Dijeron que no tenía programa y una semana después dijo que sí tenía. Este programa es más bien una lista de deseos más que un programa de gobierno, que debe tener una cuadratura fiscal. Tienes que hacer la diferencia entre lo que me gustaría y puedo hacer. Es lo que está saltando a la luz”.
Además, el economista afirma que el costo, incluso, podría ser “sustancialmente mayor porque hay muchas otras medidas que no están valorizadas”. (El Líbero)