Sondeo DF: mercado ve mejores perspectivas con triunfo de Piñera

Sondeo DF: mercado ve mejores perspectivas con triunfo de Piñera

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El consenso de los economistas apunta a que la expansión de la actividad en 2018 ya está jugada, y será mejor que el 1,4% esperado para este año, independiente de quién gane las elecciones de este domingo. Sin embargo, quien llegue a La Moneda podría ser determinante en el ritmo que logre el crecimiento de la economía en los años siguientes.

Así lo determinó un sondeo realizado por Diario Financiero a 81 economistas y empresarios, el cual arrojó que 56% cree de ganar el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) promedio de su administración sería superior a 3,5%, mientras el 63% estima que Alejandro Guillier conseguiría un aumento promedio del PIB inferior a 2,5% en el período, es decir, al menos un punto menos que su contrincante.

Uno de los consultados recalcó que el compromiso del candidato de Chile Vamos es duplicar el crecimiento de la actual administración de Michelle Bachelet, que promediaría 1,8%, lo que se lograría ya que una vez instalado en La Moneda «debería lograr despejar la incertidumbre y tender al crecimiento potencial», acelerando el ritmo de la actividad a partir de 2019.

«Cuando se manejan bien las cosas y vuelve el optimismo, las cifras repuntan más allá de lo esperado, eso sí dependiendo en parte de una economía global estable», dijo un empresario. «Restaurada la confianza, la inversión debiera ser un catalizador importante del crecimiento que se potenciaría con el alza en el precio del cobre», declaró otro.

En la vereda opuesta, un economista justifica su visión de un crecimiento menor si gana Guillier a raíz de políticas que no se enfocarán en el crecimiento y «probablemente limitarán la recuperación de la inversión el año que viene».Ese componente es el que hará la diferencia entre unos puntos más o menos en crecimiento los próximos años.

«Lo que más pesaría es la amenaza de nuevas alzas tributarias, obligadas por un programa de gasto fiscal infinanciable, el afán de reformar la Constitución, el crecimiento de la deuda estatal y daño de las regulaciones a la inversión», fue otro de los comentarios.

En la misma línea, los encuestados ven más viable la promesa de Piñera de crear 600 mil empleos en los próximos cuatro años, en desmedro del compromiso de Guillier de generar 900 mil puestos. Con todo, más de uno consideró que incluso la propuesta del expresidente es ambiciosa «considerando que el empleo público no puede seguir creciendo al ritmo que lo ha hecho».

Para el próximo año, la mayoría apunta a un PIB menor a 2,5% si Guiller es el próximo presidente (61,7%), mientras que en el caso que gane Piñera el 43,7% cree que la actividad crecerá entre 3,1% y 3,5% y el 31,3% apuntan a un PIB entre 2,6% y 3%.

Donde se nota una diferencia mucho mayor entre los candidatos es en las expectativas para la inversión para el próximo año: 53,8% apunta a un aumento superior al 3,1% esperado por el Banco Central si gana Piñera, mientras que si triunfa Guillier el 78,8% cree que el alza estaría por debajo de ese nivel.

LAS PRIORIDADES

Respecto a los énfasis en materia económica que deberá tener el próximo gobierno, el 60% apunta a aumentar la tasa de crecimiento, mientras que el 22,5% apunta a la necesidad de modernizar el Estado para hacerlo más eficiente. El porcentaje restante se dividió en partes igual entre mejorar el clima interno y restablecer los equilibrios fiscales (8,75% cada una).

«La prioridad debe ser el crecimiento económico. Los demás aspectos mencionados son medios -en cierto modo determinantes- para lograr lo primero», manifestó un economista. «El resto debiese venir como consecuencia», dijo un empresario que también cree que se debe poner en primer lugar al crecimiento, aunque agregó que la modernización del Estado puede iniciarse en paralelo. «Siendo todo importante, me parece que el Estado se ha quedado muy atrás respecto del desarrollo del resto de Chile en estos últimos 30 años», planteó otro ejecutivo.

«Con el nivel de polarización y de crispación en la discusión publica, es difícil lograr buenos acuerdos», dijo un empresario que se inclinó por trabajar en mejorar el clima interno.

PARTICIPANTES

Manuel Agosin, Alejandro Alarcón, Gustavo Alcalde, Rodrigo Aravena, Jorge Atton, Fernando Bustamante, Valentín Carril, Juan Manuel Casanueva, Rafael Caviedes, Sebastián Cerda, Herman Chadwick, Hernán Cheyre, Cecilia Cifuentes, Jorge Claro, Juan Eduardo Coeymans, Dante Contreras, Pablo Correa, Roberto Darrigrandi, Roberto Durán, Cristián Echeverría, Jaime Estévez, Viviana Fernández, Alejandro Fernández, Arturo Fernández León, Carlos Finat, Bernardo Fontaine, Paul Fontaine, Gonzalo García, Oscar Guillermo Garretón, Sebastián Gil, Álvaro González, Carolina Grünwald, Juan Antonio Guzmán, Felipe Guzmán, Jorge Hermann, Diego Hernández, Tomás Izquierdo, Esteban Jadresic, Susana Jiménez, Karin Jürgensen, Teodoro Kausel, Guillermo Le Fort, Rolf Lüders, Ernesto Livacic, Ricardo Matte, Tomás Menchaca, Antonio Moncado, Raimundo Monge, Felipe Morandé, Guillermo Pattillo, Francisco Pérez Mackenna, Francisca Pérez, Nathan Pincheira, Karen Poniachik, Alejandro Puente, Fernando Raga, Antonio Recabarren, Hernán Reyes, Miguel Ricaurte, Andrés Sáenz, Gonzalo Said, Víctor Salas, José Miguel Sánchez, Klaus Schmidt-Hebbel, Claudio Seebach, Jorge Selaive, Fernando Sepúlveda, Benjamín Sierra, Ernesto Silva, Guillermo Tagle, Ricardo Tejada, Blas Tomic, Andrés Ulloa, José Manuel Urenda, Javier Urrutia, Mario Valcarce, Gerardo Varela, Joaquín Villarino, Francisco Walker, Teodoro Wigodski y José Yañez. (DF)

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