Definir cuál será su rol en la oposición y cuál será su política de alianzas será la principal tarea que deberá discutir el Comité Central del Partido Socialista que se realizará el próximo sábado 6 de enero en la sede de Santiago del Congreso Nacional.
Desde las 10:00 horas, el pleno socialista no sólo hará su balance post derrota presidencial, también iniciará su camino en una nueva centroizquierda, diversa y fragmentada, que tendrá su primera barrera para superar, según sectores del bloque, en enero: conseguir las mayorías para alcanzar las presidencias de la Cámara de Diputados y el Senado.
Parte de esa discusión se inició la semana pasada tras la reunión de la mesa directiva, y continuó ayer en la comisión política que se realizó en la sede del partido desde las 18:00 horas. Es que dentro de las definiciones que deberá zanjar la colectividad es si puede asumir un papel “articulador”, aunque el concepto en sí genera más de una suspicacia al interior del socialismo.
“Sobre la base de la política de alianzas que hemos construido, promoveremos el diálogo con todos los actores progresistas para construir una mayoría social y política por los cambios”, advirtió el timonel del PS, Álvaro Elizalde.
Es que varios personeros de la NM, han manifestado que el paraguas de la nueva oposición debe ser tan amplio que abarque desde la Democracia Cristiana hasta el Frente Amplio y donde el PS, al tener la bancada de diputados más numerosa del progresismo, debe cumplir un rol protagónico.
“Debemos tener un rol de articulador entre las bancadas que están situadas hacia la izquierda como también hacia el centro de manera de ordenar y aglutinar a toda la oposición en un verdadero bloque”, dijo el diputado y miembro del Comité Central, Leonardo Soto.
Punto que fue defendido también por el ex presidente del PS, Osvaldo Andrade. “Cuando el PS se ha transformado en la bancada más grande de la oposición, sin lugar a dudas tiene una responsabilidad mayor. Es una tarea que no se puede eludir”.
Sin embargo, la mesa directiva fue un poco más cauta y tomó distancia. “Uno no se puede autodefinir un rol, por lo tanto, no me gusta esa definición. Esto no sólo es un tema de guarismos, de bancada más grande o más pequeña. Aquí lo que se requiere es aunar voluntades para poder contribuir a la unidad de la oposición”, dijo el secretario general del PS, Ándrés Santander.
Al interior del socialismo varios ya anuncian que el camino de definición será largo no sólo para el PS, sino para la actual Nueva Mayoría. Incluso, los menos optimistas, dicen que la reflexión durará meses y hasta años, pues la siguiente negociación electoral, donde la oposición a Sebastián Piñera defina una fórmula será el 2020 con las elecciones municipales y el debut de los gobernadores regionales.
LETELIER Y MONTES: CARTAS PARA PRESIDIR EL SENADO
Dentro de los desafíos del PS en el Congreso será la negociación para presidir las testeras de ambas cámaras y también encabezar las principales comisiones, donde la primera tarea es conseguir las mayorías. Al tener la bancada más amplia en el Corporación, las conversaciones se iniciaron informalmente con la idea de zanjar en las próximas semanas la configuración. De hecho, el actual jefe de los diputados PS, Daniel Melo, le pidió a los parlamentarios socialistas enviar a una lista con las comisiones que quieren integrar.
En el caso del Senado, la conversaciones están más avanzadas, y el PS apuesta por Carlos Montes y Juan Pablo Letelier para asumir la testera de la Cámara Alta. Sin embargo, también dependen de las tratativas del PPD, quienes al tener la bancada más grande apuestan por nombres como Felipe Harboe o Jaime Quintana. (Pulso)